Francisco Javier González Gorjux.
En los primeros 8 años de haberse erigido Piedras Negras, como ciudad, con el nombre de Cd. Porfirio Díaz, es decir, de 1888, hasta 1896, teniendo un índice de crecimiento poblacional anual, del 5.83 %; El médico Municipal R. Ortega, conociendo la situación cambiante, que se venía dando desde 1885, en la república mexicana, periodo en que el Consejo Superior de Salubridad, organismo dirigido por Eduardo Liceaga, en opinión de Chávez (1987), el más grande higienista que ha tenido México, hacía las siguientes observaciones, en la Gaceta Médica de México, observando que, en el último año, se presentaba un caso atípico de defunciones del 479.7 %, pues, en los 5 años anteriores se proyectó, una media aritmética de 285.8 defunciones; de forma tal, sugería que las autoridades correspondientes gestionaran, un Nuevo Cementerio para la Ciudad Porfirio Díaz, pues las condiciones antihigiénicas que ya mostraba el panteón existente no eran recomendables, además, de la saturación de sus dos manzanas correspondientes, comentaba se eligiera un terreno en las lomas de caliza que tantas existían en la parte poniente de la ciudad.
“Se encuentra este situado en la parte N.N.O. de la población, comprendido en el perímetro de ésta, entre ella y La Laguna, según asegura el Sr. C.L. Mueller, ingeniero Municipal, se encuentra a un metro solamente más baja que la del panteón; de aquí resulta que, a menudo, estas aguas invaden los sepulcros, y que las infiltraciones que de allí emanan recorren gran parte de la población en su trayecto hacia el Bravo, siguiendo el declive de la capa impermeable, y algunos cadáveres pueden contener microbios patógenos no destructibles por los saprófitos”.
También, la recomendación del Ingeniero Municipal C. L. Mueller, quién topográficamente comentaba que la diferencia de nivel entre “La Laguna” y el “Panteón”, es de tan solo un metro; a esto se le puede agregar que, además, el desagüe natural de la ciudad el que se conoce actualmente, como arroyo “Del Tornillo” (calle Periodistas), se ubica a tan solo 1.00 m. más bajo de su nivel, hacia el poniente, agua abajo de Norte a Sur. En la actualidad se conoce una cota altimétrica en la esquina de la calle Jiménez y Victoria (donde estuvo ubicado el antiguo panteón de Piedras Negras) de 220.82 msnm., y considerando hacia el poniente sobre el arroyo “Del Tornillo” la cota 219.18 msnm., en la esquina de la prolongación Jiménez con calle Periodistas; esto deja, muy en claro de la precisión con la que hablaba el Ingeniero Mueller. Por tanto, el doctor Ortega recomendaba, que, si el deseo de las autoridades correspondientes fuese, el de mantener las condiciones salubres de la ciudad; que se clausure y se forme un nuevo panteón en la parte Oeste de la ciudad, en el cual, no este, al alcance de las frecuentes inundaciones.
Cabe mencionar, que aún no existía el Bordo de la defensa, y tampoco la presa de la amistad, obras que han evitado hasta cierto punto, algunas afectaciones en la zona urbana, a finales de la década de 1930´s, y posteriormente en los 60´s, por algunos fenómenos naturales de precipitación pluvial o crecientes del rio Bravo, o arroyos ubicados en el Norte, y Poniente de la ciudad, de tal manera, que las periódicas crecientes del rio Bravo del Norte, de forma constante inundaban el área del cementerio, y que de forma natural descarga en el rio Bravo, pero, quedando en su máxima capacidad el área conocida como “La Laguna” ubicada en la parte poniente del cementerio.
