Luis Fernando Hernández González.
“Será altamente relevante el papel cívico electoral que juegue la clase media para definir el sentido y rumbo de la política del país en esta ya próxima elección”.
Los partidos políticos, candidatos, así como diversos actores de la sociedad civil y del aparato gubernamental, hoy en día realizan toda serie de maniobras en artificios legales y prohibidos, para dejar muestras de su presencia ante un electorado que da muestras de estar en un estado de pasmo, al mostrar emociones que rayan en el desprecio de las cuestiones sociales y públicas, lo apreciamos ante los efectos de irresponsabilidad en el cuidado de la salud, en los estragos que ocasiona la criminalidad, en el menosprecio oficial del gobierno federal a los problemas presentes que generan la falta de atención educativa y su rezago consecuente, en la falta total de pericia para resolver los asuntos legales y de gobernanza en el país, con cero obra pública de interés social o comunitario, en una confrontación social que divide a la sociedad y estimula mediante presentaciones mañaneras el rencor y el odio entre mexicanos .
Los actores políticos de distinta ideología agreden pero no debaten, no utilizan la tribuna para edificar y construir una mejor sociedad para todos, por el contrario desdibujan el lenguaje para insultar y denostar al adversario, al considerarlo potencialmente un enemigo y descalificarlo con tal saña que no aprecian sus consecuencias y efectos en la sociedad , así actúan y lo vemos con los Salgados Macedonios, en los Noroñas que pululan, en seudo periodistas bajo camuflajes de la ignominia que participan en coro de adulación ante el presidente en sus alocuciones tempraneras.
Por su parte, el clientelismo patriarcal de una autoridad federal reproduce esquemas publicitarios e informativos ordenados por el foro de Sao Pablo, bajo criterios y premisas que alientan y espolean a los desposeídos con actitudes y acciones beligerantes teniendo como escudo el combate a la deshonestidad y la corrupción, estimulando en todo la simpatía por el odio y la venganza, teniendo como plataforma la pobreza para inocular el cultivo de simpatías totalmente mezquinas .
Se descuida la cohesión entre mexicanos y sus respectivas regiones, con cero tolerancias a disidentes y adversarios que sostengan criterios diferentes al iluminado y mesías del poder nacional, lo mismo en materia económica, que en seguridad, carencia de prácticas exitosas en la operatividad del gobierno, por el contrario avivando en el día a día la confrontación y conflicto entre aquellos que piensan diferente, sean empresarios, intelectuales, políticos, académicos, editorialistas, articulistas, todos ellos son tratados de conservadores, emisarios neoliberales, explotadores, integrantes de mafias de poder en el pasado; con cero obra pública de interés social o comunitario.
En estos tiempos electorales se ha comentado por analistas y expertos estudiosos de la sociedad, sobre los criterios frágiles e inconsistentes de la menguada madurez de nuestra sociedad en general, en cuestiones de participación social, rayando en diagnósticos que la limitan a comportamientos de un analfabetismo cívico y político, dependiente y vulnerable de las dádivas económicas y becarias del poder federal, como así sucede en amplios sectores del sur y sureste mexicano, esfera natural de este mandatario tropical que gobierna la nación.
Como sabemos en esta elección monumental están en juego no solo las 15 gubernaturas, sino también 500 diputados federales, cerca de 2,000 alcaldías con regidores y síndicos en 30 entidades, y más 1,000 legisladores de Congresos locales
En este evento electoral juega un papel por demás importante la clase media de la sociedad, situación procesal que conlleva a dar clara respuesta a los agravios y menosprecio que ha sufrido este importante segmento de la sociedad, cuyo factor de dinamismo es el más substancial que da evolución al desarrollo, tanto económico como social, en la población del país.
Pues es este sector medio el que produce, consume, moviliza y alienta la superación del conjunto social, es en el que se finca la base de la superación y la prosperidad de todo pueblo.
Son por tanto unas elecciones que serán decisivas para el futuro a corto y mediano plazo de nuestra nación, sobre todo porque los partidos de oposición a Morena se han unido para tratar de quitarle la mayoría que ostenta ese instituto político en la Cámara de Diputados.
Al ser la madre de las elecciones en este 2021, solo resta comentar a ustedes que será sin duda alguna el comportamiento decisivo de los sectores medios de México los que abran de definir la siguiente página de la historia. En ellos estará la responsabilidad de una opción cívica participativa que haga avanzar a la modernidad al país o lo dejará estático en el retroceso experimentado hasta ahora en el actual gobierno federal.
Que sea la responsabilidad del voto lo que dé sentido al México que queremos.