Los ciudadanos tomaron la calle. En torno al INE se cohesiona la unidad social y política

0
412

Luis Fernando Hernández González.

La gente de más de 40 ciudades del país y del extranjero salieron en defensa del organismo arbitral electoral, el mismo que ha dado muestras de claridad y veracidad de resultados en los procesos electorales celebrados en la nación durante los últimos 20 años, condición que le permite ser un referente de operación y organización para países de Sudamérica y otras naciones del mundo. 

Bajo la consigna publica #Al INE No Se Toca, la ciudadanía que marchó y se manifestó el pasado domingo 13 de noviembre de 2022, dio clara muestra al rechazo de una iniciativa de reforma electoral planteada por el Titular del Ejecutivo de la Nación ante el Congreso Federal, situación que trae consigo la interpretación y derivación de múltiples aristas de carácter político, económico, social y cultural, y con ello, dar clara muestra del agotamiento de un régimen que surgió embobinando muchas esperanzas, y que su populismo deforme y desgastado hoy muestra el inicio del final de su ocaso.

Cuando hablamos de la libre contribución ciudadana dentro de una participación democrática lo hacemos con la intencionalidad de que sea la misma sociedad la que defina parámetros, proyectos e iniciativas que delineen una visión de estado y sociedad que de sentido a un estado benefactor como objetivo superior que favorezca a la sociedad en su conjunto, bajo representaciones claras de modernización y avance de los habitantes en la edificación visionaria de metas y objetivos.

Cientos de miles de personas mostraron presencia y rostro para defender al INE,la democracia y la libertad política que hoy se ve amenazada.

 De ahí por qué la muestra hoy en día a todo aquello que en la atmósfera ambiental de lo político, evidencia la obsesión de señales que dibujan intenciones de erigirse sobre encima del interés de una sociedad que busca con afán el avance  y rechaza tajantemente el retroceso, que tenga como fin el acotamiento a la libertad en sus distintas características y manifestaciones que le soportan y le dan valor, sea esta libertad en el terreno político, económico, social, cultural, ideológico o religioso.

Comento a ustedes lo anterior, cuando se perciben en nuestra sociedad aquellos signos en donde el poder político constituido da señales de muestra de un absolutismo ilimitado en nuestro México, al realizar acciones individuales de manera hegemónica o bien de camarilla que generan inquietud social en la población al ver el manejo del desequilibrio de poderes, sometimiento a instancias judiciales, en donde el estado de derecho es aplicable a modo y sin recato ético y moral cual ninguno conjuntamente con la interrupción de garantías constitucionales mínimas como son la libertad de expresión, la libertad de asociación, el derecho a la crítica, a  la protesta, el derecho a la vida, pues como bien lo sabemos este tipo de comportamientos autoritarios que rayan en dictatoriales en el continente y el mundo se caracterizan por no contar con sistemas o fuerzas opositoras que influyan en las actividades económicas y políticas. En ese sentido, es común que el poder tome medidas legislativas que impidan la proliferación de cualquier tipo de asociación, como ya lo podemos ver hoy en la nación. 

Cabe en este espacio recordar que las dictaduras pueden instaurarse de maneras muy distintas, algunas incluso llegando al poder democráticamente, otras a través de revoluciones, guerras civiles o golpes de Estado. Pero incluso si su origen es legítimo y democrático, las prácticas autoritarias y el desbalance de poderes que implica toda dictadura impide su remoción del poder, y a veces incluso su sola denuncia con la restricción del debate y la libertad de expresión.

Al comentar lo anterior necesariamente hoy en el país estamos ante una disyuntiva histórica, tanto en el orden social como político, al ver como se le trata de limitar las funciones del organismos regulador de las elecciones en el país como lo es el Instituto Nacional Electoral  y las funciones que complementa en esta materia el Tribunal Electoral del Poder Judicial, que a través de una iniciativa de reforma política  turnada  por el Titular del Poder Ejecutivo, al Poder Legislativo, se busca en su contenido distintas disposiciones para modificar a este órgano de arbitraje electoral, que bajo el criterio de certeza, claridad y transparencia a cumplido con la objetividad legal para lo que fue creado y dar confianza a la ciudadanía en sus resultados procesales electorales.

Razón del por qué en México se presenta el llamado en este momento histórico de salir a la calle y mostrar el rostro de la inconformidad a medida que buscan restringir la democracia, limitar la libertad y acabar con la participación ciudadana para elegir a sus autoridades del color, ideología o bienestar que se desee.

Ante este momento nos concierne socialmente el cerrar filas, por las amenazas que se ciernen para perturbar el orden democrático que ha regido la organización de las últimas elecciones del país, en donde han logrado el ascenso al poder de distintos y variados partidos, así como  visiones de matices ideológicos, hoy vemos una grave intención de acotar y limitar las funciones del órgano arbitral para que bajo características a modo, éste sea restructurado y  todo lo avanzado por la veracidad, claridad, equidad, certeza, objetividad  y transparencia en los procesos electorales democráticos se vaya al traste.

Al buscar mediante la iniciativa de la autoridad presidencial, restringir sus funciones bajo un mal criterio de designación de funcionarios y la limitación misma del órgano elector, y buscar su centralización tanto en su operación como en la forma de designar mediante listas de selección a sus funcionarios, recayendo estas medidas en el arbitraje de manipulación en una falaz selección de participación popular que busca la autoridad manipular en su beneficio de poder.

Al elevar la voz y manifestar su rechazo a esta medidas que buscan cerrar y limitar la lucha democrática de la sociedad, distintos organismo tanto de la sociedad civil, agrupamientos empresariales, la conferencia del episcopado mexicano representativo del catolicismo en el país, así como editorialistas e intelectuales, no han dejado de expresar su rechazo por estas acciones que se pretenden y por ello muestran su llamado para que la población salga y exprese su apoyo a las instituciones que hoy da muestras de amplio contenido y responsabilidad en sus funciones.