Se puede observar, que tanto el Dr. Ortega como el Ingeniero Mueller, conocedores de las disposiciones de la Ley para el establecimiento de cementerios de 30 de enero de 1857-59, en cuanto a las circunstancias que deben concurrir para los cementerios, como son: la capacidad y distribución para contener el número de cadáveres que se presuma haber en cinco años, en este punto, observaban que el antiguo panteón ya no contaba con la capacidad instalada, de las precauciones higiénicas para impedir los perjuicios que originan las emanaciones pútridas, que la fundación de cementerios sea en lugares altos y secos, o desecados por el arte, que estén en el lado opuesto al viento dominante de la mancha urbana, que en ese tiempo su ubicación era la correcta por los vientos dominantes que son de SE, también que tengan una cerca (barda) de al menos 4 o 5 varas, es decir, entre 3.35 y 4.00 m, y que estén colocados, donde sus infiltraciones no se puedan unir con las aguas de las fuentes o de los acueductos destinados al use de las poblaciones o ganados, en esto último, el punto geométrico que se estaba considerando para la ubicación del Nuevo Cementerio, con respecto al acueducto existente, es decir, la Acequia Madre “Olivares”, distaba aproximadamente de 250.00 m. rumbo Oriente, y el arroyo más cercano (arroyo primavera) de la esquina Sur-Oeste, distaba aproximadamente 35 m, fuera de su alcance.
Otro aspecto que cuidaba el doctor Ortega desde sus observaciones en el antiguo Panteón, era la profundidad de las fosas que los ciudadanos al comprar querían cavar de 3 a 4 m., de profundidad, en lo que Mueller advertía que el manto acuífero en esta área, se encontraba a tan solo 1.20 m de profundidad, además, el reglamento de 1859, autorizaba cavar, solo 2 varas, es decir 1.67 m de profundidad.
En 1900, el municipio de Porfirio Díaz, contaba con una densidad poblacional de 13, 468 habitantes, de los cuales 7,888 residían en la Cabecera. Continuando como presidente de la república C. Porfirio Díaz; el c. Miguel Cárdenas de los Santos, gobernador constitucional del estado de Coahuila de Zaragoza y C. diputado Francisco Rodríguez González: dentro de los acuerdos tomados por la XVI Legislatura en el congreso del Estado de Coahuila de Zaragoza, del primero y segundo período de las sesiones presentadas del 14 de noviembre de 1899, hasta el 14 de noviembre de 1900: “Se autoriza al Ayuntamiento de Porfirio Díaz para invertir la cantidad necesaria en la construcción de un panteón”. En el primer mes, con fecha 24 de enero de 1900, la H. Diputación del Congreso del Estado de Coahuila de Zaragoza, recibe solicitud del C. Nicolás R. Razo, presidente Municipal del Ayuntamiento de Ciudad Porfirio Díaz, para la construcción de un Panteón.
“Al margen una estampilla de cincuenta centavos, de documentos, cancelada en forma: C. presidente Municipal, Nicolás R. Razo, mayor de edad y vecino de esta, ante Ud. Respetuosamente expone: que ha llegado a su conocimiento que el R. Ayuntamiento que dignamente preside, trata de construir al poniente de la ciudad un Panteón, y deseando el que suscribe hacer ese trabajo, propone lo siguiente: Construir su perímetro de 150 metros por lado, de ladrillo y mezcla, de doce pulgadas con pilastras de ladrillo, a 20 pies de distancia uno de otro, por el precio de $ 3, 300.00, tres mil trecientos pesos incluso los materiales y pagaderos, mitad al principiar la obra y el resto a su terminación: en tal virtud, a Ud. Señor presidente suplico, se sirva dar cuenta con esta mi proposición al R. Ayuntamiento, dignándose darme aviso del resultado, Cd. Porfirio Díaz, enero 24 de 1900, Nicolás R. Razo”.
Con fecha 9 de febrero, el presidente Municipal de Cd. Porfirio Díaz, solicita la aprobación del gasto de $ 6, 309. 76, seis mil trecientos nueve pesos con setenta y seis centavos, para erigir un cementerio, y piso de algunas calles de la ciudad.
