Rigoberto Losoya Reyes.
Hablar del doctor Lorenzo Cantú es hablar de un capítulo muy interesante en la historia de Piedras Negras, Coahuila.
Este personaje vivió en carne propia los vientos del progreso del porfiriato y alcanzó a ver los cambios que ocurrieron en ciudad Porfirio Díaz durante las primeras tres décadas del siglo XX. Sufrió los estragos de la revolución constitucionalista, de la cual fue una víctima más y lo obligaron a dejar la ciudad de Piedras Negras para exiliarse involuntariamente en la vecina población de Eagle Pass, Texas, donde encontró refugio y posteriormente continuó su vida profesional. Hasta la fecha, se desconocía el lado humano de este protagonista histórico, si acaso algunos datos como funcionario público al desempeñarse como presidente municipal.
Nació el 5 de septiembre de 1862 en la Hacienda de San Bernabé, San Nicolás de los Garza, Nuevo León. Fue llevado a la pila bautismal el 13 de septiembre de ese mismo año, en la parroquia del mismo lugar. De acuerdo con su acta de bautismo, número 78, del registro parroquial, fechada el 13 de septiembre de 1862, se le impuso el nombre de José Lorenzo, y sus padres fueron don Espiridión Cantú y María Lugarda Elizondo. Sus primeros estudios los realizó en su tierra natal y en la ciudad de Monterrey estudió medicina. Como su hermano mayor Espiridión radicaba en ciudad Porfirio Díaz (hoy Piedras Negras), decidió trasladarse a este lugar para instalar su consultorio médico y una botica. El 8 de junio de 1890 contrajo matrimonio en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, con la señorita Consuelo Zambrano, de 20 años de edad, hija de Antonio Zambrano y Mónica Garza González. El doctor Cantú declaró tener la edad de 27 años, y ser vecino de ciudad Porfirio Díaz, hijo legitimo del finado Espiridión Cantú y de la señora Lugarda Elizondo, originaria y vecina de esa ciudad.
En la ciudad fronteriza de Porfirio Díaz, se destacó como un integrante muy activo de la logia masónica Benito Juárez, No. 5 y de la Logia Integridad No. 96. Logró alcanzar el grado de Gran Maestro. No es fuera de lo común su pasión por la masonería, en esos días la mayoría de los empresarios y funcionarios públicos eran integrantes de la logia.
Para el año de 1890, el médico Cantú ya gozaba de un gran prestigio y era propietario de la “Botica del Bravo”, que se ubicaba en la calle Zaragoza número 60 y era uno de los pocos establecimientos que ya contaba con un teléfono con el número 10. El doctor Cantú ofrecía un gran surtido de drogas y productos químicos, importados directamente de Europa y Estados Unidos, así como perfumería fina y jabones Pinaud. El servicio médico también se ofrecía las 24 horas del día. Este personaje definitivamente le atrajo otros campos de la vida social en Ciudad Porfirio Díaz, porque aparte de ser médico, masón, comerciante, fundó el periódico El Internacional a finales del siglo XIX.
En 1905, incursiona en la política local y participa como candidato para presidente municipal aprovechando sus excelentes relaciones con sus hermanos masones, logrando obtener la mayoría de votos y fue elegido para el periodo siguiente.
El 29 de septiembre de 1906 apenas unos meses de haber iniciado su gestión administrativa tiene que atender el arribo de tropas para sofocar la rebelión en Jiménez, coordinando el arribo de las tropas de infantería y caballería a Ciudad Porfirio Díaz, llegadas de Monterrey. Organizó una vigilancia permanente en la ciudad para hacer frente a cualquier ataque sorpresa por parte de los rebeldes.
