Los señores déficit y lobos pro yanquees

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Fernando Fuentes García.

Madame Déficit, es el sobrenombre atribuido a la reina María Antonieta consorte de los franceses (1773-1794) por la crisis financiera de su país, la chispa que detonó la revolución francesa resultado del fracaso del antiguo régimen que, al igual que en el actual régimen neoliberal, produjo una profunda desigualdad económica y social. Título que incluye a su parlamento y a la aristocracia de entonces, por ser cómplices de la Corona Francesa.

En un ejercicio de analogía, podríamos designar como los “señores déficit” al otrora régimen que cogobernó como una dictadura perfecta (Mario Vargas Llosa, 1990) hasta el año 2018. Las reglas no escritas establecidas en el Sistema Político Mexicano inaugurado por el grupo Sonorense en 1920, les permitió “concentrar el poder” con una simulada democracia y más adelante con la instauración del modelo neoliberal impulsado por el Consenso de Washington. Así el desmantelamiento del aparato del Estado y el saqueo y “entrega” de nuestros recursos y bienes, produjo una oligarquía económica y política que, cual si fueren los señores feudales, cumpliría a cabalidad la máxima vil expuesta por Adam Smith, “todo para nosotros y nada para los demás”. Lo que dejó a los mexicanos al borde del abismo y a la nación en la perfecta condición para que nuestro vecino territorial cumpliera su destino manifiesto. Motivo por el cual se han ganado el título de “lobos pro-yankees” en semejanza al título de “loba austriaca” al que se hizo acreedora la reina María Antonieta por haber beneficiado a Austria en contra de los intereses de Francia.

La “sabia” gobernanza de los guardianes del neoliberalismo y de la falsa democracia, esos que hoy se muestran en la alianza PRI-PAN-PRD junto al eje empresarial designado como “Sí por México”, llevaron a nuestro país a una terrible desigualdad económica y social y a un paralizador y casi esclavizante “déficit”. Una voluminosa deuda pública -externa e interna- que solo en los sexenios de Fox, Calderón y Peña Nieto se multiplicó por más de cinco (5) veces y cuyo pago de intereses carcome las arcas públicas año con año y que junto a lo destinado al rescate bancario (regalo de Zedillo) y otros financiamientos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, superó en el 2020 por más de 70 mil millones de pesos lo destinado a obra pública (https://www.jornada.com.mx/2020/12/30/opinion/016o1eco).

En los primeros dos años del presente sexenio, el saldo legado por los gobiernos neoliberales no dejó de crecer por los intereses del propio débito, aún sin contratar deuda pública. No puede dejarse de lado que los “señores déficit” solicitaban con gran alegría mayor deuda al inicio de la pandemia y no necesariamente para ayudar a las finanzas públicas, sino para sanar las pérdidas de sus empresas. Hoy la tendencia alcista de la deuda se ha revertido, de acuerdo con el secretario de Hacienda, Arturo Herrera. En su reporte para la Cámara de Diputados del mes de marzo pasado, pronosticó la disminución de casi un punto del PIB este año y una senda sostenida a la baja para el próximo año 2022 (https://www.jornada.com.mx/2021/04/01/opinion/006o1eco 1/).  

Al igual que en la corte francesa de entonces, la austeridad es negada por la oposición política, pues estos saqueadores harán todo lo posible por no dejar de succionar de la teta del erario público. Tan solo en los dos primeros años de este sexenio se han ahorrado un billón 300 mil millones de pesos en compras (antes amañadas) y contratos que la sabia oposición concedió a privados con ofensivas clausulas leoninas. Hoy es ya una realidad Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, aprobada después de ocho años de estar congelada a causa de los “señores déficit”, quienes no dejaron de aumentarse su ingreso. Así mismo en el camino de la austeridad y la erradicación de la corrupción, se ha declarado ya la constitucionalidad de la reforma al artículo 74 de la Carta Magna para eliminar las partidas secretas establecidas desde la Constitución de 1917. Hay que destacar que el congreso estatal de Nuevo León, no avaló la reforma.    

Por otro lado tenemos a los nada samaritanos Barones del sector privado, que a semejanza de los miembros de la clase privilegiada y aristocrática de la Francia de entonces, se niegan a cooperar para reactivar la macroeconomía y se rehúsan a perder los privilegios que el régimen anterior les concedió en detrimento del interés de la mayoría, por poner un ejemplo, el privilegio de la evasión fiscal que tan solo en el sexenio de Enrique Peña Nieto significó 4.1 billones de pesos, cerca del 22% del potencial de recaudación para el período. No es de extrañarse el encono y afán golpista de algunos, en especial de aquellos que bajo el disfraz de asociación civil sin fines de lucro, se organizan bajo el nombre de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, para promover una infinidad de amparos con el fin de paralizar el progreso. Organismo denunciado recientemente por recibir financiamiento de un gobierno extranjero a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional” (Usaid, por sus siglas en inglés). La agencia que en un reporte de su misma oficina advierte su verdadera preocupación (ver. https://youtu.be/pORZM6Q_0Vc). 

El mérito al título “lobos pro-yankees” se lo han ganado también, los títeres de los “señores déficit”, los intelectuales orgánicos y voceros mercenarios. José Blanco (la Jornada, 2021/03/30) nos brinda una muestrita haciendo mención de Denise Dresser en Foreing Affairs con el artículo “El presidente de México está dispuesto a pelearse con Washington. La administración Biden no puede permitirse el lujo de ignorar a su vecino del sur”. Veamos también a David Agren, de The Guardian, con la aportación “México fue una vez un líder climático, ahora está apostando a lo grande por el carbón”. Por último no podemos dejar de mencionar al Enrique Krauze con su aportación en The New York Times, con el encabezado “¿Puede Biden ayudar a contener el declive democrático de México?”, aportación de la cual nos habla David Guillén Patiño (https://elperiodicodesaltillo.com/wp/2021/04/01/mexicano-incensando-a-la-casa-blanca%ef%bb%bf/).

¿Negociar el pacto fiscal, anular la elección o salir del pacto federal?

Más allá de la viabilidad (nula) de negociar el pacto fiscal que propone el candidato a la gubernatura de Movimiento Ciudadano, Samuel García, está la amenaza de salirse de este pacto (Orlando Maldonado: Milenio Monterrey / 21.04.2021). Ante este planteamiento y la visita relámpago del candidato a la gubernatura del Revolucionario Institucional, Adrián de la Garza, al infame representante de la Organización de Estados Americanos, el uruguayo Luis Almagro, nos obliga a preguntarnos ¿Qué es lo que está en el fondo de parte de la desesperada ala conservadora regiomontana? ¿Es esta una estrategia para atizar el fuego del motín popular, con la aportación de espurias pruebas y argumentos, para desacreditar la elección si no les favorece o para incitar a la salida del pacto federal? ¿Qué no es lo mismo que la corrupta elite política-económica y sus títeres, los intelectuales orgánicos y prostitutos voceros, organizaron para dar un golpe de estado en Bolivia, avalado por un desacreditado organismo imperialista “manchado de sangre” de nuestra América? (https://www.voltairenet.org/article192631.html). 

Sobre el Autor

Fernando Fuentes Garcia es un escultor autodidacta especializado en el bronce, comprometido a transmitir la aportación única y vital del arte y la escultura a la sociedad y a contribuir a un mejor México. Convicción que ha ejercido publicando artículos y ensayos en el blog de ciencia y tecnología Reporte Ciencia UANL, en la Revista Levadura y El Periódico de Saltillo.