Carlos Padilla Muñoz.
INEGABLEMENTE, Andrés Manuel López Obrador sigue gobernando con el hígado y no con la inteligencia. Sus odios contra aquellos y aquello que lo ha atacado o simplemente no está de acuerdo con su forma de gobernar con odios, enconos, venganzas, ocurrencias, sin importar el daño que le está haciendo al país. Sería difícil enumerar las fallas y errores que ha cometido AMLO.
Entre sus obras faraónicas se encuentra el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas, que seguramente no estará terminada antes de que se vaya a La Chingada, el rancho que tiene en su tierra, Tabasco, otra obra desierta es el Aeropuerto Felipe Ángeles, donde las empresas aéreas no quieren operar, además de la cancelación del nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco, que sería el mejor de Latinoamérica, y que no costaría ni un peso al país.
La reforma al artículo 26 de la Ley General de Comunicación Social, es la revancha contra los medios de comunicación y periodistas libres que lo han desenmascarado, es la respuesta visceral contra sus detractores.
La reducción del presupuesto del 3% para publicidad y propaganda de las obras y programas gubernamentales al .01, es nada. De cada mil pesos de antes, ahora solo se gastará un peso
Ciertamente que en el pasado se manejó en forma irregular este concepto, que los recursos fueron acaparados por los grandes consorcios de la comunicación, Televisa, TV Azteca, Reforma, Universal, y otros medios. Solo las migajas llegaban a los medios de menor escala y lo menos a los semanarios y páginas de internet.
Todo mexicano tiene derecho a este concepto que se ha manejado por décadas, hasta ahora que fue destruido por el presidente, sin saber que esta drástica reducción, casi eliminación, traerá conflictos como la reducción de personal de los medios de comunicación y la poca, casi nula publicación de lo que hace el gobierno.
AMLO cuida los centavos y deja ir los pesos, no habla ni vigila las manos a sus secretarios que con toda corrupción e impunidad siguen robando como Manuel Bartlett, que hace negocios millonarios con la compra-venta de energías limpias, combustibles fósiles, como el petróleo, combustóleo y el carbón para producir energía.
Y que nos dice el presidente de la forma como sus hermanos, entre ellos Martín, que recogen un promedio de mil millones de pesos, pasando la charola entre los empresarios y políticos, para que no tengan problemas con el gobierno los primeros, y conseguir puestos de elección popular para seguir robando al pueblo los segundos.
Sabemos que López Obrador siempre vivió de las amenazas al gobierno con plantones y marchas. Que los gobiernos panistas y priistas daban sobornos millonarios a cambio de levantar los plantones y no hacer marchas, las mismas que ahora desaprueba.
López Obrador perdió la brújula desde su primer año de gobierno, en su intento de ser el mejor presidente de la historia en México, trata de llevar a México al comunismo Chavista, para hacer del país una nación como Cuba o Venezuela.
La venganza que está tratando de consumar contra sus detractores como Carlos Marín, Joaquín López Dóriga, Héctor Aguilar Camín, Brozo, Carlos Loret de Mola, Universal, Reforma y otros medios que no han sido dóciles como Televisa que despidió a López Dóriga y Carlos Loret de Mola por exigencias del mismo López Obrador, bajo la amenaza de quitar el millonario contrato de publicidad que mantenía.
Si el 40 % de la prensa en México estaba en su contra, ahora la tendrá al cien por ciento, porque está vulnerando la Libertad de Expresión, al atacar por la vía económica a quienes escogieron como oficio la publicación de sus propios medios, también muchos periodistas y trabajadores serán despedidos por la disminución de ingresos a los medios.
La mayoría de quienes dicen ser periodistas en Las Mañaneras, son afines o a modo para que le hagan preguntas a modo al presidente, dentro de un ambiente de egolatría virreinal. Solo un periodista sigue siendo incómodo para el presidente, Jorge Ramos del noticiero Univisión que se transmite en Estados Unidos, quien sin empacho ha interrogado a López Obrador y lo ha exhibido.
Como se trata de una Ley nacional, el daño será grande, también se ató las manos a los estados y municipios.
Con dedicatoria para Coahuila
LA reforma a la Ley General de Comunicación Social tiene una dedicatoria contra el Gobernador Miguel Riquelme y el precandidato de la Alianza PRI-PAN Y PRD, para afectarlos y tratar de levantar a su candidato de Morena, Armando Guadiana, a quien la gente no lo quiere por los malos antecedentes y denuncias penales, entre ellos homicidios culposos, por mineros muertos en sus minas de carbón y que han sido escondidos por las autoridades.
Es tan perverso el presidente que no se duda que la entrada de Ricardo Mejía Berdeja al entarimado electoral, es obra suya para debilitar al candidato que quiere que pierda.
Miente el presidente al decir que la inflación en los últimos tres años es de 6%, según estudios de organismos no gubernamentales revelan que la inflación en México en los últimos tres años es del 30% al 50%, aun cuando el peso se ha mantenido entre los 18 y los 21 pesos, una forma engañosa de medir la economía interna.
Con esta política de engaños, mentiras, odios y venganzas, no es difícil pronosticar que Morena no podrá conservar el poder, aun cuando no está definido, pero el candidato podría ser el panista Ricardo Anaya, perseguido por la justicia de López Obrador.
No está descartada la reelección de López Obrador o la continuidad del poder a través de su ex nuera, Claudia Sheinbaum
Así que se inicia con esta reforma, una grave Asfixia Económica para los medios de comunicación.
A pesar de lo que piensa López Obrador, podrían venir amparos, marchas y protestas, esas que ahora odia el presidente, pero de las que siempre ha vivido.