Como alcalde le atrajo un proyecto muy ambicioso, construir un teatro, que estuviera a la altura de las capitales del país y con un carácter tesonero, logró construirlo contra viento y marea. El día 31 de enero de 1907, a nombre del municipio compró una finca y terreno a la señora Dionisia Riojas de Miller, con el propósito de construir en ese lugar el teatro. Respecto a este tema, el 4 de mayo de 1907, el periódico El Demócrata Fronterizo, de Laredo, Texas, publicó una gacetilla, informando a sus lectores que, “En ciudad Porfirio Díaz se va a edificar un teatro que corresponda a la categoría de la población”. El 1 de enero de 1908, presentó su primer informe de gobierno correspondiente al año de 1907, donde destaca entre otros rublos que, Impulsó la educación básica construyendo escuelas en la ciudad y congregaciones, registrando una matrícula de 1554 alumnos, una cantidad sumamente alta considerando el tamaño de la población, incrementado en un 50% la inscripción. Señaló, además, que se ejerció la cantidad de 19 mil pesos en educación. Sin incluir las becas de alumnos para estudiar la preparatoria en la ciudad de Saltillo. Inauguró una biblioteca pública con un inventario inicial de 420 volúmenes de todas las materias básicas para facilitar la consulta a maestros y alumnos de educación primaria. El doctor y alcalde de Ciudad Porfirio Díaz, Inmediatamente inicia los primeros trabajos de construcción, pero el erario municipal no contaba con suficientes recursos económicos para concluir el proyecto y realiza gestiones para que las hermanas Virginia, Flavia y Guadalupe, tres hermanas solteras y de lo más granado de la elite social de la ciudad, le prestaran la cantidad de veinte mil pesos para destinarlos a la construcción del teatro. Esta operación le fue autorizada por el gobierno del estado, el 31 de julio de 1908. En el contrato se estableció que el inmueble quedaría como garantía, una vez terminado. El 1 de enero de 1909, el doctor Lorenzo Cantú rindió un informe de gobierno donde da lectura a 25 páginas y en el mismo, resalta la construcción del Teatro Acuña. El 16 de septiembre de 1909, logra finalmente inaugurar el recinto cultural más importante de Ciudad Porfirio Díaz: El Teatro Acuña, un evento al que acudieron los hombres más notables de ambas ciudades fronterizas. Su diseño, aunque sencillo y sin los lujos del estilo francés muy en moda en esos días, logró inspirar signos de admiración a sus visitantes.
De acuerdo con el informe de ingresos y egresos publicado en 1909, se aprecia que, la principal fuente de ingresos era la participación aduanera (1.50%) y otras contribuciones se obtenían por concepto de: capital urbano, rustico y semoviente, patentes de licores y tabacos. Además de giro mercantil, coches y carretones de sitio y montepíos.
Los principales gastos del municipio en el ejercicio de 1909, eran por concepto de: Instrucción pública, becas, policía municipal, limpieza, alumbrado público, ornato, alimentación de presos y salubridad pública. En agosto de 1909, el doctor Lorenzo Cantú, sufre un duro golpe al recibir la noticia que su hermano mayor, Espiridión Cantú, había fallecido tras una larga enfermedad. Este familiar también era un político reconocido en Piedras Negras, pues también sirvió como alcalde en el año de 1903, además de ser elegido como regidor en otras administraciones municipales.
Un dato curioso que llama la atención es su ausencia el 5 de febrero de 1911, en una reunión convocada por Andrés Garza Galán, en ciudad Porfirio Díaz, cuyo propósito era organizar un cuerpo de auxiliares para apoyar al ejército federal en caso de sufrir la ciudad un ataque de los revolucionarios maderistas. A esa reunión asistieron las autoridades municipales y los políticos más notables de la ciudad.
En 1913, los constitucionalistas al llegar a la ciudad de Piedras Negras, y exigen una colaboración económica a los principales empresarios y comerciantes de Piedras Negras, entre ellos al doctor Cantú Elizondo, quien extrañamente se niega a colaborar con la causa y se ve obligado a huir a la ciudad de Eagle Pass, Texas, para salvar a su familia, viéndose obligado a dejar su consultorio y propiedades. El periódico El Regidor que se publicaba en San Antonio, Texas, publicó una nota el 2 de octubre de 1913 comentando que varios establecimientos propiedad de refugiados que se encontraban en Eagle Pass, Texas, fueron cateados en busca de armas y municiones y cita:
“…como la botica del Lorenzo Cantú quien se halla en Eagle Pass y otros establecimientos mercantiles y solo fueron encontradas varias cajas sospechosas debajo del piso de la casa. Al gerente de la botica lo obligaron a pasarse a Eagle Pass custodiado con una escolta de soldados constitucionalistas de Gabriel Calzada. Las autoridades militares no hacen saber si encontraron parque o armas escondidas…”.
