En marcha el proceso de sucesión en Coahuila

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

En su segundo año de gobierno, lo que tradicionalmente se hacía en el quinto año, el presidente López Obrador inició el proceso de sucesión “destapando” a sus “corcholatas”, como le llamó a sus precandidatos, y aunque al principio enumeró a unos cuantos y después enlistó a otros más, lo cierto es que nadie tiene duda que su candidata para sucederlo es la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo.

En Coahuila también el proceso de la sucesión está en marcha, pues sin haberlo “destapado”, a la fecha nadie mínimamente informado ignora que el precandidato a la gubernatura es el ex alcalde saltillense, Manolo Jiménez Salinas, que desde el inicio del presente año anda trabajando en su nueva encomienda: Secretario de Inclusión y Desarrollo Social.

Manolo Jiménez y Miguel Angel Riquelme

En ambos procesos, federal y estatal, como es lógico los personajes que no fueron favorecidos se muestran inconformes, y buscan la forma de invalidar la decisión del alto mando o posicionarse para disputar el cargo que representa su aspiración política.

También en ambos procesos, la lucha legítima por conseguir simpatías, alianzas y negociaciones son una constante en la vida política, tanto en el Estado como en el país, lo cual no debe extrañar, pues a final de cuentas es parte de la democracia a la mexicana que tanto dicen defender tirios y troyanos.

Por eso es comprensible, que los no favorecidos por el gran elector, pongan en prácticas sus tácticas y estrategias para conseguir su aspiración política, y es entendible que tanto unos como los otros, consideren ser los merecedores del cargo.

Sin embargo, en el sistema político mexicano, la costumbre ha sido que el gran elector decida el nombre de su sucesor, por eso nadie puede decirse engañado que el presidente o el gobernador en turno escoja al que personaje que mejor considere para continuar su proyecto. Esas son las reglas del juego político y pese a todos los discursos y discusiones, siguen vigentes.

Esto me hizo recordar un caso de reciente pasado. En 2005, cuando estaba por terminar el sexenio de Enrique Martínez, antes de elegir al candidato del PRI a la gubernatura había varios aspirantes al cargo, y como nadie se ponía de acuerdo y había confusión al respecto, el periodista Jorge Arturo Estrada García señaló en uno de sus artículos, que nada más había de dos sopas: Ganarse al gobernador o ganarle al gobernador. El triunfador de aquella contienda fue Humberto Moreira Valdés. Cada quien tendrá su apreciación al respecto.

En Coahuila, no hay confusión, aún sin destape, la cosa está clara, Manolo Jiménez Salinas es el precandidato priista a la gubernatura; así como Claudia Sheinbaum es la precandidata de Morena para la presidencia, y de acuerdo a la experiencia relatada en el párrafo anterior, el resto de los precandidatos solo tienen de una sopa: Ganarle a Morena y a López Obrador; y en el caso de Coahuila, ganarle al PRI y a Riquelme Solís.

¿Qué falta para que el proceso de la sucesión en Coahuila quede resuelto? Que se destape a Manolo. Lo cual a estas alturas solo es un formulismo y cuestión de tiempo.

Por último, para que no se preste a ambigüedades, es menester señalar que desde hace meses en este mismo espacio escribí, que Manolo Jiménez Salinas era el mejor candidato que tenía el PRI coahuilense para contender por la gubernatura. Ahora solo falta que destapen al candidato de Morena, porque finalmente la competencia será entre estos dos partidos, los otros se acomodaran en base a sus intereses.

Política aldeana

De acuerdo a una investigación publicada, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) denunció que el gobierno de López Obrador entregó 8 de cada 10 contratos por adjudicación directa en 2021. Es decir, el 80.3 % de 157,796 contratos que entregó el gobierno de AMLO se adjudicó directamente.

Según las cifras reveladas por MCCI, el monto de estos contratos otorgados a discreción asciende a 147 mil millones de pesos.

Pregunta huérfana

¿Será cierto -insistimos- que en el aumento constante que han tenido las remesas en los últimos tres años está el dinero del crimen organizado?