Carlos Padilla Muñoz.
Vaya, ni siquiera en su mejor momento Harry Houdini, el más grande Mago que ha visto la humanidad lo pudo hacer, solamente desaparecía el cuerpo de una ayudante o un voluntario del público.
Pero en México desaparecieron los 17 cadáveres de las personas que fusilaron en San José de Gracia, Michoacán, para que viniera el discurso infantil desde Palacio de Gobierno, que no fue un fusilamiento, aunque los videos que circularon de inmediato, mostraron al mundo que los sicarios acomodaron a un grupo de personas que participaban en un sepelio, ante una pared, los fusilaron como a Maximiliano, cuando las fuerzas juaristas no tuvieron piedad con el emperador francés, quien fue fusilado en el Cerro de las Campanas, Querétaro, en el mismo estado donde este domingo, decenas de jóvenes, mujeres y niños fueron agredidos por salvajes porristas del equipo queretano, alcoholizados o posiblemente bajo el influjo de alguna droga.
Vayamos por partes. Recientemente circularon en las redes sociales los momentos donde sicarios, aparentemente del Grupo Jalisco Nueva Generación, llegaron al lugar donde había un funeral, inmediatamente pusieron contra la pared a un grupo de 17 personas y abrieron fuego, nunca hubo enfrentamiento por ajustes de cuentas como se dijo en el discurso desde Palacio Nacional.
En otros videos, se apreciaron personas que llegaron para llevarse los cuerpos de los fusilados, después, sin que llegaran ninguna autoridad policiaca a pesar de los videos que circularon en las redes, otro grupo de personas llegaron con una pipa con agua para lavar los charcos de sangre que dejó la masacre. Hasta el momento no se ha dado con los cuerpos de los ejecutados, la mayoría identificados por sus propios familiares.
En forma irresponsable las autoridades de Michoacán y federales han manifestado que se trató de un ajuste de cuentas entre los carteles que se disputan los territorios y la venta de drogas.
El Gobierno Federal a través de la Fiscalía General de la República ha manifestado que los cuerpos no se han encontrado como dijo Don Teofilito, ni se encontrarán, seguramente los verdugos los sepultaron clandestinamente.
La pregunta es ¿por qué se llevaron los muertos?, sencillamente para desaparecer los cuerpos del delito, homicidio agravado con alevosía y ventaja, aparte porque al gobierno no le conviene este tipo de eventos en vísperas de la Revocación del presidente López Obrador.
Los disturbios del domingo anterior en el estadio de la Corregidora en Querétaro, terminó con 22 heridos. Simultáneamente a los hechos circularon videos en vivos con acciones dantescas, que creíamos que ya estaban desaparecidas en la actualidad.
Porros del Querétaro golpeando con palos, tubos, sillas metálicas, armas blancas y algunas pistolas. La pregunta, es quien dejó entrar estas armas en los filtros de seguridad que debe existir en los estadios de todo el país.
Quedo de manifiesto que no había la seguridad pública que debe haber, en los videos casi no se vieron policías municipales, solo algunos guardias, entre ellos mujeres de seguridad privada que no están capacitados y preparados para este tipo de protocolos.
A quien le interesa minimizar estos hechos que han desencadenados críticas y censuras a nivel mundial, pues al Club Querétaro que trata de evitar al máximo el pago de hospitalizaciones e indemnizaciones, al Gobierno de Querétaro y al mismo Gobierno Federal, que están más atento en la consulta de revocación de mandato y las mañaneras, que la propia seguridad de los ciudadanos.
Con estos hechos deben revisarse los protocolos de seguridad en los estadios, esto es obligación de los municipios que otorgan los permisos de los eventos, para que haya los suficientes policías.
Por otra parte, debe revisarse la venta de alcohol en los eventos públicos, donde circula en forma inmoderada, podría prohibirse o bien dosificarse para evitar este tipo de tragedias, en algunos países europeos, existe la prohibición de la venta de alcohol en los estadios.
Ahora con la repartición de culpas, todo mundo se defiende, pero hay responsabilidad en los tres niveles y tendrán que pagarse muchos millones de pesos para indemnizar a los familiares de las víctimas.
Una vez más las autoridades mexicanas superan al magnífico mago Harry Houdini. Se habla de 17 fusilados y 22 heridos en el estadio de la Corregidora.
Existen amenazas de castigar al equipo de Querétaro por toda la temporada, de vetar su estado parcial o en forma definitiva, que México pierda la sede de los torneos internacionales, pero no se busca la investigación para castigar a los culpables por omisión o intención y evitar que en el futuro suceda otra tragedia como la que sucedió en la Corregidora, que por mucho maquillaje gubernamental, los videos, que por cierto ya fueron retirados del internet, quedaran como muestra en esta página trágica de nuestro país.
El Estadio Corona a nivel local se convierte en la cantina más grande de Torreón, donde se vende alcohol en forma indiscriminada hasta a menores de edad, esto conviene a los agentes de Vialidad y policías, por las mordidas que consiguen, pero también se gestan muchas tragedias en las carreteras.
