Armando Montalvo Olivo.
México tiene un reto enorme en materia sanitaria. No sólo tiene que enfrentar la pandemia del Covid-19, sino que tiene que hacerlo con un sistema de salud pública que está colapsado por otras enfermedades comunes entre los mexicanos como la diabetes o la hipertensión, entre otros padecimientos derivados de la epidemia de obesidad en el país. Y Coahuila como todas las entidades es arrastrado por esta situación.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido fuertemente criticado por no seguir al pie de la letra las indicaciones que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó para evitar la propagación de la pandemia de coronavirus (Covid-19).
El gobernante del país no sólo ha evitado seguir las indicaciones sanitarias, sino que incluso las ha desafiado al mantener su política de “cercanía” con la gente y, eso ha provocado que la mayoría de los mexicanos no crean en la pandemia que cada día que pasa cobra más víctimas.
Su indiferencia respecto al tema le ha valido a él y al subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, encargado de atender el tema de coronavirus en México, una lluvia de críticas negativas.
Y si a ésto le agregamos que el gobierno federal no quiere hablar mucho del Coronavirus; no quiere que haya cifras evidenciando la magnitud del problema; cree que el virus es una conspiración conservadora y no el mayor reto a su capacidad de conducir al país en tiempos de crisis.
El sociólogo coahuilense Martín Romeo dice que es probable que México pague un precio alto por no haber asumido una postura más agresiva y más preventiva. Ahora retamos al Coronavirus con un sistema de salud aniquilado por la austeridad del presente y la falta de inversión del pasado. Hoy en día, los hospitales están sin camas suficientes y sin respiradores. No hay pruebas suficientes, México es uno de los países que hace menos pruebas en el mundo; y hay carencia del equipo médico necesario, y lo más grave: sin coordinación ni comunicación del gobierno federal con los gobiernos estatales.
Se asegura que cuando inició la contingencia sanitaria en nuestro país, se reunieron en la Ciudad de México la Comisión de Alto Nivel de México y funcionarios estadounidenses, donde el tema del Coronavirus fue el tema central. Afirman que la reunión acabó entre gritos y fue calificada una junta rígida.
Las dos delegaciones comenzaron a gritarse en un pandemónium, por lo que tuvo que intervenir el representante de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la anfitriona de la reunión, y solicitarles que guardaran la compostura y que dejaran que terminara la presentación del vocero mexicano. Cuando terminó de exponer, el escepticismo del gobierno mexicano sobre lo que el mundo estaba haciendo y la información que estaban presentando, el estadounidense comenzó tajante: el gobierno de Estados Unidos desconfía de las cifras del contagio mexicano.
La intención era discutir cómo y en qué escala se cerraría la frontera, pero el resultado al final del encuentro fue distinto. El vocero de los estadounidenses dijo, en la conclusión, que dadas las claras diferencias entre la política pública de ambos países para abordar la crisis de la pandemia, todas las decisiones referentes al tráfico fronterizo dejarían de ser consensuadas y se darían en forma unilateral”.
En diferentes partes del mundo, como en China, hay muchas fábricas. En Italia no dejan que ningún vehículo disfrute las privilegiadas carreteras de cuota. En Estados Unidos, específicamente en Nueva York, cerraron los teatros de Broadway. En París los cafés bajaron la cortina y en España los bares cerraron. Walt Disney colocó candados en todos sus parques y en este momento no hay deportes, y los restaurantes más famosos del mundo dejaron de prestar servicio.
Incluso, en los trenes de Europa se giró la orden que nadie viaje por 30 días. En tanto, que en México se toman decisiones que no respetan un importante número de mexicanos y eso traerá consecuencias graves si no es que ya existen.
Focos rojos en Coahuila
Monclova es el epicentro de la pandemia en Coahuila, donde el brote de Coronavirus ha rebasado por mucho al resto del Estado. En el reporte del 28 de abril a las 12 del mediodía, el Plan Estatal de Prevención y Control del Covid-19, reportaba 394 contagios y 38 defunciones.
Monclova, reporta 201 casos, Torreón 48, Saltillo 45, Frontera 22, Piedras Negras 22, Matamoros 14, Castaños 9, Ciudad Acuña 8, San Juan de Sabinas 4, Sacramento 4, Múzquiz 3, Ramos Arizpe 3, San Pedro 3, Cuatro Ciénegas 2, San Buenaventura 2, Nadadores 1, Francisco I. Madero y Escobedo 1.
La Secretaria de Salud tiene registrados 22 muertos en Monclova, 4 en Matamoros, 3 en Acuña, 3 en Torreón, 2 en Saltillo, 1 en Sacramento, 1 en San Juan de Sabinas, 1 en San Buenaventura y 1 en Múzquiz.
Y es que a pesar de que nos encontramos en la Fase 3 de la contingencia sanitaria, en Coahuila no solo hay ciudadanos que hacen caso omiso a las recomendaciones que emiten las autoridades de los tres niveles de gobierno, sino también funcionarios públicos y políticos que siguen creyendo que el Coronavirus no es tan peligroso como parece.
Sin embargo, el número de decesos hablan por sí solos, y no se digan los contagios que continúan a la orden del día en la mayoría de los municipios de Coahuila. El desenlace del Covid-19 y lo importante viene en fecha próxima. Todos los verán y ojalá no sea demasiado tarde. “Quédate en casa” por favor. Hazlo por tu familia, y por todos.
