Profesor Evaristo Velasco Álvarez.
El miércoles 17 de febrero por la tarde, me entero de la PUÑALADA TRAPERA que los miembros de la 2ª. Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ha determinado, y al decir de ellos mismos, que la UMA (Unidad de Medida y Actualización) deberás ser el elemento a aplicarse en cuanto a las PENSIONES y JUBILACIONES para los trabajadores al servicio del Estado (ISSSTE).
Me parece que en ningún momento se está razonando conscientemente al tomar tremenda determinación por individuos que se han pasado por el Arco del Triunfo lo estipulado en la Constitución Política de México. Mientras ellos gozan de sueldos superiores al sueldo del presidente de la república ($108,000), recibiendo hasta CUATROCIENTOS MIL PESOS MENSUALES, cuando a los jubilados y pensionados del ISSSTE nos atrapan maliciosamente en la fatal UMA.
Además de molesto, estoy seriamente preocupado por cosas como ésta; declaro que de mi pensamiento están surgiendo miles de blasfemias e ideas dirigidas para todos los integrantes de esta SCJN, que según mis análisis no son justas sus determinaciones. ¿Cómo puede decirse que avalan la JUSTICIA, que son los obligados responsables de vigilar, analizar y determinar si algo es JUSTO o no? Esto se enmarca exactamente en el dicho mexicano: “EL BURRO HABLANDO DE OREJAS”.
¿En qué “sesudas” deliberaciones se estarán basando? Recuerdo que en sexenios anteriores el Lic. Ernesto Cordero mencionó: ¡El pueblo es ingrato; con $6,000.00 mensuales es suficiente para vivir holgadamente…” ¿Serán análisis como éste de donde encontraron que los jubilados y pensionados, después de entregar sus mejores años, su juventud y su experiencia al engrandecimiento de la nación, no merezcan contar con la retribución económica JUSTA?
Pero, ¿y los “flamantes” integrantes del Comité Ejecutivo Nacional de nuestro sindicato, qué han hecho; qué están haciendo? No concibo la idea de que quienes deben de luchar por la defensa de los trabajadores, se queden de brazos cruzados y arrellanados en sus cómodos asientos, y disfrutando de la vida regalada que se dan, sin mover un solo músculo en beneficio de los trabajadores, a quienes juraron defender.
¡Alfonso Cepeda, sal y da la cara! A nombre de todos los millones de jubilados y pensionados de México, te exijo que salgas y cumplas con el cometido al que juraste realizar. Si en verdad, como dices, eres hombre y hombre de palabra, sal y da la cara y resuelve de inmediato este penoso asunto.
¡Basta ya de simulaciones! ¡Basta ya de gozar de los beneficios económicos de las cuotas sindicales que por 30 o más años, hemos entregado, teniendo en mente que serían para darles fuerza de acción en la defensa de nuestros derechos! ¡Pónganse a trabajar, si es que quieren nuestro respeto! Lo exigimos, para ¡Que viva México!