- Se espera les propongan un arreglo tras bambalinas, tras ser llamados a rendir cuentas ante la Comisión Nacional de Honor y Justicia de Morena. Su pecado: apoyar la precandidatura de Ricardo Mejía a gobernador de Coahuila, por el PT.
David Guillén Patiño.
No deja de llamar la atención el tono conciliador con el que han sido llamados a rendir cuentas los 22 militantes de Morena, luego que su expulsión fue promovida por el mismísimo líder nacional de dicho partido, Mario Delgado, por el hecho de atreverse a apoyar abiertamente la precandidatura de Ricardo Mejía a gobernador de Coahuila, por el PT.
Como se recordará, fue a través de un escrito que Delgado Carrillo presentó formalmente, a finales de enero pasado, su inconformidad en relación con este hecho, considerándolo una “contra campaña” respecto de la que Movimiento Regeneración Nacional le organiza a Armando Guadiana.
“Las personas denunciadas han demostrado su apoyo a una candidatura que competirá directamente en contra de la postulación emanada del proceso interno de selección de candidaturas organizado por Morena”, señaló el referido documento.
A estas alturas del conflicto, para nadie es un secreto que la ofensiva de Mario Delgado es un intento más por allanarle el camino a Guadiana Tijerina, a pesar de la evidente repulsión que el empresario minero ha acrecentado entre la ciudadanía, no conforme con haberle acarreado a Morena dos rotundas derrotas electorales.
Si el plan es que el partido guinda pierda la próxima contienda electoral, según se rumorea en los cafés, entonces todo va con viento en popa, excepto que en el camino se le ha atravesado un inesperado “inconveniente”: el movimiento ciudadano encabezado por Ricardo Mejía Berdeja, quien por lo pronto se ha colocado como el precandidato de Coahuila más popular en las redes sociales.
Afirmando que “las personas denunciadas no comulgan con los valores y principios de Morena”, está cantado que, gane o pierda el proceso de expulsión, Mario Delgado siempre señalará con dedo de fuego a sus acusados: Laila Yamile Mtanous Castaño, Lucía Inés Zorrilla Cepeda, Luis Alberto Ortiz Zorrilla, Francisco Javier Borrego Adame, Francisco Javier Cortez Gómez, Laura Francisca Aguilar Tabares, Cinthya Gorethy Cerda González.
También están en la lista: Esthela Flores Herrera, Mayra Verástegui Gil, Karina Ramírez Levenant, Enrique Marcos Garza, Antonio Gutiérrez Wislar, Eduardo Hernández Carrizales, Griselda Treviño Jiménez, Luis Enrique Hernández Maldonado, Magda Liliana Flores Morales, María de la Luz Delgado Martínez, Raúl Abraham Sosa Vega, Francisco Humberto Martínez Salas, Leonardo Rodríguez Cruz, Miroslava Sánchez Galván y José Guadalupe Céspedes Casas.
Bajo el hipócrita slogan “Conciliación antes que sanción”, los integrantes de la Comisión de Honor y Justicia de Morena, Donají Alba Arroyo, Ema Eloísa Vivanco Esquide, Zazil Citlalli Carreras Ángeles, Alejandro Viedma Velázquez y Vladimir M. Ríos García, llamaron a comparecer a los implicados en la traición a Morena que, claro está, solamente existe en la mente fascista de Mario Delgado.
Se prevé un “arreglo” de buena fe, más allá de la aplicación de los estatutos partidistas, y que seguramente tiene qué ver con el mundo color de rosa de Armando Guadiana Tijerina, basado en su esperanza de que Ricardo Mejía acceda a su cínica propuesta de sumar fuerzas al interior de Morena y así establecer una alianza de grupos, en la que, por supuesto, él llevaría la voz cantante.
Sabedor de que su movimiento crece como bola de nieve, Mejía Berdeja se prepara para lanzar una ofensiva más agresiva respecto de la que se echó a cuestas en su periodo de precampaña, bajo el símbolo del tigre, de modo que seguirá desestimando los embates y trampas, tanto de Mario Delgado, como de Armando Guadiana, a quienes ha denunciado, al primero, como un vil mercenario de la política y, al segundo, como un priista que sirve a los intereses de Miguel Riquelme.
Por lo pronto, y a pesar de que aparentemente ya había sido zanjado el proceso disciplinario promovido por el dirigente nacional de Morena, la Comisión Nacional de Honor y Justicia del partido, habiendo diferido una primera fecha, convocó a una audiencia definitiva a las dos partes interesadas.
“En caso de no ser aceptada la Audiencia Conciliatoria –se advierte en el citatorio respectivo– o, de llevarse a cabo ésta y no lograrse la conciliación, se procederá a la realización de la Audiencia de Desahogo de Pruebas y Alegatos, a las 11:00 horas, en la misma fecha (1 de marzo) y lugar, establecidos para la Audiencia Conciliatoria.”
Veremos de cuál cuero salen más correas…
davidguillenp@gmail.com