Lic. Simón Álvarez Franco.
Peruano, César Abraham Vallejo Mendoza, nació en Santiago del Chuco en 1892, falleció en París en 1938. Viajó por casi toda Europa y murió en París. Sobresale por su obra poética: Poemas Humanos, España aparta de mí este Cáliz, y por su obra político-social El Tungsteno. La figura de Vallejo se agiganta por días, está considerado actualmente como uno de los valores más representativos de la literatura hispánica y universal. (1)
Yo conocía solamente a Vallejo por dos timbres ordinarios que emitió el Servicio Postal Mexicano con motivo del Cincuentenario de su muerte en 1988, con valor de 300.00 pesos cada uno, ilustrados por pinturas del poeta, una de Víctor Delfín y otro, su cabeza, por Arnold Belkin. Cada uno con un fragmento de sus versos: “Hoy me palpo el mentón en retirada” uno, y el otro “Me moriré en París, con aguacero”.
Piedra negra sobre una Piedra Blanca
“Hoy me palpo el mentón en retirada;”
“Me moriré en París con aguacero”
Un día del cual tengo ya el recuerdo
Me moriré en París – y no me corro–,
Tal vez un jueves, como hoy de otoño.”
Guardé estos sellos en mi colección filatélica. No imaginé la valía de su autor hasta que esta semana salió, rescatado del baúl de mis recuerdos, el libro de Neruda; “Para nacer he nacido”, causándome enorme sorpresa la validez y universalidad de este poeta en la voz autorizada de Pablo Neruda, lo que me hizo lanzarme en busca de su biografía y sus obras.
Escribió cuentos infantiles para niños de primaria:
Paco yunque
“Cuando el maestro pone a prueba la clase, Paco Yunque trabaja muy duro, mientras que Humberto simplemente hace dibujos en su libro. Cuando la clase se toma un descanso, Humberto roba el trabajo de Paco, borra su nombre y pone su propio nombre en el papel “.
Esta obra ha sido de vital importancia en la evolución de la narrativa indigenista en el Perú y ha sido identificada como una de sus mejores trabajos desde que fue publicada en 1951. Paco Yunque es para los más pequeños ideada originalmente en español por su autor Cesar Vallejo y difundida en primera instancia en 1951.
El Tungsteno: La historia, redactada por Vallejo, fuedifundida en Madriden 1931, no obstante, una nueva edición fue divulgada años más adelante, específicamente, en 1971, por una editorial peruana bajo el nombre de Tungsteno.
Su esposa, Georgette Vallejo, (2) reseña que esta obra fue escrita rápidamente, César Vallejo tardó solo tres semanas en escribir esta novela proletaria. Esta obra está considerada según los críticos como un libro de publicidad e inspiración comunista e indican que el relato es muy corto para ser llamado novela. En ella relata el autor los peligros que el Perú sufrió durante la invasión imperialista avalada por la oligarquía de este país. Hubo un grupo de personas inescrupulosas que se adueñaron de las tierras de los mineros e indígenas para explotar sin límite este metal subterráneo con el que se fabrican los filamentos para las lámparas incandescentes y pagando sueldos de miseria a los aborígenes.
La poesía de Cesar Vallejo es única, sin embargo, en ella expresa una fe política en la causa republicana a través del motivo de la resurrección cristiana, una elección bastante inusual dado el sesgo proletario y a menudo anticlerical, de los republicanos y especialmente de los comunistas que apoyaron el esfuerzo de guerra republicano.
Trilce (3)
Este libro es uno de los grandes monumentos de la poesía hispana del siglo XX, y sorprendente por haber sido realizado en el remoto Perú. El autor comenzó este libro en 1918, la mayor parte se escribió en 1919, y los dos últimos poemas se terminaron hasta 1922, año de su publicación. Consta de 70 temas en verso, sin nombre cada uno, solamente por la titulación en números romanos que los distingue. (4)
El vocabulario de este autor es con frecuencia desconocido, y <<no literario>>, crea nuevas palabras, a veces combina dos palabras en una sola, manipula “clichés” para darles un nuevo significado, juega con el significado múltiple de las palabras populares, inventando oximorones y neologismos. (5)
En la Nueva Revista de Filología Hispánica, Federico Bravo (5) propone un sesudo estudio sobre Trilce donde el estudioso borda sobre las figuras retóricas del origen del nombre de este largo poema y del posible significado de sus crípticas frases y palabras que lo contienen, la lectura de este estudio es interesante, Yo no recomiendo su lectura porque está llena de citas en latín y griego, amén de giros lingüísticos del folclore sudamericano, recomendándolo eso sí, para aquellos estudiosos de la lengua española que dominen los idiomas citados y la filología hispánica. Confieso que no soy candidato para esa tarea. Y va un ejemplo:
Juan Larrea, filólogo reconocido en España, no ha dudado en afirmar que, “En una obra como Trilce, Vallejo parece haberse propuesto llevar el principio de antisistema a una aplicación poco menos que sistemática”.
La creada voz rebélase y no quiere
ser malla, ni amor,
a treintaidos cables y sus múltiples
se arrequintan pelo por pelo
soberanos belfos.
Son los nupciales trópicos ya lascados.
Hilo retemplado, hilo, hilo binómico
Pugnamos ensartarnos por un ojo de aguja,
Basta la mañana libre de crinejas.
En otras palabras; “Trilce” no quiere decir nada o quizá quiere decir todo.
Trilce XXIII
Deshecho nudo de lácteas glándulas
de la sinemayera,
bueno para alpacas brillantes,
para abrigo de pluma inservible
¡más piernas los brazos que brazos!
Trilce LXVIII
Haga la cuenta de mi vida
o haga la cuenta de no haber aún nacido
no alcanzaré a librarme.
No será lo que aún no haya venido, sino
lo que ha llegado y ya se ha ido,
En uno de sus últimos libros “Los Heraldos Negros”, Vallejo expresa sus temas de siempre; su condición de huérfano, su poca preparación para enfrentarse a problemas económicos y vitales, así como la necesidad que tenía de mostrar una original idea, en sus poemas donde se observa que Vallejo había superado su dependencia de los modelos literarios tradicionales, dejando atrás a los modernistas de la poesía.
“Y si después de las palabras” (fragmento)
Y su después de las palabras
¡No sobrevive la palabra!
¡Si! después de las alas de los pájaros.
No sobrevive el pájaro parado!
Más valdría, en verdad,
¡que solo coman todo y acabemos!
¡haber nacido para vivir de nuestra muerte!
¡levantarse del cielo hasta la tierra
Por sus propios desastres!
Y espiar el momento de apagar con su sombra de tinieblas
¡más valdría, francamente,
que se lo coman todo y qué más da.!
¡y si después de tanta historia sucumbimos.
No ya de eternidad.
Sino a esas cosas sencillas, como estar
en la casa y ponerse a cavilar.
¡Y si luego encontramos
de buenas a primeras, que vivimos
a juzgar por la altura de los astros
por el peine y las manchas del pañuelo!
¡más valdría, en verdad.
Que se lo coman todo desde luego!
¡Se dirá que tenemos
en uno de los ojos mucha pena
y también en el otro, mucha pena
y en los dos, cuando miran, mucha pena…
Entonces ¡claro! Entonces…¡ ni palabra!
Así, demuestra la necesidad que tenía de mostrar una expresión original, en estos poemas presenta con voz más natural la relevancia social y literaria que deja atrás a sus mentores modernistas.
Vallejo indica que fue arrestado por la policía en una estación de ferrocarril en París en diciembre y se le ordenó que abandonara Francia en tres días, prohibiéndole involucrarse en cualquier actividad política.
Ya antes, en 1920 estuvo preso en la cárcel de Ciudad Trujillo, acusado de ser incitador en un motín donde fue asesinado el Subprefecto del gobierno, desde luego, era inocente de la acusación, pero pasó 105 días preso, ahí conoció los sufrimientos de perder la libertad
No piensen estimados lectores que mi deseo es jugarles una broma, ¡No! dense cuenta que en la labor literaria encontramos de todo y que en el presente caso, hay joyas escondidas, debemos leer su obra para comprender algunas de ellas, como la premonición de su muerte que fue un viernes Santo y en primavera, no un jueves de otoño, como era su deseo.
La mañana del 15 de abril de 1938, un día lluvioso llegaron los fascistas, Vallejo gritó con delirio: “¡Me voy a España! ¡Quiero ir a España! Y murió, fue un viernes Santo y… llovía.
(1) Larousse Ilustrado. Editorial Larousse
(2) Georgette Vallejo, memorias.
(3) Gaceta UNAM, oct-98
(4) Federico González Bravo, Nueva Revista, 2001.
(5) Ibidem.