Fernando Fuentes García.
Los “maestros de la humanidad” como les designaba Adam Smith en 1776, planearon deliberadamente el asalto al poder de los pueblos (sus democracias) y el saqueo de sus recursos, con el progresivo sistema de traslado del poder y la riqueza, llamado neoliberalismo. Así nos lo ha dejado ver la politóloga Wendy Brown, en entrevista con el premio Pulitzer, Chris Hedges (ver entrevista: https://youtu.be/7EfFD-lnhdQ). Aarón Vázquez Peñas, al reseñar el libro de la politóloga, Undoing the demos, destaca la marcada diferencia que plantea la politóloga del homo oeconomicus neoliberal respecto de aquel del pensamiento clásico, la vocación de ubicuidad que ha fagocitado la esfera política democrática, para sustituir la tarea estatal por la del modelo empresarial (http://dx.doi.org/10.5209/ASHF.59198).
Este artículo, da continuación al trabajo:
1. “En el umbral del progreso”. Julio 1, 2022.
2. “En el umbral del progreso, los estados fuertes y soberanos”. Agosto 1, 2022.
3. “Patria o esclavitud” Septiembre 2, 2022.
El Estado del bienestar, el principio de soberanía popular y la preocupación por el bien común dejan su sitio a una selva mercantil de ganadores y perdedores (sic) agrega Vázquez sobre el planteamiento del libro. Así, homo oeconomicus fagocita a homo políticus. Es decir,el sujeto autónomo, moral que gobierna con otros por la soberanía popular y para su bienestar, se transforma en el agente nocivo del capital. Surge entonces una oligarquía económica global y regional (mega-capitalista, corporativa, mediática, financiera y militar), que en nombre de la libertad ha eliminado la soberanía de los Estados y de los individuos para concentrar el poder y la riqueza, cuya avaricia y perversidad sin límite, ha dejado en la desgracia al 70 por ciento de la población del mundo (los perdedores). Para esta oligarquía, la democracia, es simplemente un eufemismo de neo-feudalismo y neo-colonialismo.
Un poco más de 15 veces la extensión territorial del municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León, 1,088 kilómetros cuadrados en 19 estados de la unión americana, es la acumulación de bienes raíces de Bill y Melinda Gates reportada por RISMedia, en mayo del 2021. ¿Cuánta tierra necesita un hombre? Preguntaba León Tolstoi en su cuento en el que Pahom paga por la tierra con su muerte. La voracidad de los “maestros de la humanidad” pone al mundo borde de los enfrentamientos, pero también continúa el afán neo-colonial. En México los datos oficiales indican que 54 por ciento del territorio, cerca de 106 millones de hectáreas, fueron entregadas en concesiones a 25 mil mineras de 1992 al 2018, de las cuales solo 4 millones de hectáreas están en producción y el resto es usado para la especulación financiera (Braulio Carbajal, La Jornada, 22/04/2022).
La cuasi eliminación de la función social de los Estados y sus instituciones; la imposición o manipulación, a beneficio del capital, de sus Cartas Magnas y su infiltración predominante con supuestos políticos, empleados o parte del capital, adoctrinados y serviles a este, son los mayores logros la oligarquía neoliberal. La élite oligárquica del Foro Económico Mundial, reconoce que la verdadera democracia (participativa y representativa) y el ataque al sistema de controles y equilibrios que impusieron durante la negra noche neoliberal, son su principal amenaza (http://wef.ch/2gmBN7M). Es así que la nación chilena, la peruana y la argentina, permanecen en parálisis; en un proceso de desatar al ángel de la esperanza. Mientras que en México el ángel de la esperanza se ha liberado y para no ser nuevamente cautivo del capital, comienza a desmantelar las ataduras neoliberales tras 136 reformas constitucionales redactadas por consigna para legalizar el saqueo de la nación (Néstor Jiménez y Emir Olivares. La Jornada, 5/08/2022).
En tanto que para los pueblos de las potencias de la Unión Europea (UE) y del Reino Unido, la utopía de la democracia parece agotada. Y es que la élite política europea, está completamente sometida al yugo del capital y el imperio de Washington. No son más que una élite política desvinculada de sus pueblos (de la verdadera izquierda) que busca confundirlos con el espectáculo de los disfraces de posturas políticas. La realidad es que, ante la concentración del poder y la riqueza en el mundo, me parece que no existen más que dos facciones en el sentido originario de la ubicación de las partes en la Asamblea Nacional francesa de 1789, la derecha y la izquierda con sus estratos respectivos.
Durante la temprana edad de la edad media los, reyes descuidaron la obligación de cuidar las propiedades de sus súbditos. La riqueza adquirida por los nobles les independizó de las coronas, al grado de querer tomar ese poder. Los conflictos entre los nobles terratenientes eran comunes y como es natural, los poderosos nobles se aprovechaban de sus vecinos más débiles. Este es el origen del feudalismo, un sistema de acuerdos que proporcionaban protección y ayuda mutua entre el noble poderoso terrateniente llamado “señor” y el vecino más débil designado como “vasallo”, no confundir este último con el labrador. El vasallo tenía un feudo (porción de tierra) o un ingreso tal que le permitía brindar contribuciones y servicio militar al señor a cambio de que este le proporcionara protección a su vida y propiedades y acceso a la justicia. En la parte baja de la sociedad estaban los siervos, la gran masa que laboraba en los feudos de los señores, con una vida de trabajo y privaciones.
En lógica de la vocación de ubicuidad del homo oeconomicus neoliberal, me parece que estamos ante un escenario similar al pre-feudal de la era medieval. Los gigantescos capitales financieros y corporativos globales, luchan entre sí por tomar el poder de los Estados ya privatizados. En las naciones en las que sus pueblos toman conciencia y se revelan, el control del Estado es el preciado trofeo por el que se lucha entre los capitales (nacionales y globales) y las masas que buscan reivindicar la democracia. En esta lucha por mantener el gobierno de la oligarquía, la derecha (el capital) se apoya en sus lacayos de la élite política para promover la ingobernabilidad y el caos, adoptando un ejemplar fascismo en explosión (Chris Hedges, Substack.com), que se expande desde Europa a Latinoamérica y que se abraza de la fuerza policiaca o militar privatizada para reprimir a los movimientos sociales.
Se presenta también la lucha entre el capital global financiero y corporativo (los nobles y señores) que buscan fagocitar a los capitales nacionales (los vasallos más débiles). En esta lucha es clave tomar en cuenta la afirmación que hace el analista francés Thierry Meyssan en su artículo “Cómo parar la marcha hacia la guerra”. Meyssan reitera que existe un grupo reducido de políticos no electos (en mi intuición colocados por el capital global financiero y corporativo) que están decididos a provocar el apocalipsis (me parece que es a elevar la tensión hasta el límite) y que estiman que el imperio de Estados Unidos ya no puede dominar el mundo, pero que todavía puede dominar a sus aliados, por lo que este no debe de vacilar en sacrificarlos.
Es el capital global, el que teniendo a sus órdenes el aparato del Estado del imperio y el complejo militar industrial, ha montado la “nueva Guerra Fría” contra Rusia y China. Todo estaba planeado. El geógrafo y politólogo italiano, Manlio Dinucci, exponía en el 2019 el plan Overextending and Unbalancing Russia, presentado a la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos el 5 de septiembre de ese año, por el tanque de pensamiento al servicio del Pentágono, Rand Corporation (Red Voltaire, 10/03/2022). El plan contemplaba golpear a Rusia en sus exportaciones de petróleo y gas para sustituirlas por las de otros países, imponerle sanciones comerciales y financieras, armar a Ucrania con ayudas letales, incrementar la fuerza atlantista (OTAN) y utilizarla contra Rusia y desplegar misiles nucleares de alcance intermedio que apunten a Rusia desde Europa.
Recientemente el especialista en geopolítica Alfredo Jalife-Rahme, trae a colación un nuevo documento filtrado por el portal New Dagbladet, elaborado presuntamente por este tanque de pensamiento un mes antes de la operación de Rusia en Ucrania (La Jornada, 21/09/2022). El documento reconoce que, ante la presión ejercida a través de Ucrania, Rusia tendría que intervenir militarmente y así podrían imponerle las sanciones ya planeadas. Por otro lado, reconoce la urgente necesidad de apuntalar la economía de EU con recursos financieros provenientes de la UE, provocando el desabasto de energía barata de Rusia a Alemania.
Los supuestos estadistas de Europa Occidental están llevado a sus países al suicidio. Su caída estaba programada desde que se promueve la salida de Gran Bretaña de la UE y se les comienza a crear una competencia con Europa Central con la Iniciativa de los Tres Mares, un viejo proyecto polaco, que separa a ese territorio de Alemania y Rusia. Ahora la estabilidad de la región se tambalea con el sabotaje a los gaseoductos Nord Stream 1 y 2 que cruzan por Alemania, el intento de mantener inhabilitado el gaseoducto que cruza por Turquía (Turkish Stream) y el control de la llave del gas por el imperio estadounidense del gaseoducto (Broderhood) que cruza por Ucrania y el recién inaugurado gaseoducto del Báltico que surtirá el energético desde Noruega pasando por Dinamarca y Polonia (https://www.voltairenet.org/article218165.html).
Si la élite política europea sigue sin reaccionar, el saqueo de los capitales nacionales de esa región, será inevitable.En su discurso durante la ceremonia de firma de los tratados sobre la adhesión del Donbass y las regiones de Zaporozhye y Kherson, el presidente Vladimir Putin declara: “Estados Unidos está prácticamente empujando a Europa hacia la desindustrialización en un intento por tener en sus manos todo el mercado europeo. Estas élites europeas lo entienden todo, lo entienden, pero prefieren servir a los intereses de los demás. Esto ya no es servilismo sino traición directa a sus propios pueblos” (Ver el discurso íntegro: http://en.kremlin.ru/events/president/news/69465).
Lo que está en juego es algo más que la hegemonía estadounidense y su control dolarizado de las finanzas internacionales y la creación de dinero, así lo ha advertido el economista Michael Hudson. Pero parece que en México los capitales nacionales están ciegos y sordos. Siguen abogando por la lógica de “conservar” el gobierno de las oligarquías, sin darse cuenta que existe un gigantesco y agresivo poder al exterior, el de los capitales globales que desean fagocitarlos y tomar el control financiero, económico y político de toda nación que se deje, mediante la fuerza militar. Por el bien de todos, primero los pobres. Democracia y un Estado fuerte es lo que nos pondrá a salvo “a todos”.
No se equivocaba el principal exponente de la filosofía de la economía, Adam Smith: “Todo para nosotros y nada para los demás”, siempre ha sido la máxima vil de los poderosos. Hoy, la máxima vil se queda corta y se actualiza como “el mundo para nosotros o de nadie”, si es que los dejamos.El conflicto que se avecina puede durar quizás veinte años y determinará qué tipo de sistema político y económico tendrá el mundo, advierte Hudson. Mientras tanto los Estados fuertes son los que irán definiendo el rumbo. Tenemos la gran oportunidad en nuestras narices, no la desperdiciemos nuevamente como apunta el magnate Carlos Slim Helú.
Sobre el Autor:
Fernando Fuentes García es un escultor autodidacta, comprometido a transmitir la aportación única y vital del arte y la escultura a la sociedad y a contribuir a un mejor México.