Política aldeana. El “liderazgo” en el congreso coahuilense

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Eduardo Olmos Castro, diputado y presidente de la actual legislatura, la LXll, del Congreso del Estado y Javier Lechuga Jiménez, tesorero del órgano legislativo, aseguran tener todo bajo control, pero diputados de los diferentes partidos políticos comienzan a cuestionar el trabajo que realizan actualmente.

Los legisladores afirman en “secreto” que los dos laguneros carecen de liderazgo y tratan de imponer todo a su antojo, como si el Palacio del Coss fuera la Presidencia Municipal de Torreón, la cual manejaron discrecionalmente, obteniendo por ello el repudio de un importante número de hombres y mujeres que reprobaron su forma de hacer política.

El 29 de agosto de 2013, AEME Asesores, emitió una calificación de 4.1 sobre 10 de la ciudadanía al gobierno Municipal, por lo cual reprobaban los torreonenses a la administración de Eduardo Olmos. Estos resultados se desprenden de la tercera edición del Barómetro de México Avanza. Además, esta gestión será recordada mayoritariamente con atributos negativos y sólo destaca como un dato relevante a su favor la obra de “La Plaza Mayor”.

Sobresale la pregunta ¿Cómo recordará al Presidente Municipal Eduardo Olmos? y el 53% fue desfavorable, un 9% favorable, 5% neutral y un 33% dice no saber o no respondió.

Palabras como “malo”, “mediocre” o “decepcionante” ocuparon el primer lugar de las menciones en la respuesta a la pregunta: ¿Cuál es la primera palabra que viene a su mente al hablar de Eduardo Olmos?

Un punto importante de la encuesta muestra el desconocimiento casi total de la población sobre quienes fueron las personas que manejaban la gestión municipal, dado que el estudio arroja que un 97% de los encuestados no recuerdaba el nombre de ningún funcionario.

El 27 de noviembre de 2013, el periódico El Siglo de Torreón público que el organismo Participación Ciudadana 29 calificó la administración del alcalde de Olmos Castro como la más lamentable y pésima que se tenga registrada en los últimos años.

No es de extrañar pues, el obscuro papel que realizan en la actual legislatura, junto con sus diputados, Javier Lechuga y otros colaboradores. 

Se dice que Eduardo Olmos, de 55 años, empresario y lagunero por adopción (nació en Ciudad Obregón, Sonora), se encuentra en posición para llegar a la sucesión de la gubernatura, independientemente de lo que se diga al interior del Congreso del Estado.

Y es que hablar de Olmos Castro en la Laguna, es recordar su mala y pésima gestión que tuvo en su periodo municipal. 

Se tiene presente en Torreón que fue un alcalde alejado del sentir ciudadano y de no resolver sus necesidades que eran muchas, porqué Olmos Castro relevó en el cargo al panista José Ángel Pérez Hernández, quien encabezó una administración llena de indolencia e incapacidad.

En 2009 y los años posteriores, se vivió un clima de inseguridad a lo largo y ancho de Coahuila y Torreón no fue la excepción.

Eduardo Olmos fue un presidente municipal conocido por sus ausencias constantes (lo mismo hace en el Congreso del Estado) por pasar mucho tiempo en una casa de descanso en los Estados Unidos. Siempre se aseguró que careció de los conocimientos básicos para dirigir una administración pública transparente.

Los organismos empresariales como la CANIRAC, el Consejo Cívico de las Instituciones de La Laguna y la CANACOTO tienen presente que Eduardo Olmos en su campaña de 2009, prometió rescatar a Torreón de la inseguridad y nunca lo hizo. En 2010 hubo 449 asesinados, en 2011 se contaron 745 víctimas, en 2012 fueron 769 los sacrificados, y en 2013 se contabilizaron 270 ejecutados.

Los crímenes registrados del 2010, en el Bar Ferrie, Juana´s Vips, Quinta Italia Inn y en el Centro de Recuperación de Alcohólicos y Drogadictos “La Victoria” A.C., fueron solo algunos hechos que consternaron en su momento a los torreonenses.

A Olmos Castro se le atribuyó -gracias a sus influencias- el nombramiento de su ex director de Obras Públicas, el cuestionado Miguel Ángel Algara Acosta, como titular de la Secretaria de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Movilidad del Estado. Relevó en el cargo a Gerardo Berlanga Gotés.

Muy criticado

El nombre de Javier Lechuga nos transporta a Torreón. Fue regidor, director de Egresos y Contralor Municipal. También ocupó la dirección del Registro Público de la Propiedad hasta que llegó al Palacio Legislativo, para ocupar el puesto de tesorero ante el fallecimiento de Julián Montoya hijo.

Si no hay cambio de planes, se asegura que será Javier Lechuga quien ocupe la Auditoría Superior del Estado en sustitución de Armando Plata Sandoval, quien termina su gestión de ocho años, el próximo 9 de diciembre de 2022. 

También se dice que quien tratará de que eso no suceda será Rodolfo Walss, diputado panista, quien sostuvo un altercado con Javier Lechuga en la oficina de este último, cuyo video de la discusión se filtró y se viralizó en las redes sociales, el 1 de agosto del presente año.

Javier Lechuga

En 2017, a Javier Lechuga se le involucró en delitos como la creación de negocios ilícitos, conflicto de interés y peculado en el asunto de la empresa Vibla Edificaciones S.A de C.V., porque la administración municipal de Torreón los contrató para hacer obras por 60 millones de pesos cuando él ocupaba la Contraloría Municipal, y se desempeñaba también como comisario de dicha compañía en donde el dueño era Lauro Villarreal y su hijo Lauro Villarreal Blake

El actual tesorero del Congreso del Estado sabe desde ahora que de llegar a la Auditoría Superior del Estado en el 2022, su principal crítico será el ex panista y actual miembro de MORENA, Luis Fernando Salazar y por debajo de la mesa lo hará el albiazul, Guillermo Anaya Llamas. Serán los primeros en señalarlo de no ser una persona honesta y transparente para desempeñar dicho cargo.

Otro panista que criticó de corrupto a Javier Lechuga años atrás, fue el ex dirigente de Acción Nacional en Coahuila, Bernardo González Morales, pero dejó de hacerlo desde 2020, cuando fue nombrado Magistrado del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, aun sin contar con la experiencia mínima para ocupar dicho cargo.