Nuevo activismo político

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Sócrates A. Campos Lemus.

TERMINARON LAS MATRACAS, LAS PORRAS, LOS PORRISTAS, LOS CAMIONES, LOS TACOS Y REFRESCOS, LAS MOVILIZACIONES MASIVAS PAGANDO GASTOS PARA RENDIRLE A LOS PRESIDENTES LOS HONORES Y AGRADECIMIENTOS EN SU INFORME PRESIDENCIAL DE LOS DÍAS PRIMERO DE SEPTIEMBRE.

Los tiempos cambian y los mecanismos de movilización con fines propagandísticos también, ahora, desde que la política cambia y deja a sus bases y organizaciones porque se hacía en los medios, se comenzó a mantener la costumbre de los mensajes presidenciales, y además, como los grupos de oposición se radicalizaban en los espacios de las Cámaras y no permitían el lucimiento de los políticos, se acostumbró, en vez de leerlo, enviarlo con un secretario y entregarlo a las cámaras de diputados y senadores para su aprobación y análisis, total, los únicos desinformados, como siempre y sorprendidos por los escándalos y saqueos y corruptelas éramos todos los mexicanos, por esa razón el impacto de Andrés Manuel López Obrador es el comunicar con sencillez y claridad lo que supone y realmente interesa al pueblo, y ahí está su impacto y grandeza, por esa razón le tienen confianza, porque no anda con la pomposidad de los anteriores políticos ni con los manejos pomposos y grandilocuentes con el que se manejaban los expresidentes, cuando al final de cuentas sus trácalas, transas y corruptelas se venían conociendo por el “fuego amigo” y por las filtraciones de sus enemigos, el asunto es que todos sufríamos los desencantos y las corruptelas que al final pagábamos y veíamos cómo los políticos y sus socios empresarios y cómplices se venían enriqueciendo cada día al igual que sus familiares, compadres y cuates, de ahí la desesperación y la pérdida de confianza para con los políticos, se ahí el encabronamiento porque al final de cuentas el pueblo no olvida y recuerda cómo se han enriquecido los políticos, empresarios, socios y cómplices, por esa razón, además, los mismos políticos cavaron su tumba al convertir a sus partidos en mafias de poder que en grupitos se robaban todo, y por ello perdieron toda confianza y encabronaron a los ciudadanos que cuando vimos la oportunidad del cambio en paz, por medio de las votaciones, terminaron con esos grupos y eliminaron en la realidad a los partidos que, en la práctica, solamente eran grupitos de hampones que manipulaban todo por medio de los apoyos y gastos en publicidad política que les alababa y trataba de encubrir sus trácalas, pero que al final, no pudieron, y así se generó su caída y hasta el momento no saben cómo hacer su retorno a ese juego de brujos y hampones.

Terminaron las matracas, las porras, los porristas, los camiones, los tacos y refrescos, las movilizaciones masivas para rendirle a los presidentes los honores y agradecimientos en su informe presidencial.

         Los nuevos tiempos cambian todo y obligan a entender que nos estamos acostumbrando a las respuestas diarias del presidente y sus secretarios y funcionarios de primer nivel, y esto obliga a la exposición directa con los ciudadanos en las reuniones o mítines que se realizan, y ello hace que los políticos se den permanentemente “baños de pueblo” y se expongan a la crítica y peticiones directas de los ciudadanos en todos los niveles.

Los políticos no están acostumbrados a este tipo de activismo que domina bien el presidente López Obrador y que opera con gran facilidad en todos los casos. Es claro que, por ejemplo, en este sentido, el presidente deja a un lado a su organización política, no por la razón que a veces manifiesta de que ahora es el presidente para todos los mexicanos, sino porque en la realidad, Morena, no ha logrado ser una verdadera organización de control de masas porque está conformada por grupitos, capillitas y tribus y todas se someten a lo que diga el presidente, porque saben que el verdadero organizador de triunfos y derrotas, por el momento, es el presidente que cuenta con la confianza y el respeto de los ciudadanos, y no los tiene Morena, así que no se nos hace raro que Morena, hoy que el presidente llama a investigar y llevar ante las autoridades a los expresidentes, sus “dirigentes” digan que están estudiando si lo apoyan o no, cuando el presidente les lleva por delante mucho trecho.

         Los años brindaron una enorme capacidad de movilización y de formación de cuadros políticos al PRI, y de ahí se han nutrido todos los partidos y organizaciones, incluyendo a Morena, cuando vemos que el mismo presidente tuvo sus inicios y carrera política desde el priismo y que cuenta con la experiencia de esa formación. Hoy en día, no tenemos esos cuadros y los organismos políticos se rodearon de tecnócratas insensibles y poco dados a la acción desde las bases ciudadanas, pretenden, incluso hoy, que por medio de los medios de comunicación se haga política, cuando las gentes demandan la presencia de los políticos y su trato directo, porque de otra forma no los pelan ni los quieren.

         Ante esta nueva realidad muchos de los integrantes de Morena que llegaron al poder, no por ellos, sino por la inercia de la votación en favor de Andrés Manuel, se han venido perdiendo en esa burocracia e incluso, en muchos casos, en el desastre administrativo que genera corruptelas e ineficiencia, y en muchos sitios han perdido, por ello, confianza, y con seguridad dan entrada a los grupos de la oposición, por esa razón el presidente debe hacer un barrido de la realidad política existente en todos los lugares donde ahora hay conflictos y posible pérdida de poder ante esos errores y deficiencias de muchos oportunistas que se cubrieron en el manto y fuerza de Morena, que no es otra cosa que la fuerza y valor de AMLO, y por ellos no tuvieron el control de los grupos ni del partido y ahora, están en crisis en muchos sitios.

         En la actualidad el presidente tiene que entender que debe aplicar su fuerza moral y guía a Morena, para darle oportunidad de que se consolide como un partido y deje se tener esa debilidad mostrada hasta hoy, donde las ambiciones y luchas internas logran destruir a sus propios cuadros políticos en vez de apoyarlos para construir fuertes políticos que apoyen y ayuden en la tarea del cambio y la reconstrucción nacional.

Debemos salir de la crisis económica, de seguridad y de falta de liderazgos locales que afectan la dirección nacional de Morena y provocan divisiones en vez de uniones… “hay que levantar a los caídos no tirar a los levantados” … dicen por ahí.