Niegan registro a Félix Salgado Macedonio en Guerrero y Raúl Morón en Michoacán y Salazar en Torreón. Morena tendrá que cambiar de candidatos.
Carlos Padilla Muñoz.
DEFINITIVO, Félix Salgado Macedonio ya no será el candidato a la gubernatura de Guerrero, Morena tiene 48 horas para reponer otro candidato, tampoco Raúl Morón ira como candidato en Michoacán. En cinco días máximos tendrán que registrar otro aspirante, después de que el Tribunal Superior Electoral de la Federación, TRIFE, ratificó la decisión del INE de cancelar los registros por no reportar los gastos de precampaña.
Luis Fernando Salazar, candidato fallido por Morena también corrió la misma suerte después de que el INE ratificó por segunda ocasión la decisión de negarle el registro por las mismas condiciones, en un ataque grave para el partido en el Poder.
Se trata del reflejo por los movimientos de protesta que realizó tanto Salgado Macedonio como Raúl Morón, pero sobre todo por la soberbia amenazadora del político guerrerense, que bajo el viejo estilo de amenazas, intimidador, llegó al grado de amenazar de muerte a los consejeros del INE, al decir que iría hasta sus domicilios ya que los tenía localizados.
Después de que Salgado Macedonio hizo estas amenazas públicamente y aunque trató de corregir la plana unos minutos después, el daño ya estaba hecho.
No podría clasificarse de una acción revanchista por parte del INE y el TRIFE, pero una acción refleja por las amenazas e intimidaciones del político guerrerense, quien fracasó por tercera vez en trata de gobernar el estado de Guerrero.
Ni siquiera el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pudo defenderlo, vamos ni siquiera el Chapulín Colorado, el único que lo acompañó en los últimos momentos, aunque a distancia, fue el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien solo pudo declarar que la descalificación de Salgado Macedonio, Raúl Morón y otros candidatos, fue “un golpe a la democracia”, aunque su partido acatará esta decisión y cambiara los candidatos.
El comportamiento porril al estilo de Fernández Noroña, amenazador, bravucón, grosero, pelafustán, ya no ha dado resultados, sobre todo porque la prensa mexicana en su mayoría está pendiente de cualquier error de los morenistas y del Gobierno de la Cuarta Transformación, para llenar columnas y reportajes.
Raúl Morón fue presa de la inercia del alud que provocó Salgado Macedonio, desde las denuncias por violación y otros delitos, que si bien no lograron arrancar una orden de aprehensión, por intervención del Gobierno de Guerrero en manos de Morena y el PRD, lo mismo podría decirse de Luis Fernando Salazar, aunque en este caso la intervención de manos priistas y panistas tuvieron mucho que ver.
Andrés Manuel López Obrador, quien en un inicio apoyo con todo al toro guerrerense, ahora anda ocupado capoteando las embestidas mediáticas por la trama de prolongar el periodo del Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Saldívar, modificando incluso la propia Constitución, que el mismo AMLO dijo que era sagrada e intocable. El Presidente al encontrar que la prolongación del periodo de Saldívar al frente del Poder Judicial no era reelección, está preparando el terreno para una posible reelección disfrazada de prolongación, aunque si pierde la mayoría en el legislativo esta posibilidad se esfuma en automático.
La pretensión de López Obrador es controlar cuando menos dos partidos, si pierde la mayoría legislativa, tendrá que manipular fuerte al Poder Judicial.
Luis Fernando Fuera
DESPUÉS de lo que pasó con Salgado Macedonio y Raúl Morón, Luis Fernando Salazar quedó fuera de la candidatura a la alcaldía de Torreón, después de que el Presidente perdió el control del TRIFE y el INE. Luis Fernando Salazar inscribió como candidato a su padre Luis Fernando Salazar Woolfolk.
La lectura que se da en el ambiente electoral es que el Presidente no podrá manipular las elecciones como se pensaba, aunque podrían apoyar al nuevo candidato que ponga Morena, que podría ser un Juanito, es decir un vientre electoral que juegue el papel de candidato y que de ganar las elecciones, entregaría la alcaldía al Niño Azul, aunque el retraso de la campaña podría ser fatal, quedan solo tres semanas prácticamente.
También se puede interpretar como una pérdida de poder para el Presidente AMLO, que sigue cometiendo errores garrafales y manejando el desgastado discurso populista que otorga con falacia el poder al pueblo.
Por eso el ejecutivo no ha obedecido del todo al INE de que deje de hacer campaña y descalificaciones en las mañaneras, la tribuna que utiliza para atacar a toda sombra que no camine en la sinergia que él quiere. Morena agoniza y podría estar entubado en el hospital electoral este 6 de junio, donde se disminuye el sueño de repetir el triunfo del 2018. Es Cuanto.