Libertad y Constitución, Saltillo, a 13 de febrero de 1900, Firma de Miguel Cárdenas.
El presidente Razo, apoyado técnicamente por el Ingeniero C.L. Mueller, exponen, con la intención de construir al poniente de la ciudad un Nuevo Panteón, ubicándolo al Poniente de la ciudad, aproximadamente con una altitud mayor a los 227 msnm, lo que evitaría cualquier tipo de inundación, y que se desea hacer el trabajo, para lo cual se propone: construir un perímetro de 150 metros por lado, de ladrillo y mezcla, de doce pulgadas de espesor, con pilastras de ladrillo, a 20 pies de distancia uno de otro, por el precio de $3,300.00, tres mil trecientos pesos, incluyendo los materiales y pagaderos, el 50 % al principiar la obra y el resto a su terminación. Es decir, el área del nuevo cementerio, quedaría definida con 22, 500.00 m2, y un perímetro de 600 ml. Cabe mencionar, que, en esta misma solicitud, se contempla el gasto para, trabajar el terraplén de las calles principales de la ciudad de Piedras Negras, las cuales tenían poco tiempo de haber sido trabajadas, pero, con mala calidad, de forma tal, que se pretendía nuevamente hacer el trabajo, estas calles serían: la conocida como Comercio (Ocampo), Iturbide (Hidalgo), Zaragoza y calle Morelos, partiendo al Norte de la calle Dr. Mier, hasta la calle Fuente; con algunas obras adicionales de desagüe, se habla de arreglar la terracería, trabajando lo que se conoce como base y subbase, dicho terraplén, sería, con material compactable.
Volviendo al tema del Panteón Municipal, existe evidencia en algunos registros de este monumento arquitectónico de fechas que le anteceden a su inicio, ubicadas en la parte NE del cementerio, y esto obedece a que se trasladaron del antiguo panteón ubicado entre las calles de Jiménez, Bravo, Victoria y calle Anáhuac. También, se puede observar, que se clasifican las áreas internas del cementerio, como perpetuidad, y quinquenios, por lo regular se dividían entre 6 o 4 partes.
Cabe mencionar, que alrededor del cementerio para mediados de los 30´s, se proyectaba un crecimiento poblacional hacia el poniente de la zona urbana, dando apertura a la Colonia Buena Vista. Partiendo de 1900, y tomando en cuenta el censo poblacional de Piedras Negras de 1940, la ciudad tuvo un crecimiento del 98.57 %, y su impacto en el incremento de la zona urbana, en la observación documentada en la década de 1940´s, por el Catastro Estatal, se observa el área del Panteón Municipal de 246.00 m x 216.00 m, es decir; 53, 136.00 m2, identificado, con la manzana No. 25, de la Colonia Buena Vista, y distinguiéndose la entrada principal por la calle conocida como 1º de mayo, por la Avenida Emilio Carranza, también, se observa que no existe ninguna lotificación en estos años alrededor del Panteón, y casa alguna, el nombre de la calle que actualmente conocemos como Daniel Trinidad Farías, llevaba el nombre de calle Mártires, y las dos calles que cierran en el Panteón por oriente, una con el nombre de la Calzada Progreso, y hacia el sur, la calle Corpus, hacia el poniente, la Colonia Buena Vista, delimitada en la actualmente conocida como calle Santo Tomás, y es en este punto sobre la Avenida Emilio Carranza (Lázaro Cárdenas), que por durante algunas décadas posteriores se ubicara el letrero de “Bienvenidos a Piedras Negras”.
Actualmente, en el Panteón, se observa, la barda perimetral, a base de block de concreto de 0.15 x 0.20 x 0.40, con una altura de 2.20 m, castillos y cerramiento de concreto armado de 4 Vs de 3/8” ϕ, y estribos de alambrón de ¼” ϕ, con aplanado exterior de mortero cemento – arena, encalada o pintura blanca, por las calles, 1º de mayo, y Daniel Trinidad Farías, por el interior, block aparente, y en algunas partes sin barda, también, se observa que al menos un 40 % de las tumbas se encuentran sin mantenimiento, además, de encontrarse tanto en la parte sur como en la norte colindancia con áreas residenciales.
