David Guillén Patiño.
Era su as bajo la manga, la mejor manera que tenía de cerrar con broche de oro su sexenio, pero… se le fue de las manos.
Evidentemente, a Miguel Ángel Riquelme le faltó la perspicacia que distinguió, por ejemplo, a su predecesor Óscar Flores Tapia, para arrebatar en momentos clave las mejores oportunidades de crecimiento.
El arribo de General Motors, en 1981, es un claro ejemplo de ello: este hecho marcó un parteaguas en la historia empresarial y económica de la entidad.
Colaboradores de Riquelme Solís platican que su tosca cara languideció cuando Claudio Bres, secretario de Economía, le confirmó que Tesla se había decidido por Nuevo León, específicamente por el colindante municipio de Santa Catarina.
Como si el amodorramiento del gobernador fuera contagioso, hasta el senador con licencia y empresario Armando Guadiana ofreció, fuera de tiempo, donar a dicha firma un extenso predio, con tal de que se estableciese en Coahuila.
Un mes antes de que Elon Musk confirmara el establecimiento de Tesla en Nuevo León, Miguel Ángel Riquelme hizo esta tímida invitación a través de El Universal: “Nosotros tenemos todas las ventajas competitivas que requiere Tesla para que sea un proyecto exitoso y, sobre todo, la mano de obra calificada; los volúmenes de agua que requiere no son algo preocupante”.
Refiriéndose a Nuevo León, declaró: “veo claramente una tendencia de Tesla hacia ese estado, pero las empresas satélites nos interesan y todo lo que venga de Tesla lo acapararemos”. Así se retiró de la rebatinga.
Lo que estos tres funcionarios estatales ni siquiera sospecharon fue que en el vecino estado la instalación de la fábrica empezó a cocinarse en forma hace exactamente un año, precisamente cuando Musk inauguraba su giga planta en Austin, Texas.
Y aunque en algún momento el gobernador Samuel García afirmó que no requirió promocionar a su estado para acaparar a la mega fábrica, lo cierto es que sí lo hizo, incluso desde que ganó la elección para gobernador, en octubre de 2021.
La cuidadosa estrategia significó una dura lección para el equipo riquelmista en el sentido de que un proyecto de tal envergadura no se concreta de un día para otro, mucho menos permaneciendo en una actitud contemplativa o de espera.
La bofetada más fuerte que se propinó con guante blanco a Riquelme es el hecho de que un coahuilense haya sido quien se encargó directamente de atraer a Elon Reeve Musk, el hombre más rico y dueño de la empresa más importante del mundo.
Se trata de Emmanuel Loo, originario de Sabinas, quien hace apenas siete meses fue contratado por el Ejecutivo neoleonés como subsecretario de Inversión.
Oficialmente, se encarga de “promover e impulsar el fomento industrial del Estado, la inversión principalmente en los sectores de alta tecnología y las relaciones nacionales e internacionales de Nuevo León, con el propósito de generar empleos mejor remunerados y contribuir a mejorar la calidad de vida de la población”.
El sabinense cursó la licenciatura en administración de empresas por la St. Edward´s University; fungió como director de Texas Global Strategy TGS; asumió la presidencia de la Asociación de Empresarios Mexicanos de Austin Texas.
También tuvo a su cargo la dirección general de AGS PA, como de finanzas en Capstar Partners; presidió el Comité Internacional de Ciudades Hermanas; y fue comisionado de Seguridad Pública en esta misma ciudad.
Presente en la Gigafactory de Tesla en Austin, Texas, Emmanuel Loo presentó, con inusitado éxito, una exposición sobre las bondades con que cuenta Nuevo León para la inversión productiva.
Posteriormente, el gobernador García Sepúlveda, a través de un sobrevuelo en helicóptero, mostró al también fundador y líder de Twitter, SpaceX, CEO, The Boring Company, PayPal, Solar City, etcétera, la infraestructura industrial disponible.
Inicialmente, Tesla invertirá alrededor de 5 mil millones de dólares, de 10 mil millones que absorberá la ejecución del proyecto, lo cual generará más de 5 mil empleos (para un total de 35 mil), parte de los cuales ya están siendo cubiertos, según un reciente lanzamiento de diversas ofertas de trabajo.
A juicio de Samuel García, la mega fábrica de autos eléctricos, que llegó a México por encima de países como China, Alemania, Brasil, Canadá e Inglaterra, representa, junto con Nuevo León, “el futuro, la globalización, el estar conectados y la electromovilidad”.
Antes, la compañía Tesla había concretado la compra de seis terrenos que abarcan mil 700 hectáreas entre la carretera y la autopista Monterrey-Saltillo. El precio de los polígonos de predios asciende a poco más de dos mil 500 millones de pesos.
Se trata de los terrenos del rancho Carvajal-El Jonuco y Anillo Vial, en Santa Catarina, frente al exclusivo desarrollo inmobiliario Terralta, a la altura del kilómetro 51 de la carretera libre Monterrey-Saltillo y la autopista de cuota.
La llegada de Tesla se suma a los proyectos anunciados para este año por General Motors y Stellantis, relativos a la producción de autos y camionetas eléctricas en Saltillo y Ramos Arizpe.
Estas expectativas motivaron una serie de declaraciones consoladoras y conformistas de Claudio Bres, secretario de Economía de Coahuila, en el sentido de que el futuro de Coahuila ya era prometedor con el arranque de la producción de los autos eléctricos en la región sureste, debido a que esto permitiría la confirmación de todo un clúster de alrededor de esta nueva industria… Sin palabras.
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