La partidocracia y la 4T

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

Ahora que nuestros gobernantes abrieron las puertas a la pandemia para reactivar la economía con la consigna de “Sálvese quien pueda”, nos instalaremos en esta realidad.

Desde hace días el pleito de algunos periodistas y medios contra las ocurrencias del presidente López Obrador (que es el único que habla, dispone, ordena y toma decisiones) ha escalado a niveles también de ocurrencias, como el caso de acusar de comunista y socialista al presidente de la 4T. ¡Por favor! Más respeto pa’l pasaje.

En esa guerra de facciones ningún sector afectado participa activamente en el debate, en donde está ausente la voz de los pobres que trabajan, desempleados, pequeños y medianos empresarios, clase media, sectores ilustrados, etc., de tal manera que las creencias de cada bando son las que se ventilan a la opinión pública.

Este pleito ha olvidado cuestiones fundamentales. Por ejemplo, Amlo obtuvo el triunfo con la votación del 30 por ciento del padrón electoral, es decir 30 millones de votos; otros 30 millones de sufragios fueron para el resto de los partidos, y 30 millones de abstencionistas no votaron. Pese a ello, la oposición no existe y el presidente sigue en campaña, ahora comprando votos con dádivas proveniente del erario, de los impuestos de los mexicanos y dándoles dinero a los que ni quieren trabajar ni estudiar y los mantienen sus padres.

López Obrador tiene una frase recurrente para descalificar la crítica: “No nos confundan, no somos iguales”; y Amlo tiene razón: López Obrador y Morena no son iguales, son los mismos, y veamos por qué. Los 30 millones de votos que obtuvo Amlo en 2018, provienen de la partidocracia, los que votaron por López Obrador son ex perredistas, ex panistas, ex priistas, los oportunistas del Verde Ecologista y los salinistas del Partido del Trabajo. Entonces son los mismos, porque los abstencionistas no votaron.

Aun con estos datos, se insiste en que Amlo ganó con el 53 por ciento de los votos, pero se les olvida decir que de los votos emitidos, pues de un padrón electoral de 90 millones, solo votaron 60 millones. En ese juego electorero nunca consideran a los abstencionistas, por eso leemos a cada rato que Amlo conserva más del 50 por ciento de aprobación, pero se olvidan que 30 millones ni votan ni opinan. Es la aprobación de la partidocracia para Amlo.

Por eso los sectores afectados deben participar y no dejar a los periodistas la lucha que ellos deben dar. Ahora más que nunca México necesita de la participación activa de la clase media, otrora el sector que definía las elecciones en México y que ahora están próximos a ingresar a la pobreza; se requiere la voz de los trabajadores productores de la riqueza, cuya fuerza de trabajo es su único patrimonio, y están perdiendo sus empleos.

Por otra parte, nadie en su sano juicio cree que se harán cambios con los mismos que permitieron la venta del país y la instauración de la corrupción y la impunidad. Los que votaron por Morena en 2018, son los mismos que votaron por Vicente Fox, Peña Nieto y los demás presidentes. Por eso se cree que la 4T no es la cuarta transformación de México, sino la cuarta transformación del PRI.

No nos engañemos, la deplorable situación del país es responsabilidad de la partidocracia, a la que le damos miles de millones de pesos para que nos engañen, nos dividan, nos roben y ahora hasta nos quieran someter… Ya basta de politicastros y partidos corruptos… En esta “nueva” realidad hagamos algo por el futuro de México que es el nuestro…