Fernando Rangel de León.
En el proyecto de reforma electoral, el Instituto Nacional Electoral (INE), en sí mismo, no es lo único ni es lo más importante; sino lo que le importa más a los ciudadanos es reducir su costo, disminuir su número de consejeros de 11 a 7, bajar todo lo posible sus exorbitantes sueldos y cambiar la forma de su elección para garantizar elecciones democráticas; pero de ninguna manera se pretende desaparecer el INE.
La reforma electoral contempla reducir el número de regidores de los 2,446 ayuntamientos municipales del país (Coahuila tiene 38 y Durango 39), de diputados locales, de diputados federales, y de senadores; eliminar las multimillonarias prerrogativas a los partidos, entre otras cosas; destinando esos miles y miles de millones de pesos de ahorro a obras y servicios públicos sociales, de salud y educativos.
El INE, sustituyó al Instituto Electoral Federal (IFE), en 2014, para hacerlo el árbitro nacional de las elecciones en todo el país, en lugar de que lo fuera nada más en lo federal; creándose los organismos públicos locales electorales OPLES, en las 32 entidades federativas; y está integrado por el presidente Consejero Electoral y por 10 Consejeros Electorales, electos por las dos terceras partes de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, por un periodo de nueve años; propuestos por el Poder Legislativo Federal y por los partidos políticos nacionales.
De los actuales once consejeros electorales del INE, solo cuatro fueron electos de 2018 para acá; los otros 7 datan de 2014, como su presidente Lorenzo Córdova, que le debe su puesto al ex presidente Enrique Peña Nieto; que con todo y esto no pudo impedir que por segunda vez se le negara a Andrés Manuel López Obrador, el haber ganado la Presidencia de la República, en 2018; porque era imposible hacerlo, pues obtuvo más de 30 millones de votos.
Pero lo que sí ha podido hacer Lorenzo Córdova, es negar registro de candidatos a MORENA, con cualquier pretexto, como sucedió con los de Guerrero y Michoacán, entre otros, y que no obstante esa traba, este partido ganó las gubernaturas en ambos estados; y es seguirle trayendo marcaje personal a este partido y a sus aspirantes a candidatos.
Es que con el actual sistema de elección de los consejeros electorales del INE, quienes resulten electos estarán comprometidos con el partido y la fracción parlamentaria y el grupo político que los propuso, rompiendo así con los principios rectores del INE, que son certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad y objetividad.
Por eso en la iniciativa presidencial de la reforma electoral entre otras cosas se está planteando que sean los ciudadanos los que directamente elijan a los consejeros electorales del INE, para que no tengan más compromiso que con la sociedad toda.
Pero los que quieren conservar las cosas como están, se oponen a la modernización de la democracia, con el pretexto de que defienden al INE.