Cada pueblo tiene el Gobierno que merece

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José Guadalupe Robledo Guerrero

En una charla con el exgobernador Óscar Flores Tapia le pregunté: ¿qué tiene la silla ejecutiva (en este caso del Gobernador) que todos los que se sientan en ella enloquecen? Su respuesta fue didáctica: ¿Sabes con cuánta gente importante trata un Gobernador?, con decenas diariamente, y sin preguntarlo todas ellas te dicen lo mismo, que eres el mejor Gobernador que han tenido durante la historia. ¿Y eso qué? Lo cuestioné. Su conclusión fue de antología: Pues terminas por creerlo.

Esta anécdota viene a colación por la locura que ha demostrado Donald Trump ante su derrota, argumentando que le robaron la elección y poniendo a sus fans en posición de guerra, quienes acuden a las concentraciones de apoyo al Presidente armados hasta los dientes. Pese a su locura, hubo más de 70 millones que votaron por Trump.

Por tal razón, el sistema ya se puso en alerta y advirtieron que si Trump perdía y se resistía a abandonar la Casa Blanca, el Servicio Secreto lo sacaría. Por otro lado, a los medios de comunicación mexicanos, el circo electorero les ha servido para realizar un reality show y entretener a los mexicanos durante el repunte de la pandemia.

De manera inusitada, los adversarios en pugna, los lopezobradoristas y sus opositores, están muy interesados en saber cuál será el resultado final de las elecciones, porque ambos piensan que si gana el candidato demócrata Joe Biden, la situación cambiará para Andrés Manuel López Obrador, lo que sería bueno considerando que la relación del Presidente mexicano con Trump es indigna, irrespetuosa y de un silencio abyecto.

Desde el inicio de su campaña, el 16 de junio de 2015, Donald Trump fue excesivamente antidiplomático al señalar: “México no es nuestro amigo. Nos está ahogando económicamente… México nos manda gente con un montón de problemas: violadores, estafadores, traficantes de drogas, criminales… México no se aprovechará más de nosotros. Les voy a construir el muro más grande que jamás hayan visto. Y adivinen quién lo va a pagar: México”.

Esto es solo una parte de las injurias que Trump ha lanzado en contra de México y los mexicanos, las cuales repitió hasta el hartazgo durante su periodo presidencial, y lo hizo ante el silencio del presidente López Obrador, que se justificó diciendo: No quiero problemas con Trump… no me harán pelear… amor y paz…

Por tal motivo, cómo es posible que los lopezobradoristas insistan en que Trump continúe en la Presidencia a pesar del deleznable trato que le da al Presidente mexicano y a México.

También es verdad que los opositores a AMLO se alegran ante la victoria de Biden, porque creen que el nuevo presidente estadunidense meterá al orden al Presidente mexicano, tal y como festejan cuando las autoridades gringas aprehenden a narcos y corruptos mexicanos, con el único fin de quedarse con su dinero mal habido, porque en México son intocables.

Lo cierto es que si Biden obtiene el triunfo electoral, poco cambiará la relación con México, pues además de que tendrá suficiente trabajo para pacificar a su país, Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses, ya se los dijo Trump, y la historia lo registra.

Por otra parte, la belicosidad del trumpismo seguirá en el país vecino, porque los intereses de uno y otro lado están en colisión con ayuda de Trump, tal y como en México López Obrador ha polarizado a la partidocracia mexicana. Por eso, bien harían los mexicanos y la partidocracia en aprender lo que nos está enseñando “el país más democrático del mundo”.

Entonces, para qué tanto brinco, estando el piso parejo.

Política aldeana

En días pasados se mencionó al secretario de Gobierno, José María Fraustro Siller como uno de los precandidatos a la Presidencia Municipal de Saltillo. Eso me hizo recordar que el exrector de la UAdeC tiene muchos años siendo precandidato a la Alcaldía saltillense, y nunca se le ha hecho. Hay quienes dicen que si algo le deben a Chema Fraustro, ya se lo pagaron con creces. Con su grupo (los chicos Tec) gobernó a la UAdeC durante 20 años, y todos los exrectores -incluido él- se convirtieron en nuevos ricos, y nunca nadie los investigó. Por eso, ya es hora de que calme sus ansias de novillero y le deje la política electorera a otros menos vistos y menos conocidos en sus mañas…


Pregunta huérfana

Finalmente, Porfirio Muñoz Ledo no logró su aspiración de dirigir a Morena, para conseguir presidir un tercer partido, pues antes ya lo había hecho con el PRI y el PRD. La pregunta importante en este circo, es: ¿Por qué el presidente López Obrador no permitió que Muñoz Ledo llegara a la Presidencia de Morena, más aún cuando representaba a los duros de su partido, a los estalinistas?