Humberto Moreira y su canto de las sirenas

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

En la primera semana del pasado abril, cuando el subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja, vino a Coahuila a pedir el voto para la revocación mandato en favor del presidente López Obrador, en una entrevista que concedió, sin pregunta expresa, abordó algunos temas que en nuestro estado son tabú: la mega deuda, la corrupción, el saqueo y la impunidad, mencionando a los Moreira como los causantes de la desgracia que padece la entidad, dejando ver que esos asuntos serían parte de su campaña en aras de obtener la gubernatura, hacer justicia y corregir el rumbo.

Éste fue el antecedente de la entrevista programada que el exgobernador Humberto Moreira Valdés dio a los reporteros el pasado 18 de mayo, aprovechando oportunistamente el homenaje póstumo que el gobierno del Estado le rindió a Eliseo Mendoza Berrueto.

El exgobernador Humberto Moreira Valdés

Humberto, hay que decirlo, fue a quien señalaron como el principal involucrado en los temas a que se refirió Mejía Berdeja, pues no hay que olvidar que “La Burbuja”, grupo al que perteneció el Subsecretario de Seguridad y que lideraba Raúl Sifuentes Guerrero, secretario de Gobierno en el sexenio de Enrique Martínez, fueron algunos de los que se opusieron a que Humberto se convirtiera en gobernador de Coahuila, incluso Raúl Sifuentes compitió contra él por la candidatura al gobierno del estado, pero no la consiguió, un candado priista frustró sus aspiraciones gubernamentales.

La entrevista donde Humberto “rompió el silencio” estuvo llena de halagos para el presidente López Obrador, pero también aprovechó la ocasión para abordar su exoneración de las acusaciones que le hicieron, y de paso aclaró que no pertenecía al PRI desde hace varios años, mostrando de nueva cuenta su animadversión con el expresidente Felipe Calderón “el mayor ladrón que haya tenido México, porque se robó la presidencia”, y se deslindó del “estirado e ingrato traidor” de Peña Nieto.

Humberto también confesó que había sido un error dejar como gobernador a su hermano Rubén, a quien responsabilizó del asesinato de su hijo, pero nada dijo de los múltiples crímenes que se cometieron durante su nefasto sexenio, y del genocidio cometido en Allende, Coahuila, en marzo de 2011, cuando todos sabían que seguía gobernando el Estado desde la presidencia del CEN del PRI. Tampoco reconoció que Rubén le encubrió todos sus desmanes.

En su perorata, Humberto se define como “un humilde profesor”, pero se dio tiempo para presumir sus estudios, seguramente realizados después de su sexenio: “Licenciado en Educación, tres diplomados, cuatro maestrías y un Doctorado”.

Al preguntarle que si por su experiencia y análisis lo había buscado de otro partido, negó participar en política porque según él lo “mataron políticamente”, pero señaló tener simpatías, obviamente por López Obrador, asegurando que vota en Morelos y trabaja aquí “yo me la paso trabajando y produciendo, ese es mi esfuerzo como micro empresario, y ahí la llevo. Habría que preguntarle a Calderón y a Peña Nieto de qué viven… Ese par de expresidentes a mí no me ayudaron en nada, al contrario, me persiguieron”.

Luego que lo cuestionaron si en Coahuila lo marginaban, Humberto respondió con algo que según él había aprendido y que puso en práctica: “El exgobernador no habla de lo que hace el gobernador, si no el gobernador se le deja ir al exgobernador, entonces, mis respetos para Miguel Riquelme. Yo no voy a hablar de la política estatal, pregúntenme de otro estado”.

Humberto puso el tema: “En Hidalgo va a ganar Julio Menchaca (candidato de Morena) 2 a 1” y se atrevió a calificarlo como “un hombre honesto, preparado, responsable, bien capacitado, que seguramente hará un extraordinario trabajo como gobernador de Hidalgo. ¿Qué puedo hacer yo para apoyarlo? Prender un cirio pascual y pedirle a mis amigos cristianos que le prendan un cirio”.

Humberto Moreira nada dijo -seguramente porque no le preguntaron- sobre el rumor del apoyo financiero que le han dado a Julio Menchaca con el respaldo de Elba Esther Gordillo, para que pierda su cuñada (esposa de Rubén) Carolina Viggiano, candidata en Hidalgo del PRI, PAN y PRD.

Humberto tampoco habló sobre el por qué hasta la fecha no se sabe en qué se gastaron los más de 30 mil millones de pesos de la megadeuda que le heredó su gobierno a Coahuila, de la cual se paga anualmente alrededor de 5 mil millones de pesos solo de intereses. Se olvidó mencionar los múltiples latrocinios que se cometieron durante su sexenio, los que algún día se tendrán que aclarar.

En realidad, lo que pretende Humberto Moreira con sus halagos y simpatías al presidente López Obrador, es que en el proceso electoral de 2023 no salgan a relucir los temas a que se refirió Ricardo Mejía Berdeja, por eso el canto de las sirenas de Humberto para AMLO. Por tal razón nos preguntamos ¿Logrará Humberto conseguir el silencio de Mejía Berdeja y de los morenistas en el proceso electoral de 2023?

Quizás por eso, Humberto pontificó para que los coahuilenses entendieran: “El presidente López Obrador dice que no va a reelegirse, y no hay que echarle la culpa de la inseguridad, cuando el tema lo arrancó Felipe Calderón… veamos la explicación amplia que hace el presidente: resolver de fondo el problema abatiendo la marginación social, la pobreza, la falta de acceso a la educación, impulsando el desarrollo económico. Que es más tardado, sí, que es más efectivo, también”.

Por último, siempre he creído que el verdadero problema de México no solo es la corrupción de los políticos, sino la nefasta tríada que anida en la política a la mexicana: corrupción-impunidad-cinismo, y lo relatado en este escrito es la tríada en su máxima expresión. Por cierto, la lambisconería de Humberto Moreira lo llevó a decir: “Me gusta escuchar las mañaneras del señor presidente”.

Lo grave de todo esto, es que la sucesión gubernamental de 2023, se ha contaminado y está enmarcada en el pleito de la otrora familia real: Los Moreira. ¿Qué jodidos andamos en Coahuila!

Tal vez por eso, los morenistas se apresuraron a difundir lo dicho por Humberto Moreira, como si fueran lecciones de un personaje con autoridad moral. ¡Pobre Coahuila!

Política aldeana

El imperio ruso ha amenazado en dos ocasiones con la guerra nuclear; la primera, en octubre de 1962; y la segunda, durante la invasión de Ucrania, es decir en nuestros días. Otro loquito, Kim Jong-un, el dictador de Corea del Norte, continuamente ha insistido en su amenaza nuclear, como Nikita Kruschev y Vladimir Putin.

Preguntas huérfanas

¿Conseguirá la absolución Humberto Moreira con sus melosas simpatías para López Obrador?

¿Aceptará Morena a Humberto Moreira en sus filas o le pedirá cuentas en la campaña electoral de 2023?