Algo está fraguando Jorge Dávila Flores (quien maneja los hilos de CANACO Saltillo desde hace más de 30 años), para que esta agrupación de comerciantes, que dirige todavía Alejandro Pepi de la Peña, siga sin lanzar la convocatoria oficialmente para el proceso de renovación directiva de esta organización.
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Pepi de la Peña, apoyado por los integrantes del consejo de dicho organismo, siguen atrasando desde hace más de 45 días el anuncio del proceso de elección, pese a que cuatro perfiles levantaron la mano para encabezar esta cámara, siendo estos: Marcela Dávila Real, de Universidad de México en Línea y Servicios Estadísticos (esposa del exfuncionario público Guillermo Ponce Lagos); Carlos Martínez Gómez que cuenta con varias gasolineras e inmobiliaria; Felipe José, de Muebles José, así como Juan Antonio Aguirre Valdés, de Hacienda Los Compadres (cuñado del exfuncionario público Fausto Destenave Kuri).
Los tres primeros son allegados a Jorge Dávila y el aspirante incómodo es Aguirre Valdés, quien ya fue invitado en dos ocasiones a que decline a su postulación y que se sume al candidato de unidad que defina Jorge Dávila Flores, porque aseguran afiliados de CANACO, que Juan Antonio es vigilado «bajo lupa» para abrirle un procedimiento de cualquier tipo y expulsarlo de la asociación al igual que los comerciantes que lo apoyan.
Desde hace años, hay un hartazgo total entre un importante número de socios de los 9 mil 300 miembros afiliados a esta asociación, por la manipulación que ejerce Jorge Dávila de imponer al presidente que desee al frente de la Cámara de Comercio de Saltillo.
Lo anterior quedó demostrado en la última junta celebrada en las instalaciones de CANACO el pasado 12 de febrero, donde, una vez más, Alejandro Pepi no tocó el tema de la elección. Citaron para el próximo 26 de febrero y con seguridad en esa reunión podrían definirse las reglas de la convocatoria, porque tienen hasta el 31 de marzo para elegir al nuevo presidente.
Los grandes ausentes en la junta del pasado miércoles no solo fue la mujer profesionista que desea dirigir está agrupación, sino también los tres comerciantes que aspiran a ocupar el cargo que dejará Pepi de la Peña.
Las críticas de los afiliados de CANACO aumentaron contra Jorge Dávila desde que impulso a su hermana Lucía del Carmen Dávila Flores, para que fuera no solo regidora en el periodo del exalcalde de Saltillo, José María Fraustro Siller, sino para que repitiera en el cargo en la actual administración municipal que encabeza el edil Javier Díaz González.
Los comerciantes inconformes confían en que haya el cambio y termine el manejo obscuro en la Cámara de Comercio de Saltillo.