El doctor no se amilana ante esta situación y logra recuperarse. Para el siguiente año logró instalar un nuevo consultorio médico y recibió el apoyo de sus amistades que radicaban en la vecina población de Eagle Pass. Su carrera profesional la volvió ejercer gracias a que desde 1907, había obtenido su licencia de médico en Texas.
El matrimonio Cantú Zambrano procreó cinco hijos.
El 7 de julio de 1916, el periódico La Prensa de San Antonio, Texas, en una crónica social, dio a conocer lo siguiente:
“…cinco hijos nacieronle (Sic) a aquella pareja, todos vivos: Sra. Elisa Cantú de Avilés, que tiene dos hijitas y radica en la ciudad de México; Sra. Virginia Cantú de Viguera, madre de una niñita de cuatro meses, con residencia en esta ciudad (Eagle Pass); Roberto L. Ingeniero Civil de la Universidad del Estado de Luisiana quien tiene una buena posición en Nueva Orleans y la señorita Consuelo Cantú, la única que vive con sus padres.”
El 25 de abril de 1917, la familia Cantú fue protagonista de una interesante nota social en todos los periódicos de a frontera con motivo del matrimonio de su hija Virginia con el importante empresario español, Cipriano Viguera. El matrimonio Viguera –Cantú constituyó uno de los acontecimientos sociales más sonados en la década tanto en Piedras Negras como Eagle Pass, donde residía la familia Cantú.
La boda religiosa se llevó a cabo en la parroquia de “Nuestra Señora del Refugio” de Eagle Pass, Texas. La prensa publicó la nota social, destacando la asistencia de las familias más notables de ambas ciudades.
El 13 de marzo de 1919, ya ha logrado integrarse a la comunidad médica de Eagle Pass, y tanto así que participa en una junta de médicos que se verificó en Uvalde, Texas, con la representación de varios condados y se tomó en consideración el proyecto de la organización de una nueva sucursal de la Sociedad Médica del Quinto Distrito de Texas.
Extraña a su país y participa continuamente en un Comité de fiestas patrias junto con la colonia mexicana residente en Eagle Pass. El 16 de septiembre de 1919, organizó en el Agustín Hall una velada en honor de la proclamación de la independencia. La fiesta fue organizada por el comité integrado por José A. Garza, Dr. Lorenzo Cantú, Valeriano Valdés, Francisco P. Estrada, José Sepúlveda y otras personalidades.
El 28 de octubre de 1921, la prensa informó que el doctor Lorenzo Cantú había elegido como presidente del Centro Mexicano en Eagle Pass •Ante su destacada labor social, el doctor Lorenzo Cantú resulta elegido como presidente de una organización mexicana en Eagle Pass.
El 21 de septiembre de 1927, la Cámara de Diputados le autorizó un permiso para aceptar el puesto de Oficial de Sanidad en Eagle Pass, Texas. La resolución del poder legislativo fue:
«La Comisión opina que, no habiendo razón legal que se oponga a lo pedido por el C. doctor Lorenzo Cantú, el permiso debe otorgarse, y con fundamento en el artículo 37, fracción II de la Constitución General de la República, se permite pedir a Vuestra Soberanía la aprobación del siguiente proyecto de decreto:
•»Artículo único. Se concede permiso al C. doctor Lorenzo Cantú para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano, acepte el puesto de oficial de Sanidad en Eagle Pass, Tex., E.U.A.»
El doctor Lorenzo Cantú, falleció el 7 de julio de 1931 en San Antonio, Texas y sus restos fueron enterrados en la ciudad de Eagle Pass, Texas.