En entrevistas realizadas a personas que actualmente residen alrededor del Panteón, algunos comentan, que en los años 70´s, no existía barda alguna en el Panteón, tan solo una cerca borreguera y alambre de púas, Díaz, J. A. comenta que su abuelo Gregorio Díaz Galaviz, llegó a Piedras Negras en el año de 1932, y se estableció junto con otras 37 familias en esta nueva Colonia alrededor del Panteón (Buena Vista); don Gregorio, se estableció por la que hoy se conoce como calle 1º de mayo, que daba de Norte a Sur con la entrada Principal del Panteón. En la entrada Principal, lateral izquierda, tenía su negocio de lapidaria, el Señor Simón Norato, quien tenía ya algunos años trabajando en este oficio, y que se le consideraba el maestro de la construcción de monumentos arquitectónicos de lápidas, del Panteón; con don Simón, trabajaban de ayudantes, el señor Jesús Franco, y el señor Manuel López; el primero, para mediados de los 30´s, se independizó, y puso su propio negocio de lápidas, en la entrada principal, pero lateral derecha.
Para finales de los 30´s, don Gregorio Díaz, quien también había aprendido el oficio, establece su propio negocio, pero, en la Avenida Emilio Carranza (Av. Lázaro Cárdenas) esquina NW, con calle 1º de mayo. Para 1940, la población seguía aumentando en esta nueva Colonia, con casas un tanto aisladas, hechas a base de block de ceniza y un adobe cocido en los obradores, establecidos en la parte Norte de Piedras Negras, camino a Centinela, este adobe cocido, contaba con dimensiones mayores a las de un ladrillo estándar; los tejados a base de tableta, y lamina engargolada; sin embargo, en estos años, algunos jefes de familia y jóvenes, decidían irse a trabajar a los EEUU, de forma tal, que la Colonia se veía relativamente vacía.
Algunos comentan que, en 1968, la barda del cementerio estaba construida a base de adobe de 12” de espesor, y pilastras a base de ladrillo, con una altura de 2.00 m. con aplanado de mortero cemento arena por ambos lados, y una entrada principal de arco, frente a la calle 1º de mayo, cada vez, más cerca de la población, pues en estas fechas iniciaba el proyecto, de la Colonia Ugarte, y algunas casas aisladas en su alrededor, sobre todo las ubicadas entre lo que quedaba de la Acequia y el Nuevo Panteón, también, algunos lugareños comentan respecto a los días 1 y 2 de noviembre para limpiar y dar mantenimiento a los monumentos arquitectónicos del Panteón “Buena Vista”, donde obtenían un ingreso adicional. La profundidad de la mayoría de los sepulcros, fueron de 4.00 m de profundidad, y esto, a diferencia del antiguo panteón, que también, se compraba para esta profundidad, pero, la diferencia fue, que se encontraba en un área, fuera de inundaciones, seco, y aislado de la mancha urbana.
Sin embargo, actualmente, el Panteón Municipal “Buena Vista”, se encuentra inscrito por las siguientes Colonias Residenciales: al Norte por la Colonia Buena Vista Norte, al Sur por la misma Colonia Buena Vista Sur, y con la Colonia INFONAVIT Rio Grande, al Oriente por las Colonias: Puesta del Sol, Harold Pape, La Toscana, y al NO, con la Colonia Juárez; en Piedras Negras, Coahuila de Zaragoza. Las calles que conforman su perímetro son: al Norte la calle 1º de Mayo, al Sur con la calle Chihuahua, al Oriente con la calle Daniel Trinidad Farías, y al Poniente con la calle Mutualista.