Más allá del voto de los hidalguenses que acudirán a las urnas el próximo 5 de junio, para elegir a la persona que los gobernará los próximos seis años, el actual gobernador de esta entidad, Omar Fayad, jugará un papel crucial en esta elección en dónde Carolina Viggiano, cónyuge del ex gobernador de Coahuila Rubén Moreira Valdez, es la candidata por la Coalición Va por Hidalgo, integrada por el PRI, PAN y PRD.
El rompimiento de Omar Fayad con la dirigencia nacional del partido Revolucionario Institucional que encabeza Alejandro Moreno es un hecho, y su cercanía con el Gobierno de la Cuarta Transformación de López Obrador cada vez es más evidente. Incluso, no se descarta que pudiera ser asesor del presidente cuando terminé su gestión gubernamental.
Hidalgo al igual que Aguascalientes, Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, y Oaxaca, son las entidades que tendrán comicios electorales en 2022 para renovar su gubernatura.
Omar Fayad está inconforme y despotrica en contra del partido tricolor al asegurar que fue marginado de la convocatoria a la repartición de estados en la alianza Va por México. Sus allegados afirman que responsabiliza a Alejandro Moreno, así como a Rubén Moreira de dejarlo fuera en la toma de decisiones internas del PRI solo por tener cercanía a su conveniencia con AMLO.
Quienes conocen bien al actual gobernador Fayad, afirman que prepara una estrategia para no favorecer a Carolina Viggiano, porque presume tener mucha amistad todavía con los principales grupos políticos de las diferentes regiones de esta entidad, considerando que Hidalgo tiene 84 municipios.
Pachuca de Soto, Tulancingo de Bravo, Tula de Allende, Tizayuca, Tepeji del Río, Actopan, Apan, Huejutla de Reyes, Ciudad Sahagún, Ixmiquilpan, Huichapan, así como Pachuquilla, son los municipios que presume Omar Fayad de tener controlados en cada una de las reuniones que sostiene con la clase política hidalguense. Y desde ahora se afirma que votarán en contra de la esposa de Rubén Moreira y favorecerán al candidato de Morena, el senador Julio Menchaca Salazar.
Hay quienes afirman que el escenario político electoral que vivirán los hidalguenses será de un PRI dividido y con una estructura que no funcionará, lo cual los conducirá a una derrota. Incluso, los políticos de antaño de este estado no descartan un proceso violento durante la jornada electoral, y dónde el platillo principal en esta contienda sea el robo de las urnas. Por otro lado, hay quien insiste que en la elección los hidalguenses mostrarán civilidad y los comicios se desarrollarán pacíficamente. ¿Será?