- Invitados regresan a sus lugares de origen con las manos vacías y sin esperanza.
- Pemex en quiebra, ha llegado a un límite considerado riesgoso por analistas internacionales.
Jorge Martínez Cedillo.
Los 500 mil invitados al Zócalo de la Ciudad de México para la celebración del 85 Aniversario de la Expropiación del Petróleo, por el general Lázaro Cárdenas en 1938, regresaron a sus lugares de origen “con las manos vacías y sin esperanza”, después de escuchar un discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador cargado de halagos para esa industria, que ocupa a más de 100 mil trabajadores, pero que, hay que aceptarlo, ahora mismo está en quiebra espantosa y va de salida en la industria automotriz, por el surgimiento de los autos eléctricos.
Un aniversario más de un gesto heroico de un presidente Cárdenas, que surtió efectos positivos para la economía de México por breve tiempo, pero sin la consistencia necesaria para sacar de la pobreza a una población que, en los tiempos actuales, padece hambre (el 50 por ciento presenta diversos grados de desnutrición); una economía afectada por inflación galopante; una industria que no acaba de consolidarse por falta de inversiones, y una deuda externa creciente que no admite más endeudamiento por encontrarse a cinco puntos del límite máximo.
Simplemente la deuda de Petróleos Mexicanos ha llegado a un límite considerado riesgoso por analistas internacionales, de poco más de 100 mil millones de dólares, sin que se tengan expectativas de abonar en breve plazo, al menos un 10 por ciento anual con vistas a cancelar esa muy alta deuda de la empresa.
En materia de desarrollo de la industria petrolera, los analistas recomiendan la necesidad de canalizar inversiones crecientes, sobre todo en exploración, a fin de identificar potenciales yacimientos nuevos y consolidar los descubiertos, de tal manera que los beneficios sean mayores que las inversiones.
En el caso de Pemex, invirtió más recursos en los últimos tres años en exploración. Esa actitud, favoreció perforar más pozos para encontrar hidrocarburos, con la diferencia de que las expectativas de aprovechamientos petrolíferos, fueron menores.
En concreto, de acuerdo con información de la propia empresa, el año pasado Pemex realizó inversiones, en exploración, por el orden de 364 mil millones de pesos, lo cual indica que se registró un aumento del 51.3 por ciento, comparado con 2021, cuando el monto alcanzó 240 mil 581 millones de pesos.
Expertos de la industria petrolera de otros países, cuentan con la información suficiente sobre el comportamiento financiero y de exploración – aprovechamiento de ese “oro negro”. Una cosa es la operación de una industria privada, y otra es la operación de una empresa dependiente del Estado.
Cuando las empresas extractivas e industriales del petróleo entran en un estado de incosteabilidad, puede ocurrir que caigan en pérdidas irrecuperables, con daños económicos para los propietarios empresariales, mientras que el manejo de una empresa del Gobierno, pues es fácil cargar las pérdidas al pueblo, a través de medidas fiscales e incluso coercitivas del Estado. No se sabe de quién fue la idea de cargar los pasivos del gobierno a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Cárdenas critica desaciertos en el sector petrolero
Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del prócer de la expropiación, criticó la política energética del gobierno federal. Consideró que ha sido “simplemente extractivista”, y opinó que ha destinado inversiones tres veces más de lo estimado en la construcción de la Refinería de Dos Bocas, en el estado de Tabasco.
Entrevistado en el Monumento a la Revolución, donde montó una guardia en el mausoleo erigido al General Lázaro Cárdenas, advirtió desaciertos del gobierno en materia energética. “Primero, dijo, mantener una política simplemente extractivista y no destinar los recursos de los hidrocarburos, principalmente a la industria petroquímica”.
“Es indispensable acelerar la modernización de las refinerías existentes, a fin de disminuir la importación de combustibles”, expresó.