Día mundial de la filosofía

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José C. Serrano Cuevas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), comenzó a celebrar el Día Mundial de la Filosofía en 2002, aunque no fue, sino, hasta 2005 cuando se declaró su conmemoración oficialmente el tercer jueves del mes de noviembre. En 2022 ocurrió el pasado 17 del mes once del año.

Con dicha celebración se busca resaltar la importancia del pensamiento filosófico y animar a las personas de todo el mundo a compartir su herencia en este rubro, «porque la filosofía es la base para la paz mundial», según especialistas en este campo del saber humano.

La filosofía, según la UNESCO, proporciona las bases conceptuales de los principios y valores que en estos tiempos tienen la capacidad de evitar conflictos que perturban la democracia, los derechos humanos, la justicia y la igualdad.

Entre los grandes propósitos de la celebración veinteañera figuran la investigación y el análisis filosófico sobre los grandes problemas de la humanidad para responder mejor a los desafíos del mundo contemporáneo, busca hacer un balance de la situación de la enseñanza de la filosofía en los estados miembros de este organismo internacional, con el fin de subrayar la importancia de que las generaciones futuras sean educadas en esta disciplina.

Con este fin, la UNESCO organizó el simposio La humanidad del futuro, que se celebró en su sede de París, Francia del 16 al 18 de noviembre. Durante el encuentro de alto nivel se destacaron los siguientes planteamientos: «En un mundo hipertecnologizado, el concepto de humanidad está en constante evolución. ¿Cómo llamamos a los humanos hoy? ¿Cómo seguimos llamándonos humanos a pesar de la evidente evolución histórica y al futuro incierto al que nos enfrentamos? ¿Estamos asistiendo a una transfiguración tan radical que la propia definición, además del horizonte humanista, queda desfasada? ¿Cómo podemos imaginar las nuevas figuras de los humanos en el futuro?»

En México, diversas asociaciones académicas se organizaron a fin de presentar un programa de actividades para que se escuche la voz de la filosofía en tiempos críticos.

En 2017 ingresaron a las cárceles de la Ciudad de México, Nietzsche, Sartre, Gramsci, Séneca y Sócrates, acompañados por docentes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes imparten talleres de filosofía a decenas de reclusos, con el propósito de moverlos a reflexionar en torno a temas como la ética de la no violencia, la cultura de la paz, los derechos humanos, la justicia, la dignidad y, por supuesto, la libertad.

Los resultados del proyecto La filosofía: el arte de vivir, en los últimos cinco años son más que alentadores para los profesores de la UNAM, quienes hicieron realidad ese innovador programa educativo que enseña en las prisiones más que un saber, un «saber ser».

Entre los alumnos que han participado en los talleres de filosofía en el Reclusorio Varonil Oriente, el Sur y el femenil de Santa Martha Acatitla, «ha habido una disminución considerable de sus ideas suicidas, así como el surgimiento de un espacio de encuentro con ellos mismos, autocrítico, que se replica con las personas que los visitan; también ha bajado su consumo de drogas y sus niveles de ira, ya que ahora utilizan las herramientas del pensamiento para el manejo y solución de conflictos, entre otros aspectos».

Todo esto es un servicio altruista, los profesores no reciben remuneración alguna; sin embargo, ahí están cada semana, compartiendo los escritos con los que trabajan los alumnos privados de la libertad. Esos materiales han sido pensados desde la prisión, o pensando en la prisión.