¿Y la esperanza en el proyecto de nación?

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Apolinar Rodríguez Rocha.

Los proyectos unipersonales del presidente fluyen ante los hipnotizados legisladores.

La actual administración federal, parece haberse fraguado en contrario a la frase porfiriana “Poca política y mucha administración”, solo se observa mucha política mañanera, pero poca administración pública, al comparar “El Milagro Mexicano” con la actual época y estado de cosas no se avizora un nuevo “Milagro Mexicano”: los problemas suscitados por los proyectos presidenciales, como son la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, La eliminación del Seguro Popular, El Tren Maya, seguido de las propuestas para modificar el Sistema Penal Acusatorio, de corte democrático, aún vigente en México, para convertirlo en el brazo ejecutor de un Estado Totalitario.

Los proyectos presidenciales no son sometidos a consulta popular seria, ni a mesas de discusión pública, son impuestos a través del tradicional dedazo y la concertasesión parlamentaria, con cabildeo presidencial, y las seudo consultas populares no son más que fiestas de acarreo de simpatizantes para legitimar los proyectos presidenciales.

Mas no es criticable la posición presidencial, el presidente debe impulsar sus proyectos y apoyarlos, lo criticable es la falta de contrapeso político del Poder Legislativo del Congreso de la República para criticarlos y mejorarlos. Es de sobra conocido el agachismo y obediencia servil de los lopezobradoristas en el Congreso, lo cual no es de sorprender, ya que así es tradicionalmente en la política mexicana, el bloque de legisladores del partido en el poder presidencial son aliados del presidente.

Sin embargo, es de lamentar la inexistencia en la oposición de un político por lo menos de la estatura, calado y cualidades de nuestro Presidente; la lamentación es en torno a la falta de equilibrio democrático entre los poderes, no existe de hecho, no hay la mínima oposición seria, razonada y racional de los otros dos poderes públicos; los proyectos unipersonales del presidente fluyen cual mantequilla, a la sazón presidencial, ante los ojos hipnotizados de legisladores y Ministros, cual culebra, paseando entre conejos ¿o se harán patos o son gansos?

No es extraño, que esta obra teatral de inició se ha ido tornando atractiva, las incógnitas y conflictos del drama han sido anunciados.

Ya trascurre la primera parte del primer acto, los asistentes no quieren perder detalle ¿Cuál será el desenlace de estos entramados políticos, de estos dramas sociales previstos al inicio del primer acto, con escenas de pobreza y enfermedad, ductos de Pemex estallando en la rapiña “guachicolera”, miles de enfermos de cáncer y otras enfermedades crónicas, protestando ante la carencia de medicamentos promovido y auspiciado por la administración del nuevo gobierno, persecuciones políticas, asesinatos de soldados, juicios y encierros de grandes capos del narcotráfico y la narco política?

Los minutos trascurren, mientras, fluye la cerveza de cacao entre los asistentes, ebrios ya de política, sangre y drama.

¿Y aun habrá más? ¿Qué esperaremos en los siguientes capítulos incongruentes con el proyecto de nación, pero llenos de drama? ¿soluciones o más drama para mantener la distracción pública? ¿Tenemos pendientes cinco actos, que será en ellos del coronavirus? Se antoja, por anticipo, serán unos capítulos dignos de la mejor obra de misterio e intriga del cine mexicano, jamás escrita, conste y no se lee ni en “La República del Amorosa”, ni en “El Proyecto de Nación”, ¿el negocio? la taquilla.
No se pierdan el siguiente capítulo amigos…