La privatización de SIMAS

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Fernando Rangel de León.

Por mandato constitucional el primer y más importante servicio público que debe prestar el municipio a sus habitantes, es el de “agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales”; porque todos los seres vivos dependemos del vital líquido, humanos, animales, vegetación, ecosistemas, el medio ambiente y la naturaleza toda.

Por eso los ayuntamientos crearon organismos paramunicipales, para prestar el servicio público de agua potable, a los que se les denomina de distintos nombres como Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento SIMAS, en Torreón, y otros municipios; desconcentrados de la administración municipal central en lo financiero, administrativo, técnico, operativo, laboral, etcétera; para que tengan autonomía y así puedan prestar ese importantísimo servicio público con la mayor eficiencia, la máxima optimización de los recursos económicos y humanos y la más alta calidad y cantidad; las 24 horas del día, de los 365 días del año.

Pero por el calentamiento global, la grave sequía, el agotamiento de los mantos freáticos, los apagones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la sequía de viejos pozos de agua, las viejas y dañadas tuberías, el aumento de la demanda del servicio por las nuevas y múltiples colonias, la falta de cultura de nosotros  mismos en el uso racional del agua y otros factores más, Torreón, está padeciendo la falta y la escasez de agua, que genera toda clase de problemas siendo el más preocupante, el de la salud.

 SIMAS, que tiene la obligación de resolver esos problemas, está recurriendo a soluciones desesperadas como la renta de pozos de agua a particulares para conectarlos con las redes generales de conducción del agua, y así mitigar un poco la escasez y falta del vital líquido; y en su desesperación acaba de lograr que el ayuntamiento reformó parte de su normativa para poder concesionar parcial o totalmente, a personas físicas o empresas particulares, el servicio público de agua potable.

Puede que el servicio público de agua potable en manos de particulares, sea mejor; pero con seguridad será más caro y se prestará con fines de lucro y no con sentido social, que es lo que caracteriza a SIMAS, que entiende y comprende a las clases más desvalidas de las colonias y la mancha urbana, que a veces no tienen dinero para pagar las tarifas más bajas, y los descuentos y les da la oportunidad de pagar en plazos, mediante convenios.

El problema del agua, que no es privativo de Torreón, es tan importante porque de ella dependen nuestras vidas, que todos debemos de unirnos para encontrar soluciones; pero por su peso social y económico y su dimensión en todos los ámbitos, los que deben de defender con más ahínco a las clases mayoritarias, y a la sociedad toda, son los partidos políticos, que no solamente deben dedicarse a la “politiquería”, sino a trabajar para obtener el bien común.

Por lo pronto los partidos deben de concientizar y movilizar no solamente a sus correligionarios, sino a la sociedad toda, sobre la conveniencia o no de privatizar SIMAS.