Derrotas y triunfos
La derrota del exgobernador Miguel Ángel Riquelme Solís y María Bárbara Cepeda, del PRI-PAN-PRD, quienes aspiraban llegar al Senado de la República, sí que caló al partido tricolor coahuilense, porque saben que su estructura de base falló y los dirigentes partidistas bien saben lo que sucedió.
El gran perdedor en esta contienda electoral es Miguel Ángel Riquelme Solís, aunque será senador electo de primera minoría. De nada le sirvió que fuera el gobernador mejor evaluado en el país, que mantuvo a Coahuila como el estado más seguro del norte de México y como la tercera entidad en captación de inversión y generación de empleo.
A esta derrota se agrega el fracaso que sufrieron otros excandidatos como Sonia Villarreal Pérez, Raúl Xavier González Valdés, así como Jaime Bueno Zertuche, quien intentaba reelegirse como legislador federal. No se descarta, que éste último y la exsecretaria de Seguridad Pública, pueden sumarse a algún puesto en el organigrama estatal en las próximas semanas, pero muchos priistas se preguntan sobre el rumbo que tomará su partido en un futuro no muy lejano.
Habría que preguntarles a los otros exaspirantes como Theodoro Kalionchiz, Jericó Abramo Masso y Guillermo Anaya Llamas como le hicieron para ganar en sus distritos, para saber si les alcanzaron los 400 mil pesos que recibieron cada uno para los tres meses de campaña.
Mientras tanto, Luis Fernando Salazar Fernández y Cecilia Guadiana, de Morena-PT-PVEM, obtuvieron 749 mil 669 votos, el 47.62 por ciento del total, convirtiéndose en senadores electos por mayoría.
Se dice, que los resultados obtenidos en este proceso electoral, fueron determinantes para que el gobernador Manolo Jiménez Salinas anunciara una reestructuración en el gabinete estatal, cuyo proceso incluirá la entrega de nuevos nombramientos y enroques de los que no se han dado a conocer los nombres de quienes se integrarán a su equipo de trabajo.