Samuel Cepeda Tovar.
Con triunfos en Alabama, Alaska, Arkansas, California, Carolina del Norte, Colorado, Maine, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Virginia y Utah, el expresidente Donald Trump ha asegurado ya su nominación por el partido republicano rumbo a las elecciones presidencial de este año.
Si bien es cierto aún no terminan las elecciones primarias, el llamado “supermartes” suele ser bastante representativo de una candidatura asegurada al llevarse a cabo numerosas elecciones en diversos Estados en un solo día con una totalidad de 874 delegados de 2429 que dejan ver a un claro favorito rumbo a las nominaciones tanto en el bando republicano como en el demócrata.
Aún falta tiempo para las convenciones nacionales en donde se definirán formalmente a los candidatos, pero en teoría todo apunta a una revancha entre el actual mandatario Joe Biden y el expresidente Donald Trump, quien hay que mencionar, continua bajo asedio legal por una totalidad de 91 cargos, todos ellos delitos graves, que lo llevarán a juicio en algún momento durante los primeros cinco meses de este año y que curiosamente, aunque fuese declarado culpable y encarcelado aún puede seguir compitiendo por la presidencia de la república.
En sus primeras declaraciones luego de arrasar en el “supermartes” el discurso de Trump sigue enfocado en su mismo extremismo y aversión a temas como el de la migración, al señalar que Estados Unidos se ha vuelto un país tercermundista en temas como el fronterizo debido a la laxitud con que el gobierno de Biden atiende el complicado tema migratorio, en un momento en que encuestas como la aplicada en Carolina del Norte demuestran que el 43% de los votantes se encuentran preocupados por el fenómenos migratorio.
Los resultados, entonces, nos dejan ver un panorama bastante peculiar y no por los temas de la agenda política, sino que sería la primera vez después de 112 años en que un presidente en turno se mida contra un expresidente en una elección presidencial, además de que también se enfrentarían dos candidatos de edad avanzada por primera vez en la historia moderna, pues Trump cuenta con 77 años mientras que Biden cuenta con 81.
Además de que por sí misma esta elección sería ya una anticipada revancha para dejar claro que Trump o ya no tiene posibilidades o está más fuerte que nunca a pesar de los delitos de los cuales se le acusa, y en lo personal, veo un escenario en donde Trump regresa a la Casa Blanca bajo la promesa de atacar a los cárteles mexicanos con el ejército, modificar el poder judicial, incrementar las deportaciones de ilegales y la reactivación del título 42, propuestas que atraen a votantes sin lugar a dudas. Falta camino, pero las tendencias parecer ya irreversibles.