La llegada de Jesús Homero Flores Mier como Fiscal Anticorrupción de Coahuila en 2017 fue muy cuestionada por los coahuilenses por ser un funcionario cercano a los hermanos exgobernadores Humberto y Rubén Moreira y sobre todo al PRI.
Al concluir su periodo de siete años en el cargo, se va sin pena ni gloria, porque nunca investigó la corrupción y lo poco que hizo, fue por “órdenes superiores”.
En Coahuila está claro que nada hizo en casos como la megadeuda y los rectores saqueadores de la UAdeC, tal es el caso de Mario Alberto Ochoa Rivera “El Negro”, el mismo que construyó un hotel en Bella Unión, Coahuila, con dinero de los universitarios.
Otros ladrones universitarios que no se quedan atrás son Jesús Ochoa Galindo y Salvador Hernández Vélez, quien no devolvió a la Secretaría de Hacienda el impuesto sobre la renta retenido por la UAdeC. Flores Mier nunca procedió contra Ismael Ramos por los más de 400 millones de pesos que defraudó en complicidad con Rubén Moreira.
Jesús Homero se distinguió por encarcelar a políticos, más por desobedientes que por corruptos, porque así se lo ordenaron no solo los Moreira, sino también el exgobernador, Miguel Ángel Riquelme Solís.
Hay que tener presentes los fichajes en los centros de readaptación estatal de los exalcaldes de Parras de la Fuente, Ramiro Pérez y Evaristo Madero; el de Monclova, Gerardo García, así como el exedil de Ramos Arizpe, Ramón Oceguera, entre otros. Todos por cometer actos ilícitos en sus administraciones municipales que dirigieron.
Incluso, los profesores coahuilenses lo recuerdan por la captura del exlíder de la Sección 5 del SNTE, José Luis Ponce Grimaldo por una denuncia por peculado de 60 millones de pesos en perjuicio del Fondo de Ahorro Magisterial.
Estos cinco casos ejecutados por “órdenes superiores” siempre los presumió Flores Mier, por la rapidez con que integraba cada una de las carpetas de investigación, luego de estar bajo archivo mucho tiempo.
Flores Mier negó siempre su cercanía con los dos exgobernadores Moreira, pero nunca pudo ocultar que fue titular del ICAI en el periodo gubernamental de Rubén Moreira, y que a éste le debe su nombramiento como fiscal anticorrupción.
Antes fue coordinador de la Unidad de Transparencia del Ayuntamiento de Saltillo, cuando Humberto Moreira fue alcalde de la capital coahuilense, y al ser gobernador Flores Mier ocupó la dirección de la Defensoría Jurídica de Coahuila.
Ahora que terminó su periodo como Fiscal Anticorrupción, gozará del generoso sueldo que percibió en los 84 meses de desempeñar el cargo.
Quienes lo conocen dicen que al amparo de los cargos que ocupó, ganó suficiente dinero, para ya no trabajar si así lo desea. Pero, sus incondicionales afirman que Jesús Homero montará un despacho jurídico y una empresa para dar asesorías en los temas que maneja a la perfección, por ejemplo, Cómo proteger a los corruptos, y seguramente sus principales clientes serán los gobiernos estatales y municipales y las universidades públicas.
Por lo pronto, Maribel Corvera Salas, quien tiene por los menos 30 años prestando sus servicios primero en la Fiscalía General del Estado, ahora se encargará del despacho de la Fiscalía Anticorrupción, mientras el Congreso del Estado, lanza una convocatoria y elige al nuevo titular de la inútil dependencia.
