Samuel Cepeda Tovar.
La carrera por el 2024 ha comenzado con la designación de las defensoras de los movimientos de Morena y el Frente Amplio por México y, consecuentemente, ha iniciado la segunda etapa de esta contienda que recae en las encuestas que comienzan a mostrar los posibles escenarios de la elección presidencial; y en este justo momento los primeros resultados realmente no sorprenden, pues según Covarrubias y Asociados, Claudia Sheinbaum obtuvo el 64% de las preferencias mientras que Xóchitl Gálvez obtuvo el 17%.
Por su parte, en la encuesta de El Universal, la morenista obtuvo un 53% de las preferencias mientras que Gálvez obtuvo el 21%. Finalmente, Buendía y Márquez posicionan a la exjefa de gobierno de la CDMX con 30 puntos de ventaja sobre la exsenadora panista. Con estos tres resultados podemos colegir una verdad de Perogrullo: Morena retendrá la presidencia sin problema alguno; las causas además de la buena reputación que carga consigo Claudia Sheinbaum son sin duda la popularidad que respalda al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en su quinto año de gobierno, cuenta con un aprobación de casi el 60% de los encuestados, lo que sin duda otorga un espaldarazo a su gobierno y refleja un nivel de aceptación con su gobierno lo que indica la intención del continuismo en los votantes a la hora de sufragar.
Así mismo, la tendencia de la ola guinda ha sido imparable, pues a la fecha Morena gobierna 21 entidades en México, lo que le da una legitimidad impresionante que respalda las pretensiones de cualquier aspirante de morena, y para este caso, insisto en que el perfil de la exjefa de gobierno es sin duda la mejor opción que Morena pudo presentar para buscar el continuismo en el gobierno de cara al fin del gobierno de Andrés Manuel y con ello consolidar 12 años de una tendencia izquierdista de gobierno en México que aún falta por ser evaluada por la historia, pero que hasta el momento refleja un rechazo contundente al antiguo régimen representado por PRI y PAN que no logró desarrollar a nuestro país dejando una estela de corrupción en detrimento de quienes menos tienen y en beneficio de los grupos de poder de siempre.
Es cierto que históricamente las encuestas buscan generar el efecto borrego, es decir, inducir a los votantes a elegir una opción que parece ser la ganadora, no obstante, me parece que lejos de querer inducir este efecto psicológico en los votantes, los resultados de las encuestas solo demuestran la realidad que validan la popularidad del presidente y la cantidad de estados gobernados por Morena, es decir, difícilmente habrá una encuesta que coloque a Gálvez como puntera porque rayaría en lo absurdo, a lo mucho habrá algunas que intenten cerrar la enorme brecha entre las dos candidatas, pero la realidad solo hará que las personas se inclinen más hacia la exjefa de gobierno.
Tal vez la duda sobre la elección que se avecina es saber si la candidata de Morena logrará obtener una cantidad similar de votos que obtuvo AMLO hace cinco años, y además saber si partidos como el PRI han llegado al ocaso de su existencia a la hora de la repartición de la votación.