Carlos Padilla Muñoz.
UNA incongruencia más de la Cuarta Transformación, una de cal por cientos de arena. Si bien esto de consultar si el pueblo mexicano quiere conservar a su presidente en funciones después del tercer año de gobierno está contemplado en la Constitución Mexicana, resulta ahora un gasto innecesario, si fuera verdad que el Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene el 68 por ciento de la población a su favor. Ningún Presidente ha realizado esta consulta.
Resulta innecesario el gasto de más de cuatro mil millones de pesos, lo que se requiere para el proceso de consulta por parte del INE, un organismo que si bien le dio el triunfo a AMLO, ahora le resulta adverso, precisamente cuando prepara la sucesión presencial disfrazada posiblemente para seguir gobernando a través del candidato de Morena, posiblemente Claudia Sheinbaum.
Si el Presidente siente y tiene los datos necesarios de que goza de la simpatía del 68 por ciento, cifra no avalada por ningún proceso de consulta, resulta inviable. No se puede esconder las intenciones del Presidente y su partido Morena, consultar al pueblo sobre si quieren que siga en el poder o lo deje a estas alturas del partido.
Por otro lado, resulta innegable que se trata de un anticipado proceso preelectoral para calentar motores y afianzar su posición y la de su partido, que buscará conservar el poder con Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal, ya solo quedan estos precandidatos, no habrá sorpresas ni tapados como en los viejos tiempos con el estilo del PRI.
La economía del país no está bien, la inflación en el año 2021 se habla que fue de un 8 por ciento, se han pedido préstamos por encima de lo que hizo Enrique Peña Nieto en un sexenio, ahora López Obrador lo hizo solo en tres años. No fue cierto que se lavaría el país de la corrupción y la impunidad, siguen los saqueos a dependencias federales y lo más grave por gente cercana al Presidente.
A pesar de que los órganos inquisidores del gobierno federal y no gubernamentales pregonan que están trabajando para corregir el rumbo que transitó el país con gobiernos del PRI y el PAN, siguen los robos, desvíos de recursos, las obras y compras a través de empresas fantasmas, la simulación y todo que tiene al país en una posición peor que en gobiernos pasados.
Lo malo es que el Presidente sigue engañando al país con sus declaraciones en las mañaneras, a donde solo asisten periodistas escogidos y a modo del gobierno federal. López Obrador sigue manteniendo una lucha encarnizada contra los periodistas y columnistas que siguen señalando los errores de la administración de la cuatro T.
El discurso de que la prensa está en contra suya porque les quitaron dinero de publicidad y otros contratos ya no es creíble. Es algo que está en la Constitución, de que el gobierno puede publicitar sus actividades y obras y hasta un 3 por ciento de su presupuesto anual, como lo hace ahora con la difusión de las mañaneras que no son gratis, se invierte y se gastan bastantes millones, las televisoras y cadenas de radio no publican sus mañaneras gratis.
Muchos de los periodistas que van diariamente a las mañaneras y que representan a medios cibernéticos creados a modo o bien fantasmas, como el reportero de falso pirata, que le hacen preguntas a modo al Presidente para que este se luzca y arremeta contra quienes no están de acuerdo con él.
La consulta, a la que se niega el INE por falta de presupuesto, ha sido un pretexto para tratar de eliminar el órgano encargado de organizar y sancionar las elecciones para renovar los gobiernos federal, estatales y municipales, cuyos consejeros no se han convertido en lacayos, como es costumbre en este gobierno.
EL Presidente utilizó a la Cámara de Diputados, Senado y la misma Suprema Corte de Justicia para obligar al INE para que realice la consulta de revocación de mandato, aunque no quiere completar el presupuesto que se requiere. No se puede ocultar que AMLO pretende eliminar el INE, ya que le estorba para sus intenciones de irse por la libre en las próximas elecciones.
