El segundo y tercer tercio del sexenio de AMLO

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

El pasado 1 de diciembre, Andrés Manuel López Obrador rindió su segundo informe de gobierno, dando por terminado su primer tercio en lo que los gobiernos presidencialistas de México han divido su gestión, que según dicen sirve para: primer tercio pagar las facturas; segundo tercio realizar las obras del sexenio; tercer tercio para preparar la sucesión.

Y aunque los lopezobradoristas insistan en que ya se cambió el régimen, lo cierto es que hoy más que nunca el presidencialismo ha sido fortalecido por López Obrador. Por tal motivo, AMLO sigue transitando por los mismos caminos señalados por sus antecesores. De tal manera, que de ser ortodoxo el segundo tercio presidencial, veremos que las candidaturas a las gubernaturas y diputaciones federales del 2021 serán ocupadas por gentes relacionadas con Andrés Manuel y la 4T, pues las facturas que se debían se pagaron en los primeros dos años. (Ojo Guadiana, AMLO ya te pagó).

En el segundo tercio, los siguientes dos años, será para terminar las obras con las que AMLO quiere entrar a la historia, a saber: el aeropuerto de Santa Lucía, el tren maya y la refinería de Dos Bocas. Algo tan dicho, que ya no tiene mayores comentarios.

El segundo informe de AMLO no dejó temas nuevos para el análisis, lo que se dijo el pasado Primero de diciembre fue lo mismo que el presidente ha dicho hasta el hartazgo en sus más de 500 mañaneras, con la misma visión maniquea, con la exacerbada demagogia, las impulsivas mentiras y con los otros datos que sólo el presidente conoce, incluso contrarios a la evidente realidad.

Para el tercer tercio del sexenio lopezobradorista quedan pocas sorpresas. Ya desde ahora sabemos que hay dos precandidatos peleando por la sucesión: Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, y a decir verdad nadie cree que se acumulen más competidores de peso.

Sin embargo, las cosas no se darán mecánicamente, faltan otros aspectos que habrán de influir en todas las decisiones, por ejemplo: la problemática de la pandemia, que hoy más que nunca parece difícil de resolver, pues todavía no existe la vacuna infalible ni se sabe cuándo se controlará el Coronavirus; además, aún no se presenta en toda su magnitud la crisis económica que la pandemia dejará en nuestro país, una crisis que se pronostica se llevará una década para subsanarla.

Quizás por ello, el nuevo juego de la política mexicana es asegurarnos que pronto comenzarán a vacunar a los ciudadanos, pero ya nos dicen que el proceso de vacunación se llevará cuando menos un año, todo el 2021, año electoral y de división nacional.

Pero no hay por qué preocuparnos, las elecciones en nuestro país son eventos que derraman recursos en la sociedad y distrae a la ciudadanía, más ahora que se ha hecho creer que con el voto podemos hacer la revolución, aunque no sepamos qué tipo de revolución ni qué cambios queremos impulsar en beneficio de México y los mexicanos.

Las elecciones en México se ganan con votos, pero sobre todo con mucho dinero, promesas falsas que son populares pero difíciles de cumplir, halagos mentirosos y otros procedimientos para convencer al pueblo y convertirlo en instrumento de las ambiciones políticas. Esta demagogia instalada en Palacio Nacional, y las múltiples mentiras de que vamos bien en la pandemia, tendremos un sistema de salud igual al de Dinamarca, y ya vamos saliendo de la crisis económica, no tienen sustento en la realidad. Seguimos pues, inmersos en la politiquería nacional de una partidocracia corrupta, ignorante y superficial.

Pero independientemente de todo lo que desagrada, lo cierto es que Andrés Manuel López Obrador ya consumió el 33 por ciento de su sexenio, por lo que ya vemos más cerca el final del gobierno lopezobradorista. Pero todavía queda una duda: ¿Querrá AMLO dejar el poder presidencial? La duda subsiste ante un obsesivo presidente, que insiste en pasar a la historia sin ninguna obra digna de merecerlo.

Sin embargo, la pregunta toral que debe hacerse es: ¿Dejarán que López Obrador se quede en la presidencia los otros que creen merecerla? Esta respuesta la sabremos en el transcurso de los próximos dos años.