Fernando Rangel de León.
En los 30s, México todavía era predominantemente rural; la salud en el campo estaba totalmente desatendida; por lo que algunos de los enfermos que tenían algunas posibilidades económicas, aunque fueran muy precarias, se trasladaban a los pueblos o ciudades más cercanas en donde hubiera por lo menos un médico que les atendiera la salud y los arrebatara de las garras de la muerte; y los que no tenían esas posibilidades, fallecían.
Ante esa falta de médicos en el medio rural hubo muchos enfermos y muertos por la falta de atención y de tratamientos oportunos de un médico que atendiera las 24 horas del día a los pacientes en el lugar en donde residían; pues la mayoría de los médicos que salían de las universidades, preferían quedarse en la ciudad o irse a otras ciudades más pequeñas o algunos pueblos de importancia; pues como todos los seres humanos lo hacemos, buscaban la comodidad o estar con sus familias.
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Lázaro Cárdenas, consiente de esa desatención de la salud en el campo, al fundar el Instituto Politécnico Nacional, creó la carrera de medicina rural, para preparar además de científicamente a los médicos, prepararlos para que vivieran en las comunidades rurales; lo cual no tuvo éxito del todo; como tampoco lo tuvo con los maestros a quienes en las escuelas rurales a las que se asignaban se les construyó la “casa del maestro”, para que vivieran allí de lunes a sábado, y los fines de semana se fueran a sus casas, en los pueblos grandes o ciudades, con sus familias; inclusive se les dotó de algunas hectáreas de terreno para cultivo, en beneficio de sus escuelas.
Desde entonces a la fecha han cambiado mucho los tiempos, las vías de comunicación y los medios de transporte, las tecnologías de la información y comunicación, etcétera; pero las necesidades de salud en el campo todavía subsisten y es de vital urgencia que se satisfagan para evitar las enfermedades y disminuir la mortandad.
Por eso el gobierno de México, está por contratar a 500 médicos de Cuba, que preferentemente ejercerán su profesión en lugares lejanos de los pueblos grandes y ciudades, para atender el servicio de salud; pues es bien sabido que los médicos de ese país fueron formados no solo académicamente sino también con mucho sentido social y elevada vocación de servicio; y hasta podríamos decir que con cierta mística y espíritu de sacrificio; aunque también los hay y muchos, médicos mexicanos que tienen esas y otras grandes virtudes.
Es una falsedad que la contratación de esos médicos cubanos, sea inconstitucional, como algunos de mala fe afirman; pues la verdad es que la Carta Magna garantiza como un derecho humano el trabajo para todos los profesionistas sin importar su raza o nacionalidad; pero eso sí, prefiriéndonos a nosotros los profesionistas mexicanos; a fin de que no se nos desplace por extranjeros o no se llene una nueva plaza con ellos.