José C. Serrano Cuevas.
En México, desde 2012 existe la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas. En dicha ley queda establecido que “comete el delito de trata de personas, quien promueva, solicite, ofrezca, facilite, consiga, traslade, entregue o reciba para sí o para un tercero, a una persona por medio de violencia física o moral, engaño o el abuso de poder para someterla a explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre, o a la extirpación de un órgano, tejido o sus componentes”.
A la trata de personas también se le conoce como la esclavitud moderna.
Investigaciones serias revelan que es el segundo negocio ilícito más redituable, sólo después del narcotráfico. Se estima que cada año genera ganancias por más de 150 mil millones de dólares.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 90 mil millones de dólares se generan por la explotación sexual de mujeres, niñas y niños. En sus registros estadísticos tiene una estimación de que 45.6 millones de personas son víctimas de este delito alrededor del mundo, (aunque es posible que las cifras reales sean más elevadas).
Especialistas en esta materia han identificado unas 510 rutas para trasladar a víctimas de trata de personas al interior de un mismo país, entre países y entre continentes. El 80 por ciento de las víctimas son mujeres y niñas.
México funciona como país de origen, tránsito y destino de trata. En 21 de las 32 entidades federativas existe el turismo sexual. Los provedores de víctimas están integrados a una red de 47 grupos de la delincuencia organizada dedicadas a la trata de personas.
Familiares de personas desaparecidas cuyas edades frisan entre los 10 y 20 años de edad, se han tragado la pena que causa pensar en que una hija adolescente sea forzada a prostituirse. Recorren las zonas de tolerancia y otros sitios de mancebía, con la esperanza de encontrar a la ausente. Llevan consigo fotografías que, de tanto mostrarlas han perdido la brillantez de una mirada cálida.
Muy a propósito del tema, algunos medios informativos publicaron la noticia que refiere la aprehensión de Isidro Santamaría Casanova, líder cetemista y dueño de giros negros en Quintana Roo. Es acusado por el delito de trata.
El periodista Gustavo Castillo refiere que “Isidro Santamaría Casanova, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Quintana Roo, dueño de bares nudistas y otros centros nocturnos en el centro y la zona hotelera de Cancún fue detenido ayer [25 de julio] por agentes federales y ministeriales, informó la Fiscalía General de la República (FGR)”.
Santamaría Casanova es acusado de trata de personas con fines de explotación sexual y fue capturado en cumplimiento de una orden liberada por un juez adscrito al centro de justicia federal en aquella entidad. Investigaciones de la Policía Federal Ministerial detectaron que en un bar se vendían drogas, motivo por el cual se obtuvo una orden de cateo.
Derivado del cateo fueron rescatadas 51 mujeres extranjeras; se decomisaron diversos narcóticos, un arma de fuego y pasaportes de las víctimas. El líder cetemista fue trasladado a la Fiscalía General del Estado, que estuvo resguardada por elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional. El proxeneta fue trasladado a la Ciudad de México fuertemente custodiado. Es de esperarse que en su canto ante a la autoridad ministerial, surjan nombres de políticos y empresarios connotados, que con visión emprendedora diversificaron sus negocios para amasar grandes fortunas, a costillas de quienes fueron atrapadas en las redes operadas por mentes criminales.
