La obediencia política, el juego de los mismos

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José Guadalupe Robledo Guerrero

Finalmente, después de tres días de discusión y con 305 votos a favor y 151 en contra, los diputados federales aprobaron en lo general y lo particular el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021; y también como se esperaba, los diputados de Morena por Coahuila votaron tal como lo ordenó el presidente Andrés Manuel López Obrador, a pesar de que nuestro estado es uno de los afectados por los recortes al presupuesto.

Sin embargo, la obediencia de los “levantadedos” en contra de los intereses de la ciudadanía no es nuevo en la política a la mexicana, basta recordar un ejemplo ilustrativo que se dio el 17 de marzo de 1995, cuando el hegemónico PRI consiguió aumentar el IVA del 10 al 15 por ciento. De aquella “hazaña legislativa” quedó un recuerdo: La roqueseñal, aquel ademán obsceno que hizo perdurable el líder de la bancada priista, el coahuilense Humberto Roque Villanueva, al momento de festejar el aumento del IVA, en perjuicio de todo el pueblo de México.

Entre los politicastros de la partidocracia persisten las mismas actitudes antipopulares porque son los mismos, pero ahora están en otro partido, pues se la han pasado brincando de un partido a otro sin decoro ni ideología, menos aún de conocimiento de la realidad. Por eso la congruencia es algo que nunca se les dará, debido a que no defienden los intereses nacionales y mayoritarios, sino las conveniencias de sus partidos.

Y dígame si no es lo mismo. A la roqueseñal súmele aquella otra frase que a manera de bravata dijo el hispano-mexicano Paco Ignacio Taibo II: “Sea como sea, se las metimos doblada camaradas”, quien agregó que la victoria de Morena en las urnas les ha dado el derecho de nombrar a las cosas por su nombre: “ladrones a los ladrones, traidores a los traidores, enmascarados a los enmascarados y culeros a los culeros”. El estalinista lumpen que emitió estas expresiones es el director del Fondo de Cultura Económica.

Es ocioso repetir el nombre de los diputados federales de Morena que votaron a favor de los recortes presupuestarios que ordenó AMLO. Algunos ya son muy conocidos, tal es el caso de los panistas de la 4T: el ahora morenista Luis Fernando Salazar Fernández y el ahora del PT, José Ángel Pérez Hernández. Estos especímenes son muy conocidos, y los coahuilenses sabemos que son mercenarios de la política, que se alquilan al mejor postor. Los otros ni siquiera son conocidos, son diputados de tómbola o bingo.

Lo grave de este asunto, es que los ciudadanos a quienes nos afectan los diputados de la partidocracia son pagados con dinero público, de los impuestos, y sus partidos son financiados con recursos de los ciudadanos para que hagan “política a la mexicana”, siempre en contra de quienes sostienen económicamente el circo electorero. En nuestro país los militantes de los partidos no pagan cuotas de afiliación, su voto nos cuesta a todos y no son capaces de tener consideración y respeto por los que pagamos su estilo de vida.

Lo cierto es que nada ha cambiado, pues los cambios no los hacen los mismos, ni los harán los partidos electoreros. Los partidos que han cambiado el destino de los pueblos, nunca jugaron en el circo electorero, menos en el sistema que organiza, paga y decide las elecciones. Pero, dice un sabio refrán popular: “No tiene la culpa el indio, sino el que lo hizo diputado”.


Política aldeana

El magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Luis Efrén Ríos Vega, se ha convertido en una piedra en el zapato para el resto de sus colegas. Siempre está peleando por algo, se opone a todo en favor de nada, y hace valer su tarjeta de presentación que es la de funcionario mimado del actual Gobierno, porque –según dicen– algo tiene que ver con los integrantes de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (FUUNDEC). Con esa argucia quiso imponer en la dirección de la Facultad de Jurisprudencia al exprocurador mendocista Raúl Felipe Garza Serna, y el rector Salvador Hernández Vélez se la creyó hasta que la realidad lo despertó. Ahora el resto de los magistrados tienen que soportar las rabietas del influyente Luis Efrén Ríos, aquel que fue sacado de la dirección de la Facultad de Jurisprudencia por falta de transparencia en los recursos millonarios que manejaba, abusos, malos tratos, facturas abultadas, gastos excesivos de viajes a Europa con compañía femenina, pleitos con profesores y alumnos, y otros temas económicos que nunca se aclararon.


Pregunta huérfana

El 13 de noviembre, la Fiscalía de Nayarit giró una orden de aprehensión contra el exgobernador Roberto Sandoval por el presunto delito de enriquecimiento ilícito, peculado y cohecho. Lo anterior se describe a detalle en el reportaje: Roberto Sandoval: Crónica de un Enriquecimiento Delirante, publicado por la revista Proceso en 2019 y firmado por Patricia Dávila.

En dicho reportaje se cita que en 2017, último año de su gubernatura, Sandoval movió alrededor de 7 mil cabezas de ganado al norte de México. “unas 7 mil fueron llevadas a Coahuila, al rancho Aguatoche, del exgobernador Humberto Moreira”. Fue en 2017 en donde medios nacionales señalaron su vínculo con Coahuila.

El exgobernador nayarita, Roberto Sandoval, está prófugo.

¿Cuándo le corresponderá dar cuentas a Humberto Moreira o compró protección a AMLO?