Javier López Medina.
“Lo importante es saber aprender”.
Mao Tse Tung.
Microeconomía aplicada
Durante los últimos cinco años he trabajado en el proyecto de comida China Lili, bajo una estrategia de guerra de guerrillas. Y a pesar de los “relativos” buenos resultados, las utilidades son incomparables con las comidas chinas ubicadas en lugares clásicos o tradicionales.
Ahora, después de haberme preparado 200 horas para impartir un curso de microeconomía aplicada y haber estado frente a grupo 18 horas, me propongo nuevamente a reflexionar sobre el tema.
Las comidas chinas tradicionalmente se ubican en las Sorianas, Mall, Sams, plazas comerciales, centros comerciales, centro de la ciudad, puntos donde circulan miles de gentes todos los días. Pero en mi caso, por el pequeño presupuesto, me he ubicado fuera de esos puntos, bajo una estrategia de “Guerra de Guerrillas”. Lo cual significa ubicarse en un lugar lejano, sin competencia y a bajo costo: Villa Juárez, en Lerdo; o La colonia Chapala, en Gómez Palacio; por ejemplo.
Con la preparación del curso de microeconomía, y mi experiencia práctica en ese mercado, he sacado algunas conclusiones que me propongo enunciar ahora.
Pero antes tenemos que aclarar el tipo de bien que es la comida China; atendiendo que la microeconomía, distingue entre “bienes normales” y “bienes inferiores”.
Para la microeconomía un “bien normal”, es un bien que incrementa su demanda cuando hay incremento de ingresos o un incremento esperado de los ingresos en el futuro. Y un “bien inferior” es aquel que incrementa su demanda cuando hay una reducción de los ingresos o una reducción de los ingresos esperados en el futuro.
Aclarado un asunto esencial del tema que nos atañe, podemos decir que la comida China es un “bien normal”, eso significa que cuando los ingresos de los consumidores son altos, la demanda de la comida china, es alta. Y cuando son bajos, su demanda baja.
Creo en la síntesis de dicha reflexión, las claves están en tres factores:
El nivel de ingresos.
La primera clave está en un punto con consumidores de ingresos altos. Estos se encuentran en los puntos clásicos o tradicionales de la comida China.
Como la comida China es un bien “normal”, cuando los ingresos son altos, los consumidores incrementan la demanda de dicho bien y disminuyen la demanda de bienes que consideran “bienes inferiores” como las gorditas, el pollo, los chicharrones, las papas fritas, entre muchos otros. De esta manera la curva de demanda de la comida China se desplaza a la derecha, crece el consumo a todos los precios en un mercado de ingresos altos.
Pero si el negocio lo sitúa en un “punto” de consumidores con ingresos bajos, entonces los consumidores van a preferir los “bienes inferiores”, dicho consumo de bienes crece cuando el ingreso es bajo o disminuye. Los consumidores de la comida China irán a comer, gorditas, sopa, “marucha”, tacos de canasta, tacos sudados y otros productos que aumentan su demanda cuando el ingreso disminuye. Entonces la curva de demanda de la comida china se mueve hacia la izquierda y se reduce la demanda a todos los precios.
Vayamos a la realidad concreta y analicemos un punto como la Soriana dónde se ubican las diferentes comidas chinas y el último punto donde me ubiqué hace 6 meses, que es en la Colonia Chapala de Gómez Palacio. Comparemos:
Los ingresos de las personas o familias que van a un lugar clásico donde se instalan las comidas chinas es en promedio de 75 mil pesos mensuales. Los ingresos de las personas que viven en Chapala, fluctúan entre los 4,500 a 20 mil pesos mensuales.
Bienes sustitutos
En una Soriana, un City Club o un SAM´S, los negocios que le pueden competir a la comida china, pueden ser de 3 a 5 competidores, entre ellos hamburguesas, Pizzas, pollo y otros. En Chapala pueden ser de 200 a 300 competidores con bienes sustitutos, es decir con comida que pueden escoger los consumidores, en vez de la comida China. Chapala es una romería. Hay una enorme oferta de comida, de todo tipo y a todas horas. Es una pequeña ciudad, donde hay de todo.
Tamaño de la población.
Ahora veamos el tamaño de la población. La población promedio que va de compras a una Soriana, es de 16,000 personas diarias; las que vive en Chapala es de 7000 (Sin contar la colonia Valle Chapala, que son 13,500). Ahora imagine de las 7,000, las que van a comprar comida fuera de casa, los que van a cocinar en casa, las que llegan a trabajar y las que salen. El escenario se torna un mercado altamente volátil para la comida China.
Conclusión, para mejorar sustancialmente la maximización de la utilidad del proyecto, se requiere ubicarse en un punto clásico, o una zona con consumidores de ingresos altos, población grande y pocos bienes sustitutos.
Pd. En la estrategia de guerra de guerrillas no todo está perdido. “Cada fracaso nos hace más listos”. Dijo el filósofo, Mao Tse Tung.
Javier López Medina.
Lic. En economía.
Lic. En Estadística
Maestría en administración y políticas públicas.
Maestro en la materia de Aplicar análisis microeconómico I. En la Facultad de Contaduría y Administración, de la Universidad Autónoma de Coahuila, Unidad Torreón.