De facto, el próximo comité ejecutivo de la Confederación Nacional Campesina

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  • Los productores rurales, en la ignominia.
  • El campo mexicano está abandonado por el gobierno de López Obrador.
  • Las organizaciones campesinas, sin voz ni voto en comisiones del Congreso.

Pascacio Taboada Cortina.

El diputado federal por cuarta ocasión, Augusto Gómez Villanueva, confirma su vocación impositiva al dar su apoyo y gestionar ante el dirigente formal del Partido Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno, para que Ismael Hernández Deras siga por cuatro años más, en la dirigencia de la Confederación Nacional Campesina (CNC). Sería su tercer periodo consecutivo.

Este acuerdo “en petit comité” de los tres políticos “a la antigua”, significa violación de la Ley Orgánica y de los Estatutos de la organización y, sobre todo, un asalto a la dignidad de millones de campesinos en la ignominia, a quienes el gobierno federal y los dirigentes cenecistas, respectivamente, les han negado la libertad de consulta para un plan de desarrollo productivo con equidad y, lo elemental, para el cambio de un nuevo Comité Directivo de la organización para los próximos cuatro años.

Ismael Hernández Deras y Augusto Gómez Villanueva

Si en ocho años ya transcurridos al frente de la CNC, Hernández Deras ha hecho nada en favor del sector agropecuario y agroindustrial del país, a pesar de los “buenos consejos” de su protector y apoderado, Gómez Villanueva, en los próximos cuatro, la situación de desarrollo social y productivo del sector, será peor. (Es algo similar a lo que cuenta el Filósofo de Güemez: “Si el perro que va adelante no alcanza a la liebre, el de atrás, menos…”).

A esta circunstancia, hay que añadir que el campo mexicano está abandonado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien se ha esmerado en reducir los presupuestos anuales para el desarrollo del campo. Grita todos los días que México ya alcanzó la autosuficiencia en maíz, y que mejora notablemente la de trigo, frijol y arroz, mientras que se importan, sólo en el primer básico, cerca de 20 millones de toneladas cada año. Esta cantidad seguramente en el presente año será mayor, debido a la sequía en todo México. Ya vamos en agosto, y apenas empezó a lloviznar en las zonas de temporal, que es la superficie de cultivo más alta en este país.

De estos problemas, por supuesto, no hablan ni comentan en absoluto los diputados Gómez Villanueva, Moreno Cárdenas y Hernández Deras, ni plantean al presidente de México alternativas de solución. Simplemente “no los ven ni los oyen, allá arriba”.

Tampoco saben que la tortilla, principal alimento de los mexicanos, se comercializa en promedio a veinte pesos el kilogramo; que el huevo llegó a sesenta pesos, el frijol, a 40 pesos el kilo; que la inflación ya llegó a 8.5 por ciento en promedio anual, pero en determinados productos, como los mencionados, cada producto se cotiza en el doble, comparado con el inicio de este gobierno.

Un punto de consolación para el gobierno de López Obrador, es que el promedio de la inflación en México, es de 8.5 por ciento, pero en Estados Unidos, es de 9.2 por ciento. Nuestro comentario es sencillo al respecto: qué jodido nos importa eso, si los trabajadores en EU tienen ingresos siete veces más altos que en México; si pierden cosechas, cuentan con seguros y financiamiento. Aquí, nadie sabe si la Financiera y la Aseguradora, operan o cerraron puertas. No hay comparación.

De vuelta al tema de la sucesión en la CNC, hay que señalar que no es la primera vez que don Augusto aboga por la reelección en la dirigencia de la CNC. Por lo menos van tres veces que él postula e impone a comités directivos. Con Hernández Deras, sería la segunda ocasión y va por la tercera, apoyado por Gómez Villanueva.

La sugerencia que hacen sus amigos, es en el sentido de que, con 93 años de edad y una historia de trabajo en el servicio público que ronda los 75 años (colaboró con 9 presidentes de la República, desde 1964, ya sea en el Gabinete o en ambas cámaras del Congreso, y más de 13 años como embajador de México en Italia y en Nicaragua, conocido en ese gran país como el “décimo comandante”), podría ser suficiente para vivir tranquilamente el resto de su vida.

En 4 ocasiones se ha desempeñado como diputado federal, dos en el Senado de la República, secretario de la Reforma Agraria, presidente del Comité Técnico del Fideicomiso Bahía de Banderas, Nayarit, y accionista de la empresa privada “Nuevo Vallarta”, secretario de Organización y secretario general del PRI, pues es tiempo de que se retire y descanse.

Puede ser que don Augusto, como le gusta que lo llamen, sea un experto en Teoría sobre las Dictaduras. En su estancia por más de 10 años en Roma, Italia, como Embajador de México, seguramente que leyó, de principio a fin, las Memorias de Benito Mussolini. Esta emocionante lectura y crónica platicada, debe haber emocionado a Daniel Ortega Saavedra, presidente y dictador de Nicaragua, quien lo nombró el décimo comandante del Movimiento Sandinista, durante su desempeño como embajador de México en el país centroamericano.

Por otra parte, la sobrina de Augusto Gómez Villanueva, Alma Rosa Rivera Morales, tiene los mismos viejos estilos priistas y que ahora juega para Morena en el Área de Comunicación Social del ISSSTE, dónde las irregularidades y revanchismos políticos dejaron sin publicidad a importantes medios de comunicación del país.

Cabe destacar que el ISSSTE fue dirigido por el hijo de Heladio Ramírez, Luis Antonio Ramírez Pineda, quien fracasó en su intento por llegar a la gubernatura de Oaxaca. Así como el actual director, Pedro Zenteno vio frustrada su aspiración de llegar a la gubernatura del Estado de México. Ambos por ser totalmente desconocidos en sus respectivos estados. ¿Acaso la malograda candidatura de uno y otro, sería atribuible a sus respectivas áreas de Comunicación?