A mejorar nuestras policías preventivas

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Manuel Padilla Muñoz.

La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo implementó un programa -hasta que por fin- mediante el cual la ciudadanía evaluará la actuación de los agentes de seguridad pública de la capital del país. Es la primera vez que se escucha una forma atinada que, de llevarse a cabo, inicia la era de la verdadera profesionalización de los cuerpos de seguridad preventiva.

¿En qué consiste este programa? Es sencillo. Consiste en que serán los ciudadanos de la ciudad más poblada del país por vez primera los que emitirán sus opiniones sobre la actuación de sus agentes policiacos para que obtengan los ascensos dentro de la corporación y así puedan obtener una carrera profesional dentro de la policía. Y no solamente eso sino mejores prestaciones y salarios, Hay que decirlo, ésta es la base de la profesionalización de las policías preventivas tan necesaria y urgente en todas las corporaciones policiacas de México de todos los estados pero especialmente de los municipios.

Parece ser que la gobernante de la Ciudad de México es la primera -tenía que ser una mujer- en comprender lo que debe de ser una verdadera y eficaz policía que cumpla sus funciones en bien de los ciudadanos para las que fueron creadas.

Veamos: para que los programas de seguridad preventiva funcionen, se necesita, primero, voluntad política de los gobernantes. Sin esto no hay nada, Después, verdaderos profesionales de la materia: si los hay, pero si no, contrátenlos.

Capacitar, no es profesionalizar. Por ende, es muy importante que los policías preventivos conozcan muy bien las formas de comunicación con los ciudadanos, pues son éstos los que saben los problemas de sus comunidades y colonias.

Si bien es cierto que la presencia policiaca es buena, no lo es todo. Se requiere esa comunicación policía-ciudadanos. No basta tampoco que policías y patrullas lleguen a un lugar donde se cometió un delito diez o quince minutos después porque ya sucedió el ilícito. El mejor delito no es aquel a donde se llega en un unos cuantos minutos sino el que se evitó antes.

De vital importancia es que la labor de la policía preventiva sea evaluada por la ciudadanía y sea ésta la que proponga estímulos y ascensos a sus agentes de acuerdo a los resultados. De esta manera, un simple agente policiaco, si se prepara, aprende y da buenos resultados, puede llegar ser jefe de la corporación. Eso sí sería profesionalización.

El caso más patético de un fracaso policiaco es Torreón. El alcalde designo como director de la DSPM a un federal de caminos oriundo de otra región del país, un advenedizo pues, que no conoce la ciudad, no sabe cuántas colonias tiene ni cuántas pandillas delictivas hay; no sabe nada de seguridad pública y además, ignora su ignorancia.

Los robos de todo tipo en Torreón se han disparado; nada los detiene. Y es que, cuidar carreteras no es igual a cuidar una ciudad como Torreón; nunca.

Por eso es público el fracaso de la seguridad preventiva en nuestra ciudad, porque tenemos a un ignorante como jefe policiaco. Muchos políticos tienen esa mala idea de que un policía de caminos, un federal o un militar es un buen jefe de policía; craso error. Ellos vienen por el botín, se van y nunca los volvemos a ver, Casos0 así ha habido muchos en Torreón. Y así están todos los municipios de la Laguna.

Por eso deseamos que, por el bien de México, a la jefa de gobierno de la CDMX le vaya bien con ese nuevo programa.