¿Presidente del partido o del país?

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Iván Nájera Agüero.

Andrés Manuel López Obrador gana la elección por la presidencia de México, porque convenció a millones de mexicanos de la prioridad de erradicar la corrupción. Ya que los niveles de corrupción habían rebasado todos los límites posibles, el gobierno de Enrique Peña Nieto llegó a extremos absurdos. A pesar de que fue el regreso del PRI no aprendieron nada de los errores al gobernar anteriormente, al contrario, mejoraron las formas de extraer los recursos públicos para llevarlos a sus bolsillos en Suiza, las Islas Caimán, etc. Algo interesante es que mucha de la prensa crítica de López Obrador no dijo nada en el momento de la casa blanca entre otros casos de corrupción en el sexenio pasado.

Sin embargo, el repudio a la corrupción empieza a desgastarse, AMLO no ejerce de facto ese combate, de palabra lo hace muy seguido o casi siempre. Lamentablemente el peso de MORENA lo jala una y otra vez a tropiezos políticos relacionados con corrupción que le cuestan muy caros a un presidente que mes a mes sufre un desgaste en el apoyo por la simple razón del ejercicio de gobernar. Esto lo vemos en la situación que sucedió hace días con el video difundido en donde aparecen David León y el hermano del presidente, Pío López Obrador, recibiendo un millón de pesos para apoyar al partido de MORENA en la cuestión de las tarimas, sonido, etc., utilizados en las visitas de AMLO a las diferentes ciudades del país, es claro que no es lo mismo este millón a diferencia de los miles de millones que gobiernos anteriores han extraído de muchas maneras en los últimos 25,30 años. Con este tema hay un error táctico de AMLO en abandonar el espacio de jefe de estado y meterse en asuntos de partido, en el ejemplo de tratar de justificar las aportaciones mencionadas anteriormente, tanto así trató de justificar y resolver el problema que separó el dinero en bueno y malo.

Regresando al tema de la corrupción de sexenios anteriores, sería algo revolucionario lograr sentar en el banquillo de los acusados, usando la información de Lozoya entre otros personajes, al presidente anterior, para plantear que está empezando, cambiando algo, ya que es más complicado hacerlo con Calderón más no imposible, pero tiene que ser primero uno y luego el dos, es lo mejor tácticamente. Con el tema de juzgar a los expresidentes, pienso que se equivoca en la consulta popular que quiere llevar a cabo, creo existen los instrumentos jurídicos para llevar a juicio a un expresidente, por ejemplo, a EPN, ya que muchas consecuencias de sus decisiones, omisiones, etc., están saliendo a flote, pero preocupa que López Obrador piense y se preocupe más que alguien vaya a pensar que se está vengando o no. Debería de estar situado por encima de eso, ya que, si algo debe hacerse, se debe de hacer, a pesar de los costos políticos. Además, si lo que quiere es transformar una realidad de corrupción de años en México, debe de portarse como estadista.

Para tomar en cuenta

El líder de los campesinos, Gerardo Cisneros, denunció que los representantes federales como diputados, Armando Guadiana, Francisco Borrego y Reyes Flores Hurtado, este último representante en el Estado del Gobierno federal, no atienden las peticiones de la gente del campo y solo favorecen a sus amigos, representantes de los ejidos Antiguos Mineros, Tanque Nuevo, La Babia, 6 de enero, San Vicente y San Juan de Boquillas, estás también se encuentran por la misma razón.

 
También señaló que Reyes Flores Hurtado, el representante federal en Coahuila, no atiende a la gente y ya no confían en él, buscan que de la Ciudad de México intervengan con mesas de trabajo donde sean atendidas por funcionarios de primer nivel.