Fernando Rangel de León.
Todo lo que consiguió en la política fue porque con el poder público creó empresas multimillonarias que lo hicieron uno de los más ricos del país; a partir de haber sido Presidente Municipal de Toluca, estado de México, gobernador de dicha entidad y jefe del Departamento del Distrito Federal; aunque se le ligó con actividades del narcotráfico a grande escala, Carlos Hank González, acuñó la frase: “Un político pobre es un pobre político”; lo que fue muy bien entendido por los políticos del PRIAN, que la siguieron al pie de la letra y amasaron grandes fortunas haciendo negocios desde el gobierno y con el gobierno; lo que aumentó la corrupción en México, hasta llegar al hartazgo.
El 1° de julio de 2018, más de 30 millones de ciudadanos votaron por una transformación del país para eliminar la corrupción; y lo hicieron porque el candidato presidencial jamás hizo un negocio para beneficio personal estando como jefe del gobierno de la Ciudad de México, y que es por eso y por muchas otras cosas más porque ganó las elecciones presidenciales.
Esas son algunas de las prendas personales que se le vio a Claudia Sheinbaum, para que fuera la actual candidata presidencial para las elecciones del domingo 2 de junio, y constituyen una garantía para que continúe, con los necesarios cambios, gobernando con el actual proyecto de nación, que tiene como columna vertebral ver primero por los que menos tienen para que tengan más y así puedan contribuir a mejorar la economía del país.
Pero contrario a todo lo anterior la candidata Xóchitl Gálvez, acaba de declarar que “Si a los 60 años no has podido hacer un patrimonio, eres bien güey”; declaración dirigida a todas y a todos, que ante el abrumador repudio de las grandes mayorías, sus defensores quieren matizarla diciendo que no se refirió a todos sino solo a Claudia Sheinbaum; a lo que se le revira diciéndole el refrán: “Te lo digo a ti Chana para que lo entiendas Juana”.
De cualquier forma, estas expresiones revelan que en el fondo lo que quiso decir Xóchitl Gálvez, es que para hacer política se necesita ser rico, independientemente del origen ilícito de la riqueza; como en el caso de Carlos Hank González.
Por lo que se ve, los genes del PRIAN, con Xóchitl Gálvez, a la cabeza, no han cambiado.