Enrique Gómez Dena.
Yo te defiendo mujer
Y mi vida en tu defensa
Sin pensarlo la daría. . .
Porque nací en tu vientre
Y tú me cuidaste tanto
Hasta que llegó el momento
que escuchaste mi primer llanto
Tú me tuviste en tus brazos
Me brindaste tu tierna mirada
Y enjugaste tu llanto, de alegría
Ése de una madre enamorada
Por este tu hijo. . .que nacía
Por el que sufriste tanto
Por eso soy tu hijo agradecido
Y te venero santa madre mía
Por ese tu llanto, que decía tanto
Crecí a tu lado, me enseñaste la vida
Me marcaste el buen camino
Del que jamás me apartaría
¡Como no quererte madre mía!
Si ni con mi vida puedo pagarte
Y te juro, jamás podré olvidarte
Yo te defiendo mujer
Y mi vida en tu defensa
Sin pensarlo la daría. . .
Porque nací en tu vientre
Y tú me cuidaste tanto
Hasta que llegó el momento
Que escuchaste mi primer llanto
Fin.
