Fernando Rangel de León.
Durante los gobiernos del Presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940) y Manuel Ávila Camacho (1940-1946), fue construida la presa El Palmito, que en reconocimiento a su obra en la Laguna, lleva el nombre del primero; para almacenar alrededor de 3 mil millones de metros cúbicos de agua del río Nazas.
Para aprovechar los derramamientos de agua de la presa Lázaro Cárdenas, y controlarla; en el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), se construyó la presa Las Tórtolas, que en honor del liberal duranguense Francisco Zarco, lleva su nombre; con capacidad de alrededor de 400 millones de metros cúbicos de agua, que distribuye a los canales de riego de la Laguna.
Esta distribución del agua para riego se hace conforme a los ciclos agrícolas, que por lo regular empiezan en marzo y terminan en agosto; pero como el agua de riego es insuficiente y hay cultivos que necesitan del agua durante todo el año, como la alfalfa o forraje para las vacas, entonces se tuvieron que hacer pozos o norias para extraer con bombas el agua de los mantos acuíferos.
Como hubo necesidad y voracidad en la mayoría de los casos, la enorme cantidad de pozos provocaron el agotamiento del acuífero, que a su vez hizo que se extrajera agua a más profundidad, la que sale con arsénico, causando mucho daño a la salud.
Ante este grave problema de la escasez de agua y agua con arsénico en la Laguna, se le pidió al Presidente Andrés Manuel López Obrador, su intervención para solucionarlo; quien después de que fueron aprobados los estudios, se comprometió a la realización del proyecto Agua Saludable, con una inversión de 11 mil millones de pesos.
Ya a punto de iniciar la construcción de obras de ese proyecto, surgieron unas personas que se oponen a que en el área protegida del Cañón de Fernández, se instale una bomba para potabilizar el agua del río Nazas, y traerla de ahí entubada a la Laguna.
Para eso interpusieron un amparo con incidente de suspensión de los actos reclamados, que como es normal, de inmediato el juez de Distrito, se las concedió; pero solo por unos cuantos días pues el próximo 23 de agosto, muy probablemente les sobresea el amparo, es decir, ni se los concederá ni se los negará, sino simplemente lo declarará improcedente por la inexistencia de los actos reclamados.
Pero como al Presidente, no le gustan estas cuestiones “leguleyas”, por truculentas, burocráticas y tortuguistas; pues él es un convencido y así actúa, de que entre el derecho y la justicia, prefiere la justicia y el diálogo; entonces estará este domingo 15 de agosto dialogando con los opositores para hacerles ver los grandes beneficios del Agua Saludable.
A ese respecto en la columna No haga cosas buenas…, de Enrique Irazoqui, en El Siglo de Torreón, del pasado 13 de agosto, se lee “…tendríamos que ser estúpidos los laguneros si no respaldamos al Presidente en este lance que nos afecta a todos los que aquí vivimos”. (El subrayado es mío: FRL).