José Guadalupe Robledo Guerrero.
Adelantándose a la fecha navideña, el ex gobernador Rubén Moreira Valdez le dio su regalo a los militantes del PRI, devolviéndole a su partido una ideología más coherente con los tiempos de la Cuarta Transformación: el “centro-izquierda”, y renegando del neoliberalismo que caracterizó al PRI en las últimas décadas, y del que mucho se beneficiaron los políticos priistas haciendo alarde de la nefasta triada que aún pervive en la partidocracia mexicana: corrupción-impunidad-cinismo.
La ideología del centro-izquierda está identificada con la socialdemocracia, de la cual el PRI es desde hace tiempo parte de ella. Es una ideología política, social y económica que busca las intervenciones estatales, tanto económicas como sociales, para promover la justicia social en el marco de una economía capitalista.
El ex gobernador de Coahuila fue mucho más lejos, al señalar que ya “habían corrido a patadas al neoliberalismo que les impusieron”, pero nada dijo de deslindar a su partido de los ladrones que invistieron de presidentes como Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto; tampoco solicitó que los expulsaran del PRI ni exigió un juicio político para estos saqueadores de México, con el fin de recuperar los votos que perdieron por la corrupción neoliberal.
Rubén Moreira tampoco exigió que todos los corruptos que se beneficiaron en esta época maldita, devolvieran los miles de millones de pesos que saquearon del erario, para que sus riquezas mal habidas volvieran a su lugar de origen, a fin de que los estados de la república, entre ellos Coahuila, superaran la miserable condición en que los dejó la rapiña oficial.
Mientras tanto, a solicitud del PAN, los panistas ya se sentaron con el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, buscando una “relación de civilidad política” con el dueño del campo, la pelota, el bat, los guantes, el ampáyer y el público, para -supuestamente- plantear sus desacuerdos con las políticas de AMLO, y de paso decirle que siguen en alianza con el PRI y el PRD en contra del presidente y sus medidas autocráticas.
Por otra parte, los empresarios se reunieron con el presidente López Obrador, quien aseguró que el tema con los hombres de negocios fue sobre la Reforma Eléctrica que está impulsando, de la cual los puso al tanto de sus beneficios, agregando que algunos de ellos le pidieron perdón por los abusos que cometieron en el pasado.
Después de la balconeada presidencial vino la “aclaración” del presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar, que en lugar de desmentir, confirmó lo dicho por López Obrador: “El CCE no fue el autor del perdón. Quizá algún empresario se acercó, pero no tengo conocimiento en lo más mínimo”. Negocios son negocios.
En este mundo de farsas, simulaciones y gatopardismos terminamos el año, y a la usanza de la política a la mexicana, este tipo de dichos y hechos trascendentes, se escenificaron antes de las vacaciones navideñas, de tal manera que pasaran desapercibidos, opacados por el asueto, los aguinaldos y la sociedad de consumo, pues la época navideña en México son días de abrazos no balazos.
Política aldeana
Sobre la alianza del PAN, PRI y PRD, el presidente López Obrador señaló en su mañanera del pasado 17 de diciembre, que “antes mucha gente pensaba que eran (partidos) distintos, pero quedó demostrado que son lo mismo desde Salinas de Gortari”, aunque a AMLO se le olvidó que la gran mayoría de esta mezcolanza de partidos disímbolos y contradictorios actualmente anidan en su partido MORENA.
Pregunta huérfana
¿Será cierto que Alejandro Gertz Manero, Santiago Nieto Castillo y Julio Scherer Ibarra no son corruptos como los asegura López Obrador?