Patria o esclavitud

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Fernando Fuentes García.

“El pensamiento dominante de los Estados Unidos de América,
ha sido desde el período de su infancia política,
la ocupación del territorio antes español”.
General José María Tornel, 1837.

El perfil obscuro de un hombre recortaba el radiante arco del campanario. Era Pito Pérez, el personaje descrito por el novelista y poeta michoacano, José Rubén Romero, que preparaba su partida del pueblo, atesorando los recuerdos que pudiera captar desde el paisaje visto de lo alto de la torre del campanario. Su inocente corazón, le había ilusionado con Juana, la hija de su tío que le explotaba como empleado en su botica y a quien le quería pedir su venia para el casorio. Pero la ingénita trinidad del tío, como patrón y posible suegro, le intimidó y decidió comisionar a don Francisco, su vecino soltero y adinerado, para pedir la mano de su amada. ¿La dieron, don Francisco? Le preguntó después de la pedida y este le respondió, que en efecto, pero advirtiéndole algo que expresó, era de poca importancia: Pedí la mano de Juanita para mí, espero no te moleste.

Este artículo, da continuación al trabajo:

  1. En el umbral del progreso”. Julio 1, 2022.
  2. En el umbral del progreso, los estados fuertes y soberanos”. Agosto 1, 2022.

Para el escritor y analista crítico de la historia universal y la historia política de México, Antonio Fuentes Flores, algo similar a lo que le pasó a Pito Pérez, le sucedió a Akhila, el hijo de Vitzia, el último monarca visigodo (702-710) que consolidó el Estado pre-feudal en la Península Ibérica, tras 300 años de dominio (México y su realidad, 2016, p113). Akhila reclamaba el reinado que sucedió su hermano Roderico y que sentía le pertenecía. Para lo cual llamó en su auxilio a los musulmanes. Pero la ambición y el rencor, le evitó ver lo más evidente, los musulmanes esperaban el momento al acecho y bien preparados para invadir con ejércitos de bereberes en Marruecos. Así los árabes penetrarían a Hispania en el año 711 y comenzarían un período de dominación de 800 años.

“Quien no conoce su historia está condenado a repetirla” dice la frase atribuida a Napoleón Bonaparte. En un desesperado grito de auxilio, la reacción opositora de México en conjunto apela nuevamente al  golpismo y al intervencionismo, mediante expresiones con ropaje legalista y la retórica del terrorismo (https://www.jornada.com.mx/2022/08/15/opinion/008o1pol) y se ciega a entender lo más evidente: Al exterior acecha el ogro neo-feudalista de una élite oligárquica global occidental y neoconservadora que, como el analista internacional John Saxe Fernández apunta, toma el camino del unilateralismo bélico como el desplegado por Hitler (La Jornada, 11/082022). Si le abrimos las puertas al ogro, terminará por devorarnos “a todos”, como le pasó a Akhila y a los visigodos-peninsulares.

Cualquiera que sea el destino que le depare al imperio norteño en decadencia o a la misma humanidad, que ve construir en sus narices a la alianza militar más peligrosa del planeta, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la que pone al mundo a una nada de la hecatombe al agredir a Rusia y China, no podemos dejar de lado la historia del expansionismo territorial de la potencia norteña; que bien nos ha afectado en nuestro territorio. Estados Unidos, que cuenta actualmente con 800 bases militares en 70 países, ha realizado más de 500 intervenciones militares desde 1776 a la fecha, a las que habría que agregar otras formas tradicionales de intervención, como la ejercida a través de las agencias del Estado imperial (CIA/Usaid/NED), los famosos tanques de pensamiento y los medios de comunicación controlados por un puñado de plutócratas. Una fina maquinaria de intervención, que incluye estrategias de desestabilización y de estímulo de movimientos separatistas, para provocar implosión. Del total de intervenciones, 34 por ciento (170) han sido en países de América Latina y el Caribe, según la investigación del Military Intervention Project de la Universidad de Tufts (https://sites.tufts.edu/css/mip-research/).

El vecino país, siempre ha tenido en la mesa de la estrategia militar la balcanización de nuestro territorio con miras en el dominio del sector energético, de los combustibles fósiles y el control de los mares como un mare nostrum tipo romano, que integraría al Mar del Caribe con el Golfo de México, rebautizado como Golfo de Estados Unidos (https://www.jornada.com.mx/2013/11/24/opinion/014o1pol). Consideremos la recién inaugurada doctrina naval de la Federación Rusa, que reconoce como principal amenaza al pretendido dominio del océano mundial por los estadounidenses, con miras al control de las vías de transporte y los recursos energéticos del océano. No están por demás, los ejercicios marítimos que el Comando Sur del Pentágono promovió en el mes de febrero en el mar Caribe junto con la marina de Colombia y en mayo pasado el Ejercicio Multinacional Tradewinds 2022 en la zona marítima de Quintana Roo, en colaboración con la Secretaría de Marina Armada de México.

En la paleta de los intereses norteamericanos, está también el control del litio, hoy declarado indirectamente como el  “oro verde”, con la reciente Ley de Reducción de la Inflación firmada por la administración Biden, la que pone a China y a Estados Unidos en la carrera de la producción de vehículos eléctricos (https://bit.ly/3K7lGWL) y al triángulo concentrador del preciado elemento, Bolivia/Argentina/Chile, al centro de la lucha. En el Foro de Seguridad de Aspen celebrado en julio pasado, la jefa del Comando Sur del Pentágono, Laura Richardson, declaraba abiertamente la batalla al afirmar que el “vecindario” del imperio concentra buena parte del petróleo, las reservas de agua dulce, las tierras raras y el litio. Ya el 8 y 24 de marzo pasado, la generala afirmaba, ante el Comité de Servicios Armados del Senado en Washington, que continuaría la “marcha implacable” de expansionismo en América Latina y el Caribe. 

Así, México reconstruye y fortalece su Fuerza Armada, la que “recobra” el control y dominio de los puertos, sus mares y su territorio, con la ayuda de la Guardia Nacional (GN). Comienza una estrategia comercial, conectando el Océano Pacífico con el Golfo de México con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Activa el transporte aéreo, en especial con el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el terrestre y el ferroviario con el proyecto del Tren Maya y el Tren del Istmo, entre otros. En la búsqueda de la autosuficiencia, “se rescata” a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad y se reserva, en contra de la oposición mexicana, el derecho sobre el oro verde (la novena reserva de litio del planeta), se crea la empresa estatal Litio para México (LitioMx) y con ello se toma acción para que junto con Bolivia, se inicie con la producción de baterías.

Todo lo anterior con respeto a las libertades públicas y la independencia de poderes, en torno a innumerables datos positivos que muestran que México progresa a pesar del bloqueo de la oposición y la adversidad del contexto externo. Por ejemplo, el crecimiento de la inversión extranjera directa (IED), en un 12 por ciento al cierre del primer semestre del 2022, con respecto al mismo período del año pasado y el cierre del segundo trimestre del año, con un tercer período consecutivo de crecimiento del producto interno bruto, con 0.9 por ciento real de abril a junio, mientras que la economía del imperio norteño, acumula dos trimestres consecutivos de retroceso. Pero claro, para la oposición, todo está mal. ¡El petróleo no sirve! ¡Se va a militarizar el país! Gritan y gritan. Dejemos entonces que los lobos yanquis vestidos de “ovejas humanistas y demócratas” nos guíen y nos protejan, cegándonos a ver que el lobo herido de muerte, está en la fase más agresiva, listo para causar desestabilización y al fin, después de una pre-colonización, financiera, cultural y comercial,  ocupar el territorio.

No es la Natura la que pone a la humanidad al borde del abismo, sino la agresiva y depredadora élite oligárquica política y económica occidental, que busca imponer su gobernanza global para asegurar el tributo económico de todos los pueblos y el saqueo de sus recursos. La misma que declara que desataría la aniquilación nuclear si fuera necesario (https://bit.ly/3Th7SgB) y que aprovecha la implacable sed de riqueza de la oposición en México, para mover y proteger sus intereses, como ya lo vimos expresamente con la traición de los 223 legisladores que votaron en contra de la Reforma Eléctrica. ¿Quiénes conforman la élite de élites que han dejado al 70 por ciento de la población mundial sobreviviendo con el 2.7 por ciento de la riqueza del mundo? Un grupo de 389 individuos que revela el escritor Peter Phillips en su libro Megacapitalistas: la élite que domina el dinero y el mundo, quienes se divierten invirtiendo en: “especulación financiera, las guerras y su preparación y la privatización de empresas públicas”. Ver el libro (https://bit.ly/3BL70KK). Bien se apunta en el capítulo 7 del libro:

“La riqueza privatizada es capaz de comprar ideologías, Gobiernos, leyes, actividades encubiertas, guerras y, en última instancia, seres humanos. El rumbo que llevamos conduce a la destrucción absoluta de las democracias gubernamentales, de las libertades individuales, de la privacidad y de la supervivencia económica de miles de millones de personas en todo el mundo”.

El sometimiento de Grecia, por la Comisión Europea, es un buen ejemplo de lo que nos hubiera deparado como país, de haber tomado otro camino en el año 2018 (https://www.jornada.com.mx/2022/08/21/opinion/002a1edi). Sin duda, habríamos terminado de caer en las manos de una oligarquía acreedora global, la que consolidaría la concentración de la riqueza y el poder y comenzaría a heredarla. Lo que reduciría a la población a la austeridad y a un inconmensurable sufrimiento humano. En las manos de la reacción opositora de hoy, se habría terminado de entregar a México y avanzaría la disolución de la República, con capitulaciones y pactos, como lo hicieran en la Península Ibérica, los romanos, visigodos y árabes.

Ejemplo, entre muchos, de la facilidad con la que se entregaría al país, fueron los acuerdos sobre temas fronterizos celebrados en abril pasado, por los cuatro gobernadores fronterizos de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, con el gobernador de Texas, Greg Abbott. En los acuerdos se autoriza el uso de la fuerza pública para “asegurar” desde ambos lados, la línea divisoria territorial (Julio Hernández López, La Jornada, 21/04/2022). Una flagrante traición que obliga a recordar las leyes de colonización del 18 de agosto de 1824, que Javier Villarreal Lozano nos revela en su libro Coahuila: Semblanza histórica (2021, p26). En su artículo primero, la ley declaraba con vaguedad suicida, cita Javier: “La Nación Mexicana ofrece a los extranjeros que vengan a establecerse en su territorio, seguridad en sus personas y en sus propiedades, con tal de que se sujeten a las leyes”. Para 1830 más de 20 mil anglosajones poblaban Texas y así Joel R. Poinsett, por órdenes del presidente Jackson ofreció cinco millones de dólares por la provincia; destaca Javier Villarreal. Así comenzó la entrega de Texas.

“Solo un ciego, no hubiera podido interpretar los signos escritos en la pared.

Y, sin embargo, abundan entonces en México los que tienen ojos y no ven”.

César Sepúlveda, La frontera Norte de México (1976, p47).

¡Te invitamos a modificar la línea territorial! Es el mensaje de los dirigentes estatales fronterizos. Tal parece que se repite la historia: Abundan los que tienen ojos y no ven y los que desconocen su historia. Frente a este riesgo existencial, una bifurcación se presenta para México: La defensa de la Patria “o” el sometimiento de la Patria y en consecuencia la esclavitud. La reacción opositora propone la segunda opción y se aferra a un entreguismo esquizofrénico y a un negacionismo obstinado y desquiciado (Héctor Díaz Polanco. La Jornada, 02/03/2022). En su artículo “Mientras nos peleábamos”, Jorge Zepeda Patterson apela a la razón (Milenio, 16/08/2022) y sin embargo, es más que evidente que a la oposición no le interesa razonar, pues es su naturaleza, solo consideremos su “moratoria constitucional” y el afán de pintar una realidad virtual de un México bajo una dictadura, con pésimos resultados y en llamas.

¿No ha percibido usted que la profesión de déspota es más fácil que la de doctor o abogado? Le cuestionaba Pito Pérez al poeta, en relación a la respuesta del Presidente Municipal que le había tratado como el peor de los criminales, al tiempo que le describía el perfil de la clase política, que bien reconocía. En este mes patrio, la oposición entreguista y traidora, debería de reflexionar, en quela pauta de la transformación de México, no está ya centrada en la figura presidencial, sino en la mayaría de la población que la demanda y la encausa. El pueblo mexicano reconoce a leguas el disfraz demócrata y el discurso vacío de la oposición.

¡México reclama Patriotas y verdaderos demócratas!

Sobre el Autor

Fernando Fuentes García es un escultor autodidacta especializado en el bronce, comprometido a transmitir la aportación única y vital del arte y la escultura a la sociedad y a contribuir a un mejor México.