AMLO llega a la elección del 2021 agotado y chocheando

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¡Por tanto la realidad exige un voto razonado por México!

Luis Fernando Hernández González.

“Sin proyecto, sin rumbo, sin resultados, pero si con irritación, confrontación social, desconfianza y presencia de criminalidad”.

Ante este proceso electoral 2021, los mexicanos llegamos entre nubarrones de confusión e incertidumbre, que lo único que presagian es una mayor división en la sociedad, aunado a ello el grave crecimiento de las desigualdades sociales de todo género, lo mismo en  la configuración social, que  en el desarrollo público y privado que demanda con urgencia la realidad social mexicana, en donde los distintos factores políticos económicos y sociales  que mueven al país están expresando una total falta de cohesión y consenso que propicie el desarrollo y la armonía para dar los siguientes pasos adelante en las necesidades por confrontar y resolver en la sociedad nacional .

Así lo percibimos un amplio sector de mexicanos, ante los distintos fenómenos por los cuales hoy en día trascurre la vida del país, sobre todo cobra hoy relevancia la total falta de respeto al orden Constitucional y a la directriz que deben de conducir las instituciones, como de igual manera también  el menosprecio y crítica que reciben frecuentemente los Organismo Autónomos, creados  por la  sociedad,  los ciudadanos llegamos a las elecciones de este 2021,  motivados por una participación de mayores exigencias y resultados,  buscando eficiencia y claridad en nuestra selección de autoridades, sean estas  gubernamentales, municipales, estatales distritales federales o bien distritales locales.

Se busca aquí y ahora, que en nuestro proceder electoral, la elección misma refleje una presencia ciudadana, inconforme y beligerante como tal; toda vez que por actitudes enteramente de irresponsabilidad cívica, se da pie a confrontaciones de insulto y odio de incultura, donde al parecer gana el que más insulta, el que ofende y el que con suma facilidad altera y violenta la ley.

Se busca imponer a toda costa aquel que sin valor alguno, se pretende imponer a toda costa al mandato ciudadano y a los preceptos legítimos que se configuran en el orden de autoridades y de la propia ley, ya que como bien lo sabemos existen ambiciones desmedidas que buscan anular la participación democrática y con ello implementar medidas de corte dictatorial; esta situación que sin duda alguna debemos de evitar a costa de cualquier sacrificio físico y humano todos los mexicanos, sobre todo aquellos que valoremos la libertad  y el respeto que merece el orden jurídico para seguir creciendo como  sociedad  y comunidad cohesionada del país.

Es por ello útil y necesario el dar a conocer mediante distintos diálogos informativos, sean personalizados o colectivos, cuál es el  contenido pragmático y sus consecuencias de la realidad social del país, para ello es indispensable explorar con estricta responsabilidad las siguientes preguntas: ¿quiénes somos?, ¿qué queremos?,¿ hacia dónde vamos? , ¿de qué disponemos socialmente? y ¿cómo participamos?, ¿cómo es el México que deseamos  construir? , que revista esfuerzo y trabajo,  moderno o aquel de mediocridad y pobreza  social, sin sentido y sin rumbo.

De ahí él porque, debemos de revisar  cual deberá ser nuestra actitud frente a estas elecciones  nacionales,  que para muchas personas son cruciales y determinantes,  al estar  definiendo  una   correlación entre autoridad y ciudadanos, o bien  dejar que  la llamada “soberanía popular” muchas de las beses vilipendiada y  usurpada  por la demagogia de mezquindades políticas,  continúe siendo el tapete de sobre  la cual pisan psicópatas  y  aspirantes a tiranos de una pujante sociedad, que busca mediante su entrega y esfuerzo  crear escenarios de dignidad civil  y social.

Somos los mexicanos, quienes en su mayoría hemos fincado en la construcción de nuestra condición de vida, mediante el esfuerzo permanente y ordinario la plataforma social de familias y hogares, los mismos que tenemos el compromiso de afianzar el orden y la responsabilidad pública de todo tipo de autoridad, al  ser precisamente en esta elección, en la que debemos de aquilatar cada una de las medidas, que en el contexto de lo público se hayan hecho hasta hoy, auditando y verificando el uso de poder ejercido por la autoridad federal, que en su comportamiento cotidiano da muestras claras que no escucha, no atiende, no mira y  no siente, asumiendo una total irresponsabilidad en lo que sucede a México y a su sociedad.

Lo pulsamos y valoramos en el aspecto de la salud la cual es un desastre; lo vemos en el aspecto educativo, reflejando en niños y jóvenes un atraso irreparable en su formación; lo mismo en el contexto económico, en donde surgen como resultado la pérdida de empleo y la desconfianza total para nuevas inversiones productivas; y qué decir de la infraestructura  estratégica del país en donde solo prevalecen los caprichos de la autoridad, olvidando por completo a entidades y municipios, que demandan de obras estratégicas para su desarrollo;  de homicidios y criminalidad ni qué hablar, cuando de manera consecutiva lo vemos en noticas y medios de comunicación de forma permanente, exhibiendo resultados que no convencen a nadie.

En donde las fuerzas dinámicas de la nación conformadas por los distintos sectores como son los emprendedores, empresarios, profesionistas sindicalistas y trabajadores, mujeres,  jóvenes y adultos ven incierto su futuro, al prevalecer la cerrazón y obsesión de los intereses de un solo hombre y de una corriente de pensamiento que quedó hace tiempo atrás en el Mundo y  en México, con rasgos de un socialismo que da el olor añejo y consumido que la humanidad desechó como una opción de lucha  para el bienestar  social.

La inconformidad social este 6 de junio hará su tarea:

¡Emitiendo un voto razonado por México!