¿Andrés el agitador, Andrés el presidente? Entre Maquiavelo y Montesquieu

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Luis Fernando Hernández González.

Al hacer un recuento de aciertos y acciones  en  la vida de este personaje, encontramos   que muchas de ellas destacan por ser un provocador de actividades que perturban el orden público social, en sus diferentes espacios  causas y motivos,  inicia en defensa de apoyos a pueblos indígenas y a la escasez de participaciones a la sociedad por la extracción de la explotación petrolera en su natal Tabasco, generando con ello, turbulencia, acciones sediciosas que rayan en la rebeldía de la sociedad  de aquel sitio.

 Su incursión  en la política lo muestra como un  individuo de  operaciones y ejercicios  intransigentes a una conducta y orden establecido, en donde  practica el mitin incendiario  con más propósitos  resultados inmediatos que fines de alcance en su proceder, arengas , sermones, discursos, soflamas y alegatos son el tierra fértil para  buscar en causar a seguidores  y personas ofuscadas  en una verdad por alcanzar como objetivo, es bajo esta expresión compulsiva  mediante la cual se genera una personalidad de rebeldía y de enfrentamiento, bajo el amparo primero los pobres se confronta con aquellos que han generado su pobreza y desgracia existencial.

Es así, como una sociedad por el tiempo y las circunstancias agraviada, sumisa y doliente, plagada de esperanza, ofrenda su confianza en busca de una realización aplazada  tanto material como espiritualmente, así su mesías abusando de su plataforma mediática y publicitaria,  acusa a los ricos, a los conservadores,  a los neoliberales,  a los colonialistas , a los españoles, a los intelectuales a los medios informativos  nacionales y extranjeros  y a todas aquellos personas ajenas que disienten con su criterio de apreciación política, económica y social.

Es el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo (CONEVAL) y el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) los organismos públicos que nos dicen con claridad y precisión que México somos y que factores sociales y públicos, debemos de atender para buscar ser una sociedad de aplicación y bienestar  en personas, familias  y hogares.

Mire usted, “Para uno de los panegiristas que  abona  en su proyecto, nos señala en sus escritos que ha terminado a simulación  en donde el presidente era amo y señor de vidas y haciendas , pues era el que mandaba callar a  cualquier precio o bien era el que pagaba  para que se  dijera  lo que  aquí,  hoy a ninguna derecho se vulnera y a nadie se le limita su libertad, así, lo  sostiene Epigmenio Ibarra, un personaje  a quien la  banca de estado le ha facilitado un préstamo  económico de 150 millones de pesos , sin clarificar el  por qué se haya realizado dicho empréstito.

Los mexicanos vemos hoy en día a un político ayer humilde, hoy  lleno de altanería, buscando ejemplificar en sus actos a cada una de las personalidades míticas de un México añejo, autoritario, hegemónico y soberbio,  a mas no poder, que  se eleva en su auto pedestal como el ser arrogante que lo entiende, lo  sabe, comprende y ordena   todo; sin meditar  que somos una nación de 128 millones de mexicanos, el mismo personaje que da pie, a ritos  ceremoniales  que le identifican en la plaza pública como el Mesías de cortejo,  con quemas de incienso y ver bajes, que dan un sentido  práctico  semejantes a las ofrendas originarios de hace  6 siglos, propias  de aquel mundo autóctono y natural.

La realidad en este 2021  es otra  al percibirse a  una nación y su sociedad, confrontada y dividida en su cohesión social, sin rumbo, sin sentido, sin proyecto, sin objetivos y metas por alcanzar, frente a un  mundo que no para y va  sobre sus  propósitos  y retos a gran velocidad,; hoy  los mexicanos percibimos a una autoridad federal  en la impericia  y la carencia de  aplicación en las políticas públicas eficientes y eficaces como dicen los políticos, congruentes  y de respuestas ante una realidad  que absorbe, que abarca  y que liquida esas esperanzas sociales de ayer y de siempre.

Cuando un gobierno solo muestra discursos distractores  efímeros de trabajo sin medir resultados  consubstanciales  que  no convence  a nadie, lo vemos en el trato irresponsable  con la pandemia, en la ineficiente y obscura  economía nacional, en el trato a la pobreza, seguridad social, alimentaria y de ingresos; en una práctica gubernativa  que confronta y que divide al aparato gubernamental  en sus instituciones ;  agregue usted,  lo mismo en la movilidad y atención escolares y maestros  en su función primordial  que es  su práctica  formativa y escolar, para crear una sociedad con herramientas de defensa y calidad para un próximo futuro.

La gente se pregunta en donde quedó el Mesías que buscaba salvar a México, que proponía una lucha contra la corrupción, el sometimiento a la criminalidad, el castigo a la deshonestidad, el que bajaría los precios de energéticos y alimentos, el que discurría en plazas y mítines que el pasado era un desastre y una descomposición, el mismo que se consideraba salvador de la patria, en donde quedó y en donde están sus resultados.

 Solo le diré a usted que su consulta social practicada, es el resultado social de una respuesta que desnuda un auténtico ambiente político de un gobierno, alejado de la gente y de lo que están en sus sueños y realidades.

Leer a Maquiavelo, Montesquieu, Sun Tzu, como también a Mandela, Barack Obama, Charles de Gaulle, Winston Churchill, Jesús Reyes Heroles, Porfirio Muñoz Ledo, visionarios de estado entre otros que es necesario y vital para la sociedad mexicana estudiar para su posible desarrollo