Samuel Cepeda Tovar.
Siempre se ha acusado históricamente a la izquierda de ser asistencialista, de despilfarrar el dinero en atención a grupos vulnerables de manera irresponsable, en particular este gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador ha recibido señalamientos de dilapidar el dinero en “ninis” o en mantener a holgazanes, lo cierto es que cada iniciativa como el aumento al salario mínimo, la semana de 40 horas, el incremento de vacaciones han sido señaladas como populistas o asistencialistas, por ello ya suena un tanto desgastado el discurso de la oposición al cuestionar la orientación social que el actual gobierno le da al gasto público; de tal suerte que ahora llama la atención la palabra con que se cuestiona la nueva iniciativa de morena al plantear la creación del fondo de pensiones para el bienestar, cuyo objetivo es que las y los mexicanos puedan recibir el 100 por ciento de salario en la edad de jubilación; noticia que suena por demás atractiva y pertinente, desde luego que la oposición la ha señalado como electoralmente atractiva, pero la noticia para ellos es que el trabajo legislativo no puede detenerse por procesos electorales en marcha.
El esquema de financiamiento para complementar el porcentaje que sume 100% a la hora de la jubilación de cada persona en este país se sostendría principalmente de los ahorros de las cuentas Afores que no hayan sido reclamados en los últimos 10 años ante lo cual la oposición a denominado a este esquema “confiscación” como si se tratara de un despojo injusto, sin embargo, la sensación de un despojo ni siquiera se acerca a la realidad, pues se trata de Afores que han sido abandonadas por motivos como migración, fallecimiento o ignorancia de su existencia, lo cual ha generado un acumulado de más de 40 mil millones de pesos que corren el riesgo de ser tomados en algún momento para financiar proyectos que terminen en desviaciones de recursos, por ello la idea de canalizar estos recursos para el bienestar de millones de mexicanos suena por demás positivo y bienvenido, aunque ello provoque señalamientos totalmente fuera de lugar.
Para su administración se plantea la creación de un comité técnico que garantice que el dinero no termine en “préstamos” para el gobierno o algún otro objetivo alejado de su razón de ser que no sean inversiones que garanticen el crecimiento de dicho fondo de ahorro para la jubilación. Dicho Fondo se integrará con los recursos de las Afores de ahorradores con más de 70 años y que no han sido reclamados en el lapso de tiempo antes señalado para el caso de trabajadores del sector privado y del IMSS; y de los que han cumplido 75 años en el caso de los trabajadores del Estado y del ISSSTE. Bienvenida dicha iniciativa que embona perfectamente en el discurso de la justicia social, y solo para perfeccionarla le hará falta una buena dosis de transparencia y que se asegure que no habrá ningún tipo de clasificación de información por argumentos absurdos como seguridad nacional o cualquier otro que la ley indique y que no tenga relación con este fondo que debe ser 100% público y de interés y bienestar social.