Plan de estudios 2022-2023

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José C. Serrano Cuevas.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) presentó el 16 de agosto último el Plan de Estudios de Educación Preescolar, Primaria y Secundaria, que iniciará su implementación con una prueba piloto en al menos 30 escuelas por entidad federativa, durante el ciclo escolar 2022-2023.

Una prueba piloto es aquella experimentación que se realiza por primera vez con el objetivo de comprobar ciertas cuestiones. Se trata de un ensayo experimental, cuyas conclusiones pueden resultar interesantes para avanzar con el desarrollo de algo.

La secretaria saliente de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, afirmó que el rediseño curricular promueve la formación integral y humanista desde la educación inicial hasta la superior y garantiza la enseñanza de excelencia con base en los principios de inclusión, pluralidad y colaboración.

Delfina Gómez Álvarez

Acompañada por la secretaria de Educación entrante, Leticia Ramírez Amaya y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, afirmó que la construcción del nuevo currículo consideró opiniones de especialistas, investigadores, académicos, así como instituciones educativas y organizaciones sociales.

También participó en este acto la subsecretaria de Educación Básica, Martha Velda Hernández Moreno, quien expuso que el plan y programas de estudio representan una transformación profunda de la educación básica en interés de niñas, niños y adolescentes.

Subrayó que el plan será objeto de una prueba piloto, que consta de cuatro componentes: formación docente, codiseño de programas de estudio a cargo de maestras y maestros, desarrollo de estrategias nacionales y transformación administrativa y de gestión.

Resulta obvio que el gremio magisterial, en su conjunto, no se traga la píldora completa, por más doradita que esté, tal como la presentan Gómez Álvarez, Ramírez Amaya y Hernández Moreno.

El ala crítica de los profesores ha mencionado que a partir del arribo de la 4T a la presidencia se anunció un nuevo plan de estudios y se le denominó «Nueva Escuela Mexicana» (NEM). A tres años de su anuncio da a luz su programa educativo, retomando estrategias que los gobiernos anteriores usaron para implementar sus reformas.

La NEM surge nuevamente de los equipos de diseñadores que colaboran con la SEP, sin la consulta y participación de las y los maestros y mucho menos de las comunidades del país.

Se menciona en la presentación oficial que se impulsará a través de una «consulta» para la elaboración de los libros de texto del ciclo escolar 2022-2023, pero resulta que, los documentos no oficiales de tal programa se hallaban en un repositorio de la web con la etiqueta «documento de trabajo», sin convocatoria o invitación expresa alguna y sin difusión a través de las vías oficiales para que las y los maestros de México lo conocieran. Esto puede interpretarse como un total desinterés de la opinión del magisterio por parte del gobierno.

Aunado a ello, la supuesta consulta que hace el gobierno para la elaboración de los libros de texto, se encuentra acotada a un pequeño número de participantes, quienes, además, tuvieron poco tiempo para hacer un análisis profundo y fundamentar sus propuestas, la mayoría individuales, no emanadas de las escuelas o colectivos docentes. Consulta que va encaminada, como ha sido, a simplemente dar el aval a lo ya elaborado desde la SEP.

Con este desdén por la educación pública, demostrado desde la designación de Leticia Ramírez Amaya, como nueva titular de la SEP, quien carece del perfil suficiente para encabezar la magna tarea, se pronostica un fracaso de enormes dimensiones: educar o dirigir una institución de tal envergadura, nada tienen que ver con mítines callejeros en los que se vociferaban a todo pulmón consignas cargadas de ideología maoísta. Esta narrativa está consignada en la biografía de la susodicha Lety, como la llama AMLO.