Profesor Evaristo Velasco Álvarez.
¿Hasta dónde es posible que el pueblo soporte la partidocracia? El 1° de julio de 2018, ante el hartazgo de la población, las urnas se llenaron de esperanza y de deseos de cambio apoyados por la figura y las promesas de libertad y limpieza de la corrupción de un hombre que se ganó el corazón y la buena voluntad de la gran mayoría de los mexicanos.
Por vez primera en los últimos 60 años, la población en más del 50%, votó a favor de Andrés Manuel López Obrador, quien llega además con mayoría en ambas cámaras y con 3 gubernaturas, que han ido creciendo, y que se suponía que sería sencillo lograr que sus promesas de la Cuarta Transformación, se vieran realizadas.
Pero los cambios en la legislación ocupan del 75% de los votos de ambas cámaras, que no se han podido concretar en varias ocasiones, dificultado que la ley se pueda modificar, para que se logre la plena realización de lo propuesto en campaña.
Por un lado, los partidos perdedores, mejor dicho grandes perdedores, no soportan el tener que actuar como oposición y quieren a toda costa, seguir manejándose como lo hacían, dentro de la corrupción, la impunidad, la hipocresía, y todas esas cuestiones que ya tenían cansado al pueblo.
Y los grandes defraudadores del país, utilizando todas las argucias habidas y por haber, se defienden como gatos boca arriba, intentando conservar privilegios y riquezas mal habidas, generando pánico y confusión en el país. Las últimas triquiñuelas utilizadas han sido la utilización de los grandes magistrados y jueces para obtener amparos que les permitan continuar haciendo de las suyas.
Y la creación de nuevos partidos políticos (83 nuevos partidos creados en el último año), les brinda la oportunidad de seguir en la palestra de la discusión y de las determinaciones en asuntos nacionales de importancia. Y si bien se le dio un fuerte golpe a la ambición y petulancia de los grandes partidos, éstos se dividieron en otros muchos (aunque minis), pero permaneciendo en la lucha (¿?).
Y todos reciben y recibirán dineros del erario nacional a través del INE, lo que les permitirá seguir viviendo de los impuestos que la población entrega a la nación esperando que con ellos se resuelvan los grandes problemas que les aquejan, pero no es así, porque los recursos se diluyen al ser entregados a los partidos políticos. Yo personalmente creo que debemos gritar un ¡Ya Basta!, No necesitamos más partidos, no nos hacen falta tantos “vividores” que pululan en torno al erario nacional.
¿Será que ya ha llegado la hora de que el pueblo logre liberarse de tanto parásito? ¿Será que ya México se sacudirá toda esa podredumbre? Usted, amigo lector, ¿Qué opina? Lo invito a discutirlo todo, para ¡Que viva México